Las jubiladas logran ya los 1.379 euros de pensión pero trece años después que los hombres
Los varones guipuzcoanos percibían esa cantidad en 2012 y ahora su prestación es de 2.084 euros, 704 más que la de ellas, aunque la brecha se ha ido estrechando
Las revalorizaciones que están registrando las pensiones vinculadas a la evolución de la inflación está permitiendo que las prestaciones se incrementen a mayor ritmo en ... los últimos años y que las de jubilación que perciben las mujeres se acerquen ya a los 1.400 euros en Gipuzkoa. En concreto, en mayo la pensión media de las jubiladas del territorio llegó a los 1.379 euros, una cifra que los hombres ya percibían en 2012, por lo que las féminas han tardado trece años en lograr ese registro.
Así lo reflejan los datos de la Seguridad Social, lo que deja patente que las pensiones de jubilación de las mujeres distan todavía mucho de la de los hombres, aunque esa brecha histórica se ha ido estrechando paulatinamente.
Pero las jubiladas guipuzcoanas han tenido que esperar esos trece años para poder alcanzar una pensión que ya disfrutaban los hombres en 2012. Entonces, ellos percibían de media 1.381 euros, mientras que las féminas tan solo cobraban 718 euros. Eran 563 euros de diferencia. Como se puede ver en el gráfico adjunto, la prestación de las mujeres ha ido creciendo en esos años hasta alcanzar los 1.379 de mayo de este año, aunque también lo ha hecho la de los jubilados guipuzcoanos, que perciben ahora 2.084 euros. De hecho, los hombres rebasaron la barrera de los 2.000 euros el año pasado. Una cifra que por ahora queda muy lejos para las mujeres que se jubilan.
Con todo, la brecha entre las pensiones de jubilación de las mujeres respecto a la de los hombres se ha ido estrechando poco a poco en términos porcentuales, no así en cifras brutas, ya que en la actualidad es de 704 euros, mientras que en 2012 era de 563 euros.
Pero si se tiene en cuenta la proporción que supone la pensión de las jubiladas respecto a la que perciben los hombres, en 2012 ellas cobraban el 51,99% de lo que percibían los hombres, es decir, prácticamente la mitad que ellos. Ahora ese porcentaje ha escalado hasta el 66,17%. Es decir, que se ha estrechado la diferencia en catorce puntos.
Carreras de cotización más largas y empleos mejor pagados están permitiendo reducir la brecha a las mujeres
Son varias las razones que explican que esa brecha se vaya estrechando. Por un lado, los trabajadores que se jubilan ahora reciben pensiones más elevadas porque cotizaron más que las generaciones anteriores, que van saliendo del sistema cuando fallecen. Esta cuestión afecta por igual a los dos sexos.
Pero la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, con la incoporación a sectores industriales, mejor pagados en general que los servicios, donde tradicionalmente han sido ellas las que copaban los empleos, favorece que las prestaciones de las jubiladas se hayan elevado más que la de ellos, según explican los expertos.
También cuentan ellas con carreras más largas de cotización, ya que en las generaciones anteriores era más habitual que las mujeres abandonaran su empleo cuando contraían matrimonio.
Asimismo, ha tenido incidencia la reforma de pensiones pactada en 2023, que introducía algunas cuestiones como que las jornadas parciales cuentan como tiempo completo a efectos de cotización. Esto favorece las pensiones de jubilación de las mujeres, que son las que aglutinan gran parte del empleo parcial.
De hecho, con los datos del mercado laboral de junio, los más recientes, dados a conocer esta semana, mientras solo el 11,5% de los hombres tiene una jornada parcial, este porcentaje se eleva al 25,3% en el caso de las mujeres, según recuerda LAB.
Otra cuestión que explica esa reducción porcentual de la brecha entre la pensión de jubilación de los hombres y de las mujeres son también los cambios legislativos introducidos que establecen nuevas coberturas de las lagunas de cotización, así como la subida del salario mínimo interprofesional, del que se benefician en mayor medida las féminas, por cuanto ocupan puestos de trabajo en sectores, sobre todo servicios, con sueldos más bajos.
También ayuda el complemento para la reducción de la brecha de género, que en Gipuzkoa perciben 17.002 mujeres pensionistas, con una cuantía media de 74,7 euros, aunque varía desde los 35,9 euros por un hijo, los 71,8 por dos, los 107,7 por tres y los 143,6 por cuatro o más.
87,18%
es el porcentaje de salario que cobran las mujeres comparado con el de los hombres. Una brecha menor que la de las pensiones, lo que incidirá en el futuro en las prestaciones que percibirán ellas a medida que entren en el sistema.
La brecha en las pensiones es mucho mayor que la que se da en los salarios. De hecho, en 2023, último año del que ofrece datos el INE, los varones cobraban de media en Euskadi 35.600 euros frente a los 31.038 de las mujeres, lo que supone que ellas percibían el 87,18% de lo que cobraban ellos. En 2012 la diferencia era mayor, ya que el sueldo medio de las mujeres suponía el 74,16% del de los hombres al cobrar 22.313 euros frente a 30.085 euros.
Una menor brecha de sueldos que se irá reflejando en las pensiones a medida que estas generaciones vayan entrando en el sistema, lo que reducirá la diferencia con los hombres.
La pensión media de las mujeres guipuzcoanas es de 1.133 euros, con lo que no llega al salario mínimo, que es de 1.184 euros
Pero si ellas han tardado trece años en alcanzar la prestación de jubilación que tenían los hombres en 2012, en el caso de la pensión media –incluye el resto de pensiones– que perciben las mujeres en estos momentos en Gipuzkoa es todavía más sangrante, ya que los 1.268 euros que cobran ellas ahora ya los rebasaban los hombres en 2011. Han tenido que pasar, por lo tanto, más de catorce años para lograr dicha cuantía.
La razón se encuentra en que hay más mujeres que hombres percibiendo la prestación de viudedad, cuya cuantía es más baja que la de jubilación. Eso sí, ellas perciben una cuantía superior a la de los hombres en viudedad, precisamente por la diferencia de salarios y cotizaciones de los cónyuges fallecidos.
Precisamente, una de las demandas de los pensionistas vascos que llevan años reclamando pensiones dignas es que las mujeres cuentan con las cuantías más bajas, especialmente las prestaciones de viudedad. Otra de sus reclamaciones es la subida de la pensión hasta el salario mínimo, que este año está en España en los 1.184 euros. Una cifra a la que no llega la media (1.133 euros) que perciben las mujeres, lo que supone que muchas están por debajo de esa franja. Con todo, reclaman un SMI propio en Euskadi superior a esa cifra.
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