La industria vasca se enfrió en la recta final de 2022
La producción creció un 1,6% en noviembre y un 5,7% en los once primeros meses, demostrando cierta desaceleración
Las fábricas y los talleres vascos perdieron algo de pulso a finales del pasado ejercicio, según los últimos datos del Índice de Producción Industrial (IPI), ... correspondiente al mes de noviembre y facilitados este lunes por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat). Se este modo, comienza a notarse a pie de pabellón y de polígono la desaceleración de la economía, siempre en un escenario en el que la Euskadi fabril sigue tirando del carro, aunque a menor velocidad. Ese enfriamiento mensual hizo también que en términos acumulados la industria vasca muestre cierta moderación. Gipuzkoa, por su parte, replicó el comportamiento general, con avances inferiores a los de los meses anteriores y también a los de un año antes.
Según el Eustat, la producción industrial vasca avanzó un 1,6% interanual en noviembre, lejos del 5,1%, 3,8% y 6% de los tres meses precedentes y también del 7,1% de noviembre de 2021. En Gipuzkoa, el repunte fue del 1,7%, algo mejor que 0,1% de Álava pero a distancia del 2,4% vizcaíno y también muy diferente del 9% de un año antes.
En noviembre la fabricación de bienes de equipo (en la que se encuadran los vehículos de motor, la construcción de locomotoras y de material ferroviario o la construcción aeronáutica y naval) mejoró un 3,9%. También hubo mejoras en los llamados bienes intermedios (metalurgia y fabricación de productos metálicos, química o fabricación de productos de caucho y plástico), con un alza del 1,9%.
Los bienes de consumo, por su parte, presentaron un comportamiento interanual negativo, con un descenso que se situó en el 1,3% para el conjunto del sector, debido principalmente al retroceso de la producción del 11,4% de los de consumo duradero (muebles o aparatos domésticos); en cambio, los de consumo no duradero (procesado y conservación de alimentos, la fabricación de productos para la limpieza e higiene, productos farmacéuticos o textil) mejoraron un 1,2%.
La Energía, que incluye la producción y el suministro de energía eléctrica y el refino de petróleo, y que hasta ese momento había protagonizado todos los crecimientos del IPI, pinchó, y descendió un 2,8% interanual.
A un nivel más desagregado, entre los sectores con más peso en la industria vasca, los que presentaron un mayor crecimiento interanual el pasado noviembre fueron Maquinaria y Equipo (con un 5,4%); Material de Transporte, con un 4,9%; y Metalurgia y Productos Metálicos, con una subida del 3,3%. En sentido contrario, cayeron Energía eléctrica, gas y vapor, con una disminución del 6,3%, e Industrias Alimentarias, Bebidas y Tabaco, con un 4,4%.
Once meses
En términos acumulados (tomando en cuenta los once primeros meses del año), la producción industrial avanzó un 5,7% interanual, de nuevo un comportamiento sólido pero más modesto de lo que venía siendo en los últimos tiempos, cuando nunca se creció menos de un 6%.
Ese 5,7% es también más flojo de lo que venía siendo en el mismo periodo de tiempo en 2021 (un 10,6%). Este último dato es un tanto mentiroso, pues el año pasado toda la estadística aparecía muy lustrosa al comparar un año de remontada con el 2020, marcado por el Covid.
Si la atención se pone en el periodo enero-noviembre en Gipuzkoa, descubrimos que la producción industrial del territorio avanzó un 4,4%, el valor más modesto de todo el año pasado y por debajo de los registros de Álava (5,6%) y Bizkaia (7%). Dentro de esa mejora, sólo remontó la industria manufacturera, con un 5%, que fue la cara de la moneda frente a los retrocesos del 9,4% en las industrias extractivas o del 3,6% en energía.
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