Las 'ventanas de oportunidad' se cuelan en la campaña
Otxandiano lanza una propuesta confederal para propiciar un acuerdo sobre el nuevo estatus con el PNV en la próxima legislatura pese a que el debate electoral gira sobre Osakidetza o la vivienda
La campaña vivió este jueves una jornada de transición porque estuvo paralizada por completo en Bizkaia por la fiesta del Athletic y la gabarra con ... la Copa. Una exhibición de masas con múltiples facetas a escudriñar a la hora de descubrir la fuerza de las emociones y el gran poder del fútbol. Es un momento extraño, porque, aunque aún no hay ambiente electoral, sí han aparecido los primeros nervios e Imanol Pradales, el aspirante del PNV –que este jueves remó con la trainera 'La Sotera' de Santurtzi para homenajear al equipo al paso de la gabarra– empieza a sentir el marcaje y la presión de la carrera, que es ajustada. Muy ajustada.
El debate en euskera del pasado miércoles en ETB1 puede ser un primer botón de muestra de que el tiempo también hace su mella. A Pradales le empieza a faltar campaña y mayor margen de pista para crecer. Y a Pello Otxandiano, el cartel de EH Bildu, quizá le comience a sobrar campaña cuando tiene el viento de los sondeos a favor y dosifica sus mensajes para no pisar charcos y no cometer errores. Y por ahora la estrategia parece que le funciona. Aunque queda partido. Todos deberían tenerlo en cuenta. El primer duelo televisivo, en LA 1 de TVE, tuvo un 10,6 de audiencia y el espacio de ETB1 un 4,1.
Es verdad que el debate del autogobierno ha quedado bastante relegado estos días, pero en las últimas horas ha surgido una cuestión llamativa. Otxandiano levantó la liebre el pasado miércoles al destapar la carta confederal, más allá de su clásico pedigrí independentista que hoy envuelven en celofán suave y no consideran una cuestión urgente. En realidad, la apuesta confederal ya sonaba en la letra y en la música que EH Bildu realizó junto al PNV de Joseba Egibar en el famoso acuerdo de bases para lograr un nuevo estatus de autogobierno. Aquel pacto se basaba en la relación confederal con el Estado, en la bilateralidad, en el reconocimiento de la realidad nacional vasca y de la plurinacionalidad del Estado y en el derecho a decidir, que es la cuestión más espinosa porque no cabe fragmentación de la actual soberanía nacional española si no hay una reforma previa de la Constitución. Todo esto son palabras mayores de las que no se habla en campaña, pero que, tarde o temprano, volverán a aparecer en la conversación pública. EH Bildu plantea una oferta confederal con el objetivo de llegar a un nuevo acuerdo con el PNV. Ese es el telón de fondo que no debería sorprender tras los comicios.
La gabarra de la victoria del Athletic paró la campaña en Bizkaia
La bandera confederal mete un nuevo argumento en un debate sobre el estatus de autogobierno que apenas tiene eco porque la batalla está centrada en las 'cosas del comer', en la Sanidad pública, en la vivienda, en la seguridad y en la educación. El debate de la independencia ni está ni se le espera. Por ahora.
La distancia catalana
El cambio de imaginario tiene la virtualidad de poner tierra de distancia con Cataluña. La dinámica catalana, sobre todo la que gira alrededor de Puigdemont y su regreso al sur de Francia a jugar al gato y al ratón, es vista con una evidente distancia desde Euskadi. Y este alejamiento tiene su significado.
Otra cosa es que Puigdemont hubiera decidido volver a Cataluña con todas las consecuencias, pero no es el caso. Y ese cálculo en modular una resistencia a la carta como táctica electoral también tiene sus límites. Incluso está recibiendo críticas internas en el seno de EH Bildu, que es socio de ERC, que lógicamente tiene miedo a perder espacio en la pugna entre Puigdemont e Illa, que se avecina de muy alto voltaje. El divorcio de EH Bildu con Puigdemont tiene un gran alcance político para los próximos tiempos, aunque ahora pueda pasar de tapadillo ante la opinión pública.
El creciente divorcio entre EH Bildu y Puigdemont refleja el cambio vasco
El fin de semana va a empezar en el fondo la campaña electoral. Viene Pedro Sánchez a un acto mañana en Tabakalera a insuflar energía al PSE liderado por Eneko Andueza, que necesita fortalecer su discurso de 'izquierda útil' para frenar la polarización nacionalista con la agenda socialdemócrata.
Los socialistas confían que buena parte del electorado que apoyó a Sánchez en julio –y que le hizo ganar en el País Vasco con sectores que procedían también del nacionalismo– mantenga la papeleta socialista. Atención al discurso del presidente, que la frágil estabilidad de la legislatura dependerá del desenlace de las elecciones catalanas pero también se juega mucho en las vascas. Y el PP también pone a prueba su estrategia frente a Sánchez, persuadido de que un sector del PNV –que ubica en el centroderecha sociológico– comparte su mensaje.
Encuesta electoral en DV este fin de semana
La empresa Ikerfel pública a partir de este sábado en este periódico y en tres tomas una amplia encuesta socioelectoral centrada en la consulta en las urnas el 21 de abril. El sondeo que comenzará a publicarse mañana valorará a los candidatos y abordará la fidelidad del voto por edad y género. El domingo incluirá una radiografía de intención de voto y de las posibles coaliciones, del Gobierno de Sánchez y la situación de Cataluña. Y el lunes una consulta sobre la gestión del Gobierno Vasco y los temas que inquietan.
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