La falta de microchips y el Covid desplomaron la venta de coches en Gipuzkoa el año pasado

Los datos dados a conocer este lunes por las patronales de fabricantes de coches (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores y reparadores (Ganvam) permiten conocer la evolución por tipo de vehículo. Así, los de gasolina registraron en Gipuzkoa un descenso de ventas del 31,4% y los diésel del 37,44%, en tanto que los eléctricos se incrementaron un 63% (971 coches). En cuanto al tipo de clientes, los adquiridos por particulares cayeron un 26,9% y los de empresa solo un 0,97%.

Los datos resultan igual de desoladores para el conjunto de Euskadi. Los 24.716 vehículos vendidos el año pasado suponen un 18,3% menos que en 2020 y un 37,8% por debajo del añorado 2019, cuando se registraron 39.763 unidades ventidas. Es el peor dato al menos desde 2007, cuando se alcanzó un pico de 57.000 coches vendidos. En el conjunto del Estado las matriculaciones se situaron en 859.477 unidades en 2021, lo que supone un aumento del 1% en comparación con las 851.210 de 2020, pero lejos de las 1,26 millones de 2019.

Estos malos resultados obedecen a que el sector ha soportado tres losas que le han impedido despegar. La primera ha sido lo que en economía se denomina un 'cisne negro', es decir, un hecho inesperado que trunca la normal evolución de los acontencimientos. En esta ocasión esa sorpresa ha sido la falta de microchips que ha conllevado una crisis de producción y, en consecuencia, que los concesionarios hayan dispuesto de menos vehículos para comercializar.

La segunda razón que explica la caída viene de atrás, la creciente incertidumbre sobre qué tipo de vehículo comprar: gasolina, diésel, eléctrico, híbrido u otras variantes. El potencial cliente está retrasando la adquisición porque no sabe qué hacer debido a que, por un lado, sabe que la electrificación es el futuro pero, por otro, estos modelos son más caros y, además, la red de recarga de baterías se encuentra en pañales.

Por último, a estos dos lastres hay que añadir el impacto de la entrada en vigor el pasado sábado del nuevo impuesto de matriculación. La tasa está ligada a la nueva norma de emisiones WLTP, mucho más exigente y que eleva, según Faconauto, a entre 800 y 1.000 euros de media el precio de los automóviles en España. La patronal estima que este alza supondrá que se dejen de vender 100.000 unidades.

A todo ello hay que añadir una recuperación económina que no acaba de carburar como se preveía, de manera que las múltiples incógitas que plantea la pandemia retrae a los consumidores.

En consecuencia, 2021 fue un mal año y, para enfado de los concesionarios, en 2022 persistirán los nubarrones. Esta es la predicción que realizó Faconauto en la II Jornada de Automoción del País Vasco que se desarrolló el mes pasado en Donostia. La patronal estima que el mercado rebotará un 13% en Euskadi en el presente ejercicio, alcanzando apenas las 25.000 matriculaciones.

Los concesionarios guipuzcoanos corroboran el balance de Faconauto. Javier Bagués, presidente de Ventas de la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA) y gerente del Grupo Gorla (Opel, Mercedes, Peugeot, Ford, Toyota y Citroën) asegura que ha sido un 'annus horribilis' y agrega que «pintan bastos». Su grupo ha registrado una caída en ventas del 20% «y eso que en 2020 no tuvimos datos tan malos en comparación con 2019». Respecto al impuesto de matriculación, señala que no cree que su subida afecte tanto. «El problema -subraya- es que no hay coches» por la falta de microchips.

Y es que este componente es el gran enemigo. Así, Bagués desvela que en Toyota, por ejemplo, sí disponen de 'stock', pero en otras marcas la espera se alarga tres meses y en furgonetas pequeñas utilitarias, «hasta los nueve».

Preguntado por si el año recién estrenado será el del despegue del coche eléctrico, responde que no. «La economía no ayuda, desde luego, pero es que las infraestructuras no están preparadas. Pienso que será un jugador más del tablero, pero no el único». Finalmente, el presidente de AEGA reclama ayudas institucionales. Y aclara que no se refiere únicamente a las subvenciones como el MOVES, sino a ayudas dirigidas a coches de gasolina y diésel.

Desde Easo Motor, que representa a cinco marcas en el territorio (Ford, Hyundai, Mazda, Land Rover y Jaguar), su director general, Jon Tolaretxipi, también cifra en un 20% la caída de 2021. «Hemos vendido 6.000 coches cuando el objetivo era 8.000, aunque es verdad que en la cartera de pedidos tenemos 1.200 más que aún no se han entregado».

Entre las pocas cosas positivas, destaca que el mercado de vehículos de ocasión ha crecido un 15%. Por lo demás, Tolaretxipi cita la falta de microchips, la incertidumbre derivada del Covid, la pérdida de confianza y la electrificación como las causas que explican el descalabro. De cara a 2022 sus previsiones son «pesimistas. Toca nadar y guardar la ropa. Nuestra intención es vender 7.000 coches».