La cucina di nostra nonna

Sinceramente, no iba con la intención de escribir el artículo sobre el Civico 14, iba de reunión, de nuevo con Galder e Iban, y a disfrutar como buen amante de la gastronomía que soy, pero el homenaje fue de tal calibre que no podía dejar de contaros las bondades de este restaurante italiano con sabor donostiarra, comandado por tres italianos de pura cepa, dos llegados desde Cerdeña, Nicola Virdis y Marco Bellinzis, y el tercero oriundo de Basilicata, Giuseppe Di Matteo. Nicola y Giuseppe atienden la sala con clase y maestría, mientras que Marco es el artífice de que de su cocina salgan verdaderas obras de arte culinarias.

No sé si habéis visitado Civico 14, si no lo habéis hecho y os gustaría probar la auténtica cocina italiana, este es vuestro restaurante. Recuerdo que la primera vez que lo visité, hace ya más de 2 años, lo que me cautivó fue su apuesta por recetas tradicionales, más allá de la tradicional bolognesa, carbonara o pizza, esas recetas que se cocinan en las casas italianas los domingos, recetas de la nonna, el poder sumergirnos en los sabores y productos italianos a través de platos que tienen su toque innovador. A partir de ahí no se olvidan del lugar donde están, de la riqueza de nuestras tierras y mares y echan mano de los productos cercanos de temporada para hacer un juego culinario, uniendo su tradición italiana y los productos locales, que es un auténtico placer y experiencia para nuestros paladares.

El nuestro fue un homenaje gastronómico en toda regla, no escatimamos en pedir platos y dimos un repaso casi total a la carta. Comenzamos con la Insalata di sgombro, una ensalada típica de Cerdeña con hinojo, naranja sanguina, cebolla roja y el verdel marinado y ahumado, puro frescor en boca, ideal para comenzar el festín.

Le siguió un plato que nos enamoró, Carciofi e noci, unas alcachofas de temporada fritas, en su punto, plenos de sabor, que venían acompañadas de una vinagreta de nueces y una crema agria de menta con limón y vinagre. El juego entre las alcachofas y la crema agria era un espectáculo, pura explosión en boca, un festival.

Y qué decir del Tartare di manzo tagliata al coltello, un tartar tradicional, elaborado a partir de carne de vaca con mostaza, huevo, sal y pimienta, pero al que aportan un toque especial, propio, con la avellana y ralladura de cacao, un toque que te deja un maravilloso sabor de boca y que acompaña perfectamente al tartar. Un gran plato, sí señor.

Tras los Antipasti, no sumergimos de lleno en el mundo de la pasta, pasta que elaboran en el propio restaurante. Comenzamos con la Fregola allá sarda, otro viaje a Cerdeña, con este plato tradicional que parte de una pasta de grano pequeño, que en esta ocasión la sirven junto a una sopa de pescado de roca elaborada a partir de cabracho, perlón y salmonete, puro sabor a mar, una delicia.

La trufa negra y blanca son productos fetiche en el Civico 14, parte importante de su despensa y con la que hacen virguerías. A veces la utilizan en platos tan sencillos como la pappardelle con trufa negra, pasta y trufa, más sencillo imposible, un manjar, si os gusta la trufa en este restaurante encontraréis varias maneras de disfrutarlo.

Todavía nos quedaba el fin de fiesta, los dos últimos platos de pasta. Por un lado, Fusilli con guancia ibérica, su propia versión de una pasta bolognesa pero elevada a otro nivel, con un guiso de carrillera ibérica que es un auténtico festival, como para comerlo a cucharadas, pasta y carrilleras al que añaden pera con tomillo, una experiencia, un plato diez. Por otro lado, Risotto e limone, no podíamos ponerle mejor guinda a la parte salada, un risotto que primero se come con la vista, con ese color que le aporta la salsa americana y el carabinero y que luego es una explosión en boca, sabor de mar que viene acompañado del toque cítrico del limón y brócoli, culminado con un suave carpaccio de gamba roja, un conjunto que eleva el plato a otra dimensión.

De postre, el tiramisú es de obligada elección, uno de los mejores tiramisús que he comido y que podréis encontrar en Donostia, es mi humilde opinión, un tiramisú que se come solo, elaborado al momento, una delicia e ideal para endulzarnos la vida. Que no se me olvide el prepostre que nos sirvieron para hacer hueco para el tiramisú, unas fresas asadas con balsámico de Módena de 25 años y acompañadas de un cremoso de chocolate y pistacho.

Con la llegada de la primavera nuevos platos llegarán a la carta de Civico 14, como el carpaccio de pulpo o los cappelletti de cordero, xixa hori y almendra. Que no se me olvide su aperitivo de la tarde, de 17 a 20 pizza al taglio, Arancino o calamares, para disfrutar con un buen aperitivo italiano. Buon appetito!