Arantxa Tapia alentó ayer a los 400 jóvenes que se beneficiarán de la beca Global Training
La consejera Tapia alentó ayer a los 400 jóvenes que se beneficiarán de la beca Global Training a que aprovechen la experiencia en empresas foráneas
Euskadi, como economía eminentemente exportadora, se juega su futuro en los mercados internacionales. Y para ser alguien ahí fuera necesitamos miles de ... profesionales que se batan el cobre en Hannover, Singapur, México o Dallas. Las becas Global Training, que convoca el Gobierno Vasco con periodicidad anual, pretenden precisamente dar la oportunidad a licenciados universitarios o de FP de realizar prácticas en el extranjero. La última 'hornada' beneficia a 400 jóvenes que han aprobado la criba para acogerse al programa. A tenor del interés suscitado por la iniciativa, Euskadi cuenta con cantera para competir en los mercados globales.
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, presidió ayer en el parque tecnológico de Miramón un acto que, sin ser de graduación, lo parecía. A falta de birrete para lanzar al aire, los asistentes tenían en sus sillas una mochila de regalo con el logo de Global Training. La consejera estuvo acompañada por el viceconsejero de Industria, Javier Zarraonaindia y por la directora de Internacionalización de la Spri, María Ainhoa Ondarzabal.
Tapia, ante los 400 becarios, les animó a aprovecharse de la «excelente oportunidad» que se les ofrece de formarse en el extranjero. Además, les auguró un futuro prometedor. «Todas las culturas buscan talento. Si lo hacéis bien, se os van a rifar y vais a tener un empleo», aseguró la consejera. A su vez, les recomendó ser «proactivos», es decir, que transmitan a las empresas donde vayan a realizar las prácticas «ese liderazgo que lleváis dentro, pero con respeto hacia quienes os acogen».
Salir de la zona de confort
En la misma línea se expresó María Ainhoa Ondarzabal. «Os doy la enhorabuena porque estáis dispuestos a salir de la zona de confort. Vivimos en un mundo cambiante, en el que se necesitan personas ágiles en la resolución de conflictos, capaces de adaptarse a nuevas situaciones y con pensamiento crítico. Las empresas -subrayó la directora de Internacionalización- valoran estas características a la hora de enfrentarse a un mundo sin fronteras». Finalmente, como si de un cuerpo expedicionario se tratara, Arantxa Tapia arengó a los jóvenes a que hagan de embajadores de Euskadi allí donde vayan, «porque sois becarios Global Training hoy y toda vuestra vida».
La consejera se mostró entusiasta pero, ¿cuál era el estado de ánimo de los que tienen que hacer las maletas? «Mis ganas y compromiso están al 100%. Soy muy curiosa y estoy dispuesta a dar y recibir». Así responde a esta cuestión Irati Unanue, licenciada en Business Managent e Industrial Technical Engineering en la Universidad de Deusto. En breve se integrará en las instalaciones que tiene Microsoft en Milán. Añade que está predispuesta a integrarse «en el equipo de trabajo y a empatizar con mis compañeros. Espero que me vayan dando gradualmente más responsabilidades en el trabajo que desempeñe».
Oiartza Aguinaga y Montse Julián son amigas y ambas han estudiado Periodismo, la primera en la UPV y la segunda en la Universidad de Navarