Rosa Querejeta (Directora de Fabricación de Zardoya OTIS en España): «En Donostia fabricaremos las máquinas para los ascensores de OTIS de todo el mundo»
Rosa Querejeta | Directora de Fabricación de Zardoya OTIS en España ·
«La multinacional aprobó la construcción de una nueva planta en Eskuzaitzeta por el conocimiento y la eficiencia demostrada en la fábrica de Altza»Zardoya OTIS ultima la construcción de la nueva y ultramoderna planta de ascensores en Eskuzaitzeta (Donostia), cuya inauguración tendrá lugar en mayo de 2022. Al ... frente de la misma y de las otras dos fábricas de la multinacional norteamericana en España –Madrid y Vigo– se encuentra Rosa Querejeta. Esta ingeniera licenciada en Tecnun fue la primera mujer con este título universitario en OTIS-España. Ha vivido en Londres y ahora en Madrid, pero lleva a gala ser donostiarra. Querejeta subraya que la decisión de la multinacional de cerrar Altza e invertir 17 millones de euros en Eskuzaitzeta «se debe al conocimiento y eficiencia que hemos demostrado aquí desde hace años».
– Zardoya-OTIS forma parte de una multinacional con 69.000 trabajadores, que cotiza en Bolsa y cuya sede radica en EE UU, pero sus orígenes se encuentran en Donostia, donde permanece. ¿Estamos ante un raro caso de 'no' desarraigo?
– Así es. Hemos decidido invertir en futuro y lo queremos hacer aquí. La localización de Altza no era viable y menos ahora, cuando toda la industria está inmersa en una transformación. Altza siempre ha sido una fábrica muy eficiente y puntera, un referencia a nivel mundial, pero la ubicación no acompaña.
– OTIS podía haberse permitido construir la fábrica en cualquier lugar del mundo. ¿Por qué apuesta por continuar en Donostia?
– Por el 'know-how' (conocimiento) existente en el equipo de San Sebastián. Aquí hay industria y la gente parece que nace sabiendo de fábricas. Esto es un valor importantísimo. El buen hacer y la cultura que atesora esta factoría ha primado mucho más que otras consideraciones. También nos distingue que somos muy muy eficientes. Sabemos con quién competimos. Si quieres mantener una factoría en San Sebastián no tienes más remedio que ser mejor que los demás. Vamos siempre un paso por delante en innovación, tanto en el producto como en los procesos de fabricación. Esta es nuestra identidad, algo que por otra parte es muy común al resto de la industria del entorno. También cuenta a favor la potente red de proveedores, entre ellos empresas de mecanizado, fundiciones o de ensamblaje.
– Hablando de competencia, la tienen cerca, con Orona...
– Nuestra competencia ha sido mantener la fábrica aquí. No competimos con los competidores de OTIS, sino en lograr que dentro del grupo se aceptara que la planta continuara aquí, de ahí el empeño en innovar. Y este ha sido el premio.
«La planta de Altza siempre ha sido muy puntera, pero el entorno no acompaña»
– ¿El grupo no se planteó en ningún momento otra ubicación?
– Tienes que vender el proyecto y disponer de un plan de negocio. La iniciativa de la nueva fábrica nació aquí. Fuimos a la sede central en Estados Unidos y planteamos un proyecto de mucho futuro para OTIS. Les hicimos venir y en la visita contamos con el apoyo del alcalde, que les trasladó que la ciudad respaldaba la iniciativa. A todo ello hay que añadir que dentro del grupo contamos con el prestigio de hacerlo bien. Además, la I+D se realiza conjuntamente en Donostia y en Madrid, así que la planta de aquí forma parte del centro de excelencia de máquinas de donde surgen los equipos que permiten desarrollar otro tipo de ascensores. Así fue como ganamos la apuesta de quedarnos en San Sebastián.
– Usted es donostiarra, quizá por ello ha puesto un empeño especial en lograrlo.
– Cuando propones un proyecto que parte del corazón se nota en el entusiasmo que pones en él. Pero lo más importante ha sido la cultura de la calidad y de precisión que existe en esta fábrica.
Noticia Relacionada
«Queremos lograr la mayor eficiencia energética»
– Cuando subraya la importancia de la innovación, ¿a qué se refiere? Un lego como yo solo ve un artilugio que sube y baja.
– Eso me pasó a mi cuando estudié ingeniería, pero la realidad es que un ascensor es un ecosistema muy completo porque aúna mecánica, seguridad, diseño, mantenimiento, sensórica y muchísima electrónica. Son ascensores 'nativos' de la época de la digitalización. Están monitorizados en remoto permanentemente y se puede predecir cuándo va a sufrir alguna avería. Por poner un ejemplo, los ascensores disponen de una pantalla y si una persona se encuentra atrapada, un técnico de la empresa aparecerá en ella y le tranquilizará, al tiempo que en remoto puede volver a ponerlo en marcha en cinco minutos. El ascensor es la columna vertebral de cualquier edificio.
«Aquí parece que se nace sabiendo de fábricas y eso cuenta mucho a la hora de atraer inversiones»
– ¿Ha encontrado en Gipuzkoa los profesionales que necesitaba o estamos escasos de talento?
– La práctica totalidad de los ingenieros son de Tecnun, aquí hay mucho talento. Soy directora de fabricación de esta planta y también de las de Madrid y Vigo. En las tres, el 50% del personal son ingenieros y de ellos el 30% mujeres. En San Sebastián la plantilla asciende a 200 personas. Si la producción se incrementa, también lo hará la plantilla.
– ¿Cuándo se pondrá en marcha la nueva factoría?
–El traslado será progresivo y durará este año y parte del que viene, con el objetivo de inaugurarla en mayo o junio de 2022. La producción no se parará en ningún momento, no nos lo podemos permitir, porque en esta planta se fabricarán los motores de los ascensores de OTIS de todo el mundo.
– ¿Cuál será su especificidad respecto a otras factorías del grupo?
– Será puntera en tecnología, de manera que podremos incrementar los volúmenes de producción, porque será escalable. Nos permitirá seguir siendo el centro de desarrollo de las máquinas GreenPower, que son la base del ascensor Gen2, nuestra referencia a nivel mundial.
– ¿Esta inversión conllevará que la compañía se abra a nuevos nichos de mercado?
– Sí, por ejemplo, el de las viviendas unifamiliares, donde existe un enorme mercado en España y en Europa. La gente no quiere subir y bajar escaleras. Tenemos ascensores que encajan en huecos de menos de un metro, para una sola persona. Esta medida también permite instalarlos en edificios antiguos o en rehabilitación con poco espacio. Otros nichos de negocio son los ascensores para cruceros, un mercado muy boyante.
«En Donostia fabricamos el corazón del ascensor y los elementos de seguridad, que son claves»
– ¿Y ascensores de alta velocidad para rascacielos?
– Aquí fabricamos máquinas para ascensores que se desplazan a una velocidad de 3,5 metros por segundo. No están diseñadas para grandes rascacielos, pero sí las hemos colocado en instalaciones emblemáticas como puede ser el Metro de Riad, el aeropuerto de Kuwait, la torre dos de Belgrado o un nuevo edificio que se acaba de construir en La Défense, en París.
– ¿Cuánto se incrementará la facturación con la nueva planta?
– Ese dato no podemos darlo. De todas formas, lo importante de esta inversión es que nos permitirá absorber el incremento de pedidos que obtenga la compañía según se vaya expandiendo y, en consecuencia, aumentar la facturación.
– ¿Y el incremento en volumen de producción?
– Ahora fabricamos 50.000 máquinas al año, 90.000 elementos de seguridad y 70.000 limitadores de velocidad. El 80% para exportación. El corazón del ascensor y los elementos de seguridad los hacemos nosotros.
– ¿Cuánto más se podrá fabricar?
– Que me pongan un reto. No voy a dar una cifra, pero podemos incrementar el volumen mucho más. El futuro está en esta planta.
– ¿Les ha afectado la crisis económica provocada por la pandemia?
– Las fábricas de España no se han visto afectadas en resultados, pero ha habido que superar problemas, como la falta de suministros desde China o Italia. Tengo que agradecer a mi equipo el enorme trabajo realizado para mantener la producción. Por lo que se refiere a las medidas de seguridad, han sido máximas.
– En 2020 la facturación ascendió a 786 millones ¿Cuáles son las perspectivas para 2021?
– Esa cifra corresponde a España, Portugal y Marruecos. Las perspectivas son buenas, porque como exportamos el 80% de la producción, la bajada que se puede registrar en una parte del mundo queda compensada por la subida de la otra parte.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión