El voto en Gipuzkoa, una competición con sorpresas
Elecciones ·
El PNV se ha mantenido firme en el liderato, pero con dos contratiempos, las victorias inesperadas del PSE en 2007 y la de EH Bildu en 2011Las elecciones forales y municipales están a la vuelta de la esquina y los estrategas de los diferentes partidos perfilan la agenda para una campaña ... que se prevé intensa. En Gipuzkoa la pugna se presenta especialmente reñida, con PNV y EH Bildu en cerrada lucha para hacerse con el liderazgo de la Diputación y del poder municipal, con ligera ventaja en los sondeos para los jeltzales. El PSE, por su parte, intentará revalidar su peso en la institución foral y en los ayuntamientos donde gobierna, en tanto que el PP aspira a remontar desde una posición casi marginal. En Podemos la incógnita radica en conocer si la polémica con Sumar les restará fuerza.
Este es el escenario de partida para el 28-M, pero, ¿cómo ha sido la evolución del voto de los cinco partidos con mayor peso en Gipuzkoa en las últimas cinco convocatorias forales y municipales? En este reportaje, que analiza los datos electorales desde 2003, se podrá comprobar que no siempre las previsiones se cumplen y que se producen sonoras sorpresas.
PNV
Al mando del territorio, pero no siempre
El PNV mantiene un claro liderato en Gipuzkoa, casi de manera ininterrumpida desde los primeros comicios democráticos, excepto entre 1985 y 1991, años en los que gobernó EA con Imanol Murua a la cabeza. A partir de 2003 se ha visto desplazado como partido más votado dos veces, aunque sólo en una de ellas perdió el mando en el palacio foral.
Si comenzamos el periplo en 2003, en las elecciones municipales y forales de aquel año logró 156.264 votos que se tradujeron en 27 escaños en las Juntas Generales, yendo en coalición con EA, de manera que el jeltzale Joxe Joan Gonzalez de Txabarri fue nombrado diputado general.
El primer resbalón se produjo en las siguientes elecciones (2007), con la izquierda abertzale ya ilegalizada. PNV y EA concurrieron por separado y la división conllevó que los jeltzales bajaran a 71.795 papeletas (16 escaños ) y EA lograse 34.149 (7). El resultado colocó al PSE como primer partido, pero el PNV volvió a pactar con EA y el diputado general fue Markel Olano. El segundo tropiezo se produjo en 2011 cuando el PNV, pese a incrementar sus votos hasta los 80.864 (14 escaños), quedó por detrás de Bildu, perdiendo la Diputación en favor de la coalición independentista.
En 2015 el PNV recuperó el liderazgo en la institución foral (112.918 votos y 18 procuradores), toda una sorpresa porque las encuestas no pronosticaban tal subidón. Los jeltzales repitieron en 2019 mejorando los resultados (130.767 papeletas y 20 escaños). Estos últimos ocho años el Gobierno ha sido de coalición con el PSE y con Markel Olano a la cabeza.
Estas fluctuaciones han tenido su reflejo en la distribución del poder municipal. Así en 2011, cuando el PNV fue vencido por EH Bildu, los jeltzales perdieron alcaldías de fuerte raigambre para este partido, como Azkoitia, Azpeitia, Ordizia y Tolosa. En las convocatorias siguientes fueron recomponiendo parte del poder perdido. Así, en los últimos comicios (2019) recuperaron Tolosa y ganaron en Arrasate, pero a su vez fueron superados por EH Bildu en Zumaia, Bergara o Mutriku.
EH Bildu
A la zaga del PNV, excepto en 2011, cuando ganó
La perenne aspiración de la izquierda abertzale de superar al PNV se hizo realidad en Gipuzkoa en 2011. En febrero de ese año los nuevos estatutos de Sortu apostaron por las vías democráticas. Fruto de ese cambio, el Constitucional avaló las listas de Bildu y bajo esas siglas concurrieron a las elecciones Sortu, EA y Alternatiba. Hay que tener en cuenta que la legalización se produjo a las 00.21 del 6 de mayo, es decir, recién iniciada la campaña electoral, después de días en los que Bildu fue el centro de atención ante la duda de si podría o no concurrir a los comicios.
En este escenario de enorme motivación y ante el inicio de un ciclo de desmarque de la violencia, Bildu fue la fuerza más votada (119.100 papeletas, 22 procuradores). Superó al PNV por 38.000 votos y ocho escaños en las Juntas. Fue nombrado diputado general Martín Garitano. En esos comicios la coalición acumuló un poder municipal casi absoluto, haciéndose con las alcaldías de 56 municipios, dando la campanada en Donostia y Errenteria, bastiones del PNV y del PSE respectivamente. Los jeltzales solo vencieron en cinco localidades y los socialistas en cuatro.
