Casi la mitad de las oficinas en Gipuzkoa del SEPE que tramitan el paro no da ya cita previa
Cinco de las doce existentes son incapaces de ofrecer una cita presencial, mientras que tan solo una la da en menos de siete días
Lucía Palacios y Pilar Aranguren
Madrid | San Sebastián
Jueves, 12 de junio 2025, 00:01
SOS de los funcionarios del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal). El organismo encargado de gestionar las prestaciones por desempleo está al borde del colapso ... en toda España, según denuncian los sindicatos CCOOy CSIF. Incluso en varias provincias españolas puede decirse que ya ha colapsado, como Madrid, Guadalajara y Tarragona, donde es imposible que los ciudadanos consigan una cita previa y resuelvan sus dudas o se den de alta para cobrar una ayuda (tanto contributiva como asistencial) tras quedarse sin empleo, o bien tras haber entrado en un ERTE. Y en otras provincias como Barcelona, Baleares, Alicante, Gerona o Lérida es prácticamente imposible. En Gipuzkoa la situación tampoco es nada halagüeña, porque en cinco de las doce oficinas no se puede conseguir cita previa, lo que supone el 42% del total, por encima de la media española que es del 37,8%.
Por su parte, solo en una se daba cita en la semana del 7 de junio en menos de siete días, 2 daban entre nueve y trece días, y 3 entre veintidós y veintisiete días y 1 para un mes.
En Euskadi el SEPE y Lanbide comparten oficinas, pero son servicios diferentes y el organismo vasco funciona con fluidez
Aunque en Euskadi el SEPE comparte espacio con Lanbide en muchas de las oficinas, se trata de dos organismos distintos, el primero estatal y el segundo dependiente del Gobierno Vasco y que presta servicios relacionados con el empleo –orientación, formación, activación...– y la RGI, pero no las prestaciones de desempleo, reservadas al SEPE. El Departamento de Economía, Trabajo y Empleo aclara que Lanbide «funciona con total fluidez».
La sobrecarga de trabajo que han ido acumulando en estos últimos años el Servicio Estatal unido a la falta de personas, con una oleada de bajas y jubilaciones, imposibilida atender al público y ofrecer citas previas en prácticamente cuatro de cada diez oficinas a lo largo y ancho del territorio nacional. Así ha ocurrido la semana del 7 de junio, donde solo la mitad de los centros del SEPE han sido capaces de responder con una cita en un periodo inferior a una semana, según precisa CCOOen un comunicado.
715
oficinas tiene el SEPE en España para atender a los parados y beneficiarios de los subsidios por desempleo. Un total de 4.802 empleados públicos las atienden, aunque más de la mitad de estos centros están infradotados de personal.
La otra mitad está claramente por encima de esos tiempos y en su gran mayoría no están operativas para el público. «Son oficinas presenciales en donde el nivel de saturación que padecen les impide ofrecer ninguna cita e incluso oficinas que temporalmente han cerrado por carecer de personal», se lamenta el sindicato liderado por Unai Sordo.
Escasez de plantilla
La escasez de plantilla es el problema primordial de este organismo público. La red de Oficinas del SEPE cuenta actualmente con un total de 4.802 efectivos repartidos entre sus 715 oficinas, cuando nunca debería haber bajado de los 7.150 trabajadores. CC OO señala que faltan 2.348 personas, casi un 50% del que tiene actualmente, «un personal que debiera ser principalmente de nivel técnico para evitar la sobreexplotación que sufre actualmente un elevado porcentaje de la plantilla en la red de oficinas que se ve en la obligación de dar información y realizar gestiones muy por encima del nivel que se le puede exigir en función de la categoría con la que está contratado». Por eso los funcionarios no quieren ir al SEPE y sufre una de las mayores tasas de vacantes de empleo público, puesto que trabajar aquí no es nada atractivo, ni por funciones ni por salario, tal y como sostiene CSIF. Así lo refleja el último concurso de puestos en el organismo resuelto el pasado mes de febrero, donde se ofertaron 1.347 plazas y 598 quedaron desiertas.
«Nos encontramos en el peor momento de la historia del organismo», advierte CSIF en un informe interno, donde hace hincapié en que la plantilla está extenuada y bajo mínimo, con solo 7.389 empleados públicos en total, de los cuales casi 500 son interinos o eventuales. Además, el grado de envejecimiento es elevado, con más de la mitad de trabajadores (56%) por encima de los 50 años y 1.500 al borde de la jubilación.
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