El pacto del Metal subirá hasta 3.000 euros al año el sueldo de los trabajadores sin convenio
Los empleados sujetos a las tablas del acuerdo sectorial por carecer de uno de empresa verán subir un 9,6% su salario, que tenían congelado desde 2011
El pasado día 14 se registró un hito importante en las relaciones laborales de Gipuzkoa. Se alcanzó ni más ni menos que un acuerdo ... en el convenio provincial del Metal, que llevaba diez años decaído. Un pacto en el que ELA, LAB y CC OO dieron su aprobación a la propuesta de Adegi, que tuvo que modificar algún aspecto a su última oferta para lograr la adhesión del sindicato abertzale y de la central liderada por Loli García después de que la organización nacionalista ofreciera su respaldo un día antes de que la patronal diera por finalizada las negociaciones.
El acuerdo será ratificado oficialmente este viernes por la patronal Adegi y por los tres sindicatos, ya que UGT ha decidido no suscribirlo por considerarlo «claramente insuficiente».
Un pacto, calificado de histórico, por lo que supone para el resto de la negociación colectiva del territorio ya que desatasca algunas cuestiones básicas, como son las cláusulas antirreforma que hasta este momento Adegi se había negado a aceptar, y también otro tema importante en cualquier convenio decaído años atrás, como es el de la actualización de los sueldos de los años pasados. Una cuestión que se había revelado también insalvable en anteriores intentos, tanto de este convenio como de otros también atrasados y decaídos.
Pues bien, el acuerdo contempla en lo que respecta a las remuneraciones un aumento de las tablas salariales del 8,8% entre 2011 y 2019. El anterior pacto caducó en 2010. Además, incluye un incremento del IPC en los tres años de vigencia del mismo, es decir, en 2020, 2021 y 2022, tanto en tablas como en salarios reales. Para este año se aplica la inflación del ejercicio pasado, con lo que la subida será del 0,8%.
Se actualizan con una subida del 8,8% a 1 de enero de este año y a partir de ahí suben un 0,8%
Tablas
Se abonarán los atrasos desde enero, lo que supone un aumentodel 9,6% en tablas y del 0,8% para el resto
Atrasos
¿Pero qué supone todo esto para los trabajadores? ¿En qué se traduce? El mayor impacto del convenio provincial se produce fundamentalmente en aquellos empleados que no cuentan con un pacto propio de empresa -normalmente por lo reducido de su tamaño y número de empleados, pero que son muchas en el territorios- y a los que se les aplica directamente el sectorial, mientras que para el resto de empleados -los de firmas más grandes con representación sindical- es un referente que luego se mejora, sobre todo en jornada y salarios, en la negociación específica con su compañía. En la mayoría de estas empresas se han ido mejorando las condiciones salariales en los últimos años pese a estar decaído el convenio provincial. Sin embargo, aquellos trabajadores que dependen de las tablas del sectorial han tenido durante estos años sus sueldos congelados.
Se actualizan las tablas
Éstos serán los que más notarán en sus bolsillos el aumento salarial pactado. En concreto, verán cómo sus nóminas engordan de golpe un 9,6% este año, lo que supondrá entre 2.000 y 3.000 euros anuales. Por un lado, las tablas se actualizan a 1 de enero de 2020 un 8,8% y a partir de esa fecha se incrementan otro 0,8%, que es la subida pactada para este año tanto en tablas como en reales.
Según explica Unai Martínez, responsable de la Federación del Metal de ELA y que ha liderado la negociación, los trabajadores cobrarán desde enero los atrasos de ese 0,8%, pero al haberse actualizado las tablas el incremento desde enero será del 9,6%.
Eso sí, aclara que no se abonan los atrasos de los años que van entre 2011 y 2019, una cuestión que no ha estado -dice- nunca encima de la mesa, entre otras cosas, porque sería muy complicado de aplicar en la medida en que durante un periodo tan prolongado de tiempo son muchos los trabajadores que han dejado el Metal, se han jubilado, ... lo que haría prácticamente imposible abonar esos atrasos a todos.
Eso sí, pone el énfasis en que el nuevo convenio establece una «arquitectura» para recuperar los salarios y las condiciones laborales de unos 40.000 trabajadores». No hay que olvidar que se trata del principal acuerdo del territorio y un referente para otros. Los trabajadores que no dependan de las tablas también verán mejorados este año sus sueldos en al menos ese 0,8%, ya que en virtud de sus propios pactos pueden tomar ese incremento como referencia o aumentarlo. Los atrasos desde enero se abonarán una vez publicado el convenio en el Boletín de Gipuzkoa.
Un acicate para el resto de sectores
Es innegable que el acuerdo en el Metal de Gipuzkoa va a suponer todo un acicate para el resto de la negociación colectiva del territorio. Así lo admiten tanto la patronal Adegi como los sindicatos firmantes y en concreto ELA, que tiene la batuta en una gran parte de esos convenios que siguen decaídos o que sin serlo están pendientes de negociar.
La asociación empresarial hablaba nada más conocer el respaldo de los tres sindicatos al convenio del Metal que incluso podría abrir una «nueva era» en las relaciones laborales impulsadas, consideran, por su Nueva Cultura de Empresa. Una euforia que desde ELA se encargan de enfriar en la medida en que inciden que su sindicato firma acuerdos en función de los contenidos. Y eso es lo que apuntan ha ocurrido con el Metal. De hecho, su secretario general, Mitxel Lakuntza, señalaba en una entrevista a este periódico el pasado sábado que decidieron dar el 'ok' al convenio una vez que Adegi puso sobre la mesa «todo lo planteado en cuestión de mínimos».
Por lo tanto, añade la central nacionalista no hay recetas generales más allá de unos buenos contenidos. Y eso, insisten, desde la fortaleza que da negociar cuando la otra parte sabe que tiene enfrente en la mesa a un sindicato con capacidad movilizadora.
Con esas premisas ¿qué va a pasar con el resto de convenios? ¿cuál va a ser la actitud de ELA? La respuesta es contundente: «Vamos a analizar uno a uno los acuerdos que están decaídos o pendientes de negociar. Haremos un análisis de cómo está cada sector», explica Pello Igueregui, responsable de negociación colectiva de la central nacionalista.
Dos de los convenios que están decaídos, tal y como le ocurría al Metal, son el de Hostelería, con unos 12.000 trabajadores afectados, y el de Oficinas y Despachos, con otros 7.000. Al respecto, Igueregui apunta que por ejemplo una de las cuestiones a tener en cuenta son las patronales que hay en cada sector. De hecho, explica que en el de Hostelería no está Adegi y que hay una Asociación de Hosteleros de Gipuzkoa. Con todo, señala que el sindicato analizará dónde se puede aprovechar esa dinámica que ha surgido con el convenio del Metal.
Está claro que su efecto no se podrá apreciar en cuestión de días o semanas, sino que habrá que esperar unos meses, pero todo apunta a que se ha abierto un camino por el que se puede transitar.
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