Mondragon analizará el envite de Orona y Ulma si participa en el debate toda la Corporación

Así se señala en una carta enviada este lunes al conjunto de las cooperativas del Grupo Mondragon y a la que ha tenido acceso este periódico, en la que el conglomerado pilotado por Iñigo Ucín explica a todos sus socios que la pretensión de ambas firmas llegó tarde y mal, según la Corporación, dentro del camino abierto en su seno para preparar el Congreso anual y que, además, las aspiraciones de las compañías de Hernani y Oñati suponían en la práctica la mayor 'revolución' de las reglas congresuales de la historia del Grupo.

«Estamos dispuestos a analizar cualquier cosa, siempre dentro de las normas y los procedimientos participativos que nos caracterizan, y así se lo dijimos a Orona y Ulma en junio», aseguraron a última hora de este lunes a este periódico fuentes oficiales de la Corporación. En la extensa misiva enviada a todo el Grupo, la Corporación detalla que no fue hasta el pasado 3 de junio cuando las dos cooperativas enviaron (por mail) una propuesta «que supone un cambio profundo en lo que hoy es Mondragon, con la exigencia de llevarla al Congreso».

Esa propuesta, que en la práctica venía a proponer una suerte de «Mondragon a la carta» y revisable cada año, planteaba dejar de ser cooperativas adheridas (como todas) para convertirse en «conveniadas», ajenas a las normas congresuales y sin participar «con carácter general en los mecanismos de intercooperación y solidaridad que tenemos las cooperativas».

Un planteamiento de esta entidad, explica la carta enviada este lunes por Mondragon, «que cambia la propia concepción del Grupo, significaría la mayor revisión de cuantas se han realizado por el Congreso desde su constitución». «En consecuencia -añade la misiva- requeriría de un proceso de trabajo y reflexión sereno, profundo y muy participativo». Los responsables del Grupo explican también que el planteamiento de Orona y Ulma se puso encima de la mesa en las reuniones de los órganos corporativos los días 7 y 10 de junio, sin que asistiera «ninguno de los representantes» de ambas firmas al Consejo General ni a la Comisión Permanente». A pesar de esa falta de formalidad a la hora de presentarla, según asegura el Grupo, los órganos de la Corporación la analizaron y la inadmitieron «por unanimidad». ¿Por qué? Porque, relata la Corporación en su carta, la propuesta plantea una forma de relacionarse con Mondragon «completamente distinta a la actual, sin que se identifique cuáles son los motivos concretos por los que se plantea, ni las necesidades a las que pretende dar respuesta».

«Los órganos no podemos aceptar una propuesta de este calado para llevar al Congreso con estos plazos (en vísperas de convocar el Congreso), sin el proceso de debate y participación previo que requiere toda ponencia», apunta la carta. ➢ Además, añade la Corporación, «este tipo de propuesta no se puede tratar sin que estén presentes los representantes de las divisiones que las plantean».

«Los órganos de Mondragon analizaremos cualquier propuesta procedente de cualquiera de sus cooperativas, siempre y cuando se respeten los tiempos y procedimientos para un proceso ordenado de reflexión, con un debate sano y democrático», subraya el mensaje corporativo que, según fuentes del Grupo, se dio también en junio a Ulma y Orona.

En este punto, la Corporación subraya a sus miles de socios que se rige «por principios democráticos», lo que comporta que «se puede plantear cualquier cambio desde el diálogo, el debate informado, con tiempo suficiente y respetando las mayorías de los órganos en los que están representadas todas las cooperativas y divisiones».

En este sentido, el Grupo recuerda que las normas se hacen entre todos y son para todos, y explica que «a lo largo de los años estas normas se han ido adaptando a las diferentes situaciones, fruto del trabajo, debate y acuerdo conjunto de los órganos en los que están representadas las cooperativas». Las ponencias que se llevan al Congreso, abunda el Grupo, son trabajadas por el Consejo General y la Comisión Permanente y en las propias cooperativas y divisiones antes de convertirse en ponencias. A continuación, se vuelven a llevar a las cooperativas y se abren a enmiendas. En cualquier caso -subraya el Grupo- «cuanto más importante es el asunto, más cuidadoso ha de ser el proceso participativo».

«Solo hay un modo de abordar esta cuestión de manera constructiva y es el diálogo», insiste el Grupo, que se declara «abierto y sin reservas», al tiempo que insta a Orona y Ulma a que regresen a los órganos de Mondragon (a los que no acuden hace años) «solicitando reuniones con sus órganos sociales y, en definitiva, que se abran sus propuestas al debate». «Hay muchas maneras diferentes de pertenecer a la Corporación, la diversidad nos une y nos enriquece», concluye.