«Lo que podía haber sido una desgracia, se queda en una anécdota»
Arantxa Tapia sale ilesa, junto al ministro de industria argentino y otras ocho personas, de un aparatoso accidente al desplomarse un ascensor
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y su directora de gabinete y comuicación, Larraitz Gezala, evocan con una sonrisa el suceso, aunque a última hora de ayer aún no habían logrado quitarse el susto del cuerpo. Ambas, junto al ministro de Producción argentino, Dante Sica, y otras siete personas, salieron el martes ilesas de un aparatoso accidente al caer cerca de diez metros un ascensor cuyas puertas aún no se habían cerrado durante su visita al país austral.
Según relató a última hora de ayer a DV la propia consejera Tapia, «el susto ha sido enorme, pero, afortunadamente, lo que podía haber sido una desgracia terrible se ha quedado en una anécdota que trataremos de olvidar rápidamente», Y, a renglón seguido, añadió que, tras el accidente, la delegación vasca que participaba en Buenos Aires en la XXIV Conferencia Industrial Argentina continuó con su agenda.
La consejera relató que cuando un grupo de diez personas se dirigía a una sala para celebrar una reunión entre ambos mandatarios, el montacargas elegido para trasladar al equipo (Tapia niega que se utilizara ese elevador secundario para evitar a la prensa, como sugirieron algunos medios escritos argentinos) comenzó a caer desde un segundo piso antes de que se cerraran sus puertas, para aterrizar bruscamente en el foso.
«Una caída libre así de un montacargas es algo muy duro de imaginar y aún más duro de vivir»
«Fue una caída libre terrible, y el golpe al llegar al suelo, muy fuerte, pero tras unos momentos iniciales de tensión vimos que todos estábamos bien», rememora la consejera, que insiste en que «afortunadamente, estamos todos ilesos». A pesar de transmitir tranquilidad, acompañada incluso de alguna sonrisa, la consejera recalca que la caída «podía haber sido un verdadero desastre». «Un ascensor así, precipitándose diez metros en caída libre es muy duro de imaginar y más duro de vivir», afirma.
Y es que, según algunas de las personas presentes en la escena del accidente y que no llegaron a abordar el montacargas, el aparato, literalmente, «desapareció en un momento con las puertas abiertas». Es más, hubo quien se disponía a entrar en ese instante y tuvo el arrojo o el instinto de saltar al interior al perder el pie cuando se adentraba en el ascensor y éste empezó su precipitado descenso. Otros, en concreto un miembro del equipo de seguridad, saltó hacia atrás para evitar la caída.
«Tuve tiempo de decirle al ministro que nosotros tenemos a Orona, que hace ascensores estupendos»
Arantxa Tapia desveló que fue el propio ministro Sica quien, una vez comprobada la ausencia de daños de importancia (la consejera sufre una pequeña molestia en una rodilla) rompió el hielo y usó el humor para animar los diez minutos que tardaron los servicios de rescate en abrir las puertas.
«Nos dijo que era su cumpleaños, y le felicitamos bajo la luz de los móviles, y hasta tuve tiempo de explicarle que nosotros tenemos a Orona, que hace unos ascensores estupendos», concluye, divertida, Tapia.