La derecha, una bomba de relojería
La irrupción de Vox moviliza al electorado: se calcula que la participación será mayor al 70%
Si todas las elecciones encierran una sorpresa, las generales del 28 de abril guardan unas cuantas. La primera es bien previsible, pero aún se ... desconoce qué magnitud y alcance puede tener. Es la irrupción de Vox, un terremoto cantado, porque se ha convertido en el fenómeno de moda, en el factor rupturista y antisistema en la derecha española que va a canalizar un sentimiento de descontento y desafección hacia la política, que explicita el regreso del nacionalismo español y recupera una serie de banderas típicamente reaccionarias. Vox recibe el nuevo voto joven conservador y una parte sociológica de la tradicional familia popular está a punto de embarcarse en la nueva aventura 'trumpista'. El movimiento puede fracturar al PP y pasarle una dolorosa factura en la medida en la que le interpela sobre su propia identidad. Ya lo advirtió alguna vez Mariano Rajoy en un entorno privado: «no se valora el enorme esfuerzo que está haciendo mi partido por contener el nacionalismo español». Pues así es, este nacionalismo sale en tromba generacional y con poses de denuncia del sistema político constitucional del 78. Serán los nuevos 'indignados' rojigualdos.
En el Gobierno, a día de ayer, se calcula una relevante movilización el domingo, superior al 70% y que podría rebasar el índice alcanzado en junio de 2016. También se observa una consolidación del voto, pero la otra cara de ese aumento es arriesgada, y puede reflejar una entrada espectacular de Vox, mayor de la que se espera. Como todo tiene consecuencias, esta pulsión refuerza el eje derecha-izquierda, que, al parecer, resiste la tromba identitaria de los últimos meses, bien alimentada por el conflicto soberanista catalán.
El probable vuelco de Vox se produce, además, en un contexto en el que el PP y Ciudadanos libran una batalla fratricida por la futura recomposición del centro-derecha. Albert Rivera respondió ayer a las críticas de Pablo Casado. El duelo aporta una fuerte dosis de acidez a lo que parecía una luna de miel entre ambos. Los mensajes de ayer intentan blindar una futura coalición de gobierno. Pero este compromiso solo se activaría, lógicamente, en el caso de que el centro-derecha sumase y, en todo caso, necesitara los escaños de Vox para gobernar. Si no, saltaría por los aires. Toda una bomba de relojería.
Las claves
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Renuncia La marcha del PP de la concejal popular de Bilbao Beatriz Marcos explicita la contestación a Casado
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Dinámica de bloques La 'remontada' de Iglesias desconcierta al PSOE, que piensa que favorecerá al bloque de centroizquierda
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Futuros pactos El PNV intuye que el entendimiento entre PSOE y Cs está más maduro de lo que parece
El pulso ha tenido como botones de muestra el fichaje del expresidente de Madrid, Ángel Garrido, convertido en el episodio final de la última temporada de una serie televisiva. De la caída de Cristina Cifuentes a la 'venganza' urdida en silencio. Una trama perfecta para el mejor guionista. El abandono de la militancia en el PP de Beatriz Marcos, concejal de Bilbao durante dos décadas y crítica con el giro conservador del partido, es el último retrato vivo del malestar acumulado entre los populares vascos con la línea de Casado.
Pero las sorpresas no se intuyen solo en el centro-derecha. La amenaza política que representa Santiago Abascal puede provocar de rebote un revulsivo en la sociología del centro-izquierda para evitar, precisamente, que se repita la desmovilización andaluza. El PSOE cruza los dedos. Un último manifiesto de intelectuales y artistas, que se presenta hoy, reclama la movilización electoral «contra los odios de las mentiras reaccionarias», sin pedir el voto a ninguna sigla, es la punta del iceberg. Que este texto lo firmen algunos escritores que en su día apoyaron a Rivera resulta cuando menos llamativo. Toda una crónica de desamor.
Mientras tanto, Pablo Iglesias, cree que su remontada va a ser la gran sorpresa, «a pesar de los poderes económicos», e insiste en criticar a Pedro Sánchez porque, reitera, está más cerca de Ciudadanos que de un gobierno de izquierdas. Unidas Podemos ha encontrado en esta recta final un filón de ataque para cortar la corriente de voto útil. Sánchez, que en su día señaló que no entraba en sus planes ese pacto con Rivera, tampoco quiere ser más claro y atarse las manos, porque es consciente de que se asoma a un territorio de vértigo que no seduce a una parte de su electorado. Según algunos estudios demoscópicos, hasta un 60% de sus electores se inclina por un acuerdo de izquierdas, mientras el resto es el que ve con buenos ojos el entendimiento con Rivera.
La 'remontada'
El PNV se mueve algo incómodo en este escenario polarizado, en el que no es fácil trasladar con claridad el mensaje en defensa del autogobierno bajo los focos de una asfixiante y simplificadora dinámica política española. Pero como sabe que en algunos sectores de su electorado el discurso de Sánchez puede hacer mella, los jeltzales necesitan también blindar la posibilidad de una fuga de su voto, el más periférico. Tienen la percepción, de que en 'las alturas', la operación de un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos está más madura de lo que parece. Pero entre los socialistas se considera que este mensaje forma parte de la estrategia nacionalista. Estas horas finales serán de infarto. La nueva campaña, a la vuelta de la esquina. Y seis millones de indecisos que decantarán la balanza.
A contrapié
Madrid y Valencia, escenarios del cierre de las campañas de los candidatos
Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), los cuatro grandes candidatos a la Presidencia del Gobierno, han elegido Madrid y Valencia para sus actos de cierre de campaña de hoy viernes. Sánchez y Rivera protagonizarán sus últimos mítines en Valencia, mientras que Casado e Iglesias han optado por la capital de España para pedir el voto por última vez. También en Madrid cerrará el líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto en la plaza de Colón, donde está previsto que se manifieste a la misma hora un grupo de activistas del grupo feminista FEMEN.
En Euskadi, los principales candidatos del PNV se darán cita en Bilbao, como el PP, que lo hará por la mañana. PSE y Cs lo harán en Vitoria, mientras que EH Bildu se traslada a Errenteria. Podemos tendrá un acto en Gallarta.
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