Las tornas cambiaron en 2015. Tras una legislatura en la que Bildu cometió errores mayúsculos, por ejemplo, en la gestión de los residuos, la coalición descendió a 103.140 votos (17 junteros), incluso habiendo incorporado a Aralar, que en 2011 obtuvo 17.233 votos y un escaño. En 2019 se recuperó hasta cosechar 116.113 papeletas (17 escaños), pero en ambos comicios la coalición se situó de nuevo por detrás del PNV.
En 2003 y 2007 se registró un abultado porcentaje de votos nulos, 11,24% y 21,62%, respectivamente, a Juntas. En el primer caso fue en respuesta a la anulación por parte del TC de 225 listas de Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB) y agrupaciones locales afines por ser «continuidad de Batasuna». Cuatro años después ocurrió lo mismo a 133 de las 256 listas de Acción Nacionalista Vasca (ANV).
PSE-EE
Una trayectoria estable en los últimos años
El dominio que mostró el PNV desde 2003 tuvo su primer contratiempo en los comicios de 2007, cuando los socialistas se alzaron con el triunfo contra todo pronóstico con 76.868 votos y 16 escaños. La izquierda abertzale se encontraba ilegalizada en ese periodo. El descalabro de los jeltzales se produjo, como se ha señalado anteriormente, tras el divorcio con EA. También pudo influir la trama fraudulenta descubierta en la Hacienda de Irun y que se llevó por delante a un senador del PNV. De esta manera, el socialista Miguel Buen se situó en cabeza para ser elegido diputado general, aunque con una diferencia de sólo 5.073 votos. No lo consiguió porque finalmente PNV y EA, pese a sus diferencias, pactaron tras unas negociaciones que estuvieron al borde de la ruptura hasta última hora, para situar a Markel Olano al frente de la institución foral.
Los socialistas registraron en la siguiente convocatoria (2011) una bajada sustancial, con 59.008 papeletas y diez procuradores. En cuatro años se dejaron en el camino 17.860 apoyos, que se tradujeron en seis procuradores menos. El batacazo vino motivado en parte por el declive que experimentaban los socialistas en ese periodo en el conjunto del Estado.
En 2015 prácticamente repitieron votos, pero con un juntero menos. En los últimos comicios (2019) el PSE repuntó hasta las 62.788 papeletas y recuperaron el noveno procurador.
Los socialistas, con algunos altibajos, han conseguido mantener sus alcaldías tradicionales, aunque la pérdida de Donostia supuso un fuerte varapalo. En 2011 Juan Karlos Izagirre desplazó a Odón Elorza de Ijentea, tras veinte años de mandato de este último. El PSE conserva hoy seis feudos: Irun, Eibar, Zumarraga, Pasaia, Andoain y Lasarte-Oria. No ha conseguido recuperar Errenteria.
Podemos
Un arranque potente seguido del declive
La irrupción de Podemos se produjo en Euskadi en las elecciones europeas de 2014 logrando en Gipuzkoa un discreto resultado: 15.035 votos. En las forales y municipales de mayo de 2015 obtuvo un más que notable incremento: 43.126 y seis procuradores, aunque se suponía que el 'mordisco' al PSE les iba a procurar un mayor respaldo. En la siguiente convocatoria a las urnas (2019), la formación que integraba también a Ezker Anitza-IU y Equo Berdeak redujo su respaldo a 32.831 papeletas y cuatro procuradores. Fue un duro varapalo –las encuestas no lo detectaron– provocado probablemente por las crisis internas.
El recorrido de la formación ha estado marcado por un acusado declive porque no hay que olvidar que en las elecciones generales de 2015 se situó como primera fuerza en Euskadi y también en Gipuzkoa, con 97.859 papeletas en este territorio, lo que les permitió enviar dos diputados al Congreso. Ese brillante resultado, que les hubiera proporcionado una potente representación en las Juntas y en los ayuntamientos, no se repitió en las convocatorias posteriores, todo lo contrario, entre 2015 y 2019 se han dejado 65.000 votos en el camino.
PP
Desde hace una década pierde apoyos en cada elección
En las últimas elecciones municipales y forales (2019) los populares sufrieron un retroceso en el conjunto de Euskadi, perdiendo 35.000 votos, el peor resultado de su historia en estos comicios. En el caso de las Juntas de Gipuzkoa, Juan Carlos Cano revalidó el único escaño con que contaba la formación. Desde 2003 los populares profundizan un declive que se acentúa convocatoria tras convocatoria. Hay que tener en cuenta que hace diez años obtuvieron 50.415 votos (ocho escaños) para bajar en 2007 a 35.017 (seis procuradores) y desplomarse hasta los 19.395 de 2015 (un juntero) y los 17.303 de 2019 (un escaño). Si bien hace una década el PP tenía cierta fuerza en las Juntas, en los ayuntamientos languidece desde que Gregorio Ordóñez, que a punto estuvo de ser alcalde de Donostia, fue asesinado por ETA en 1995.
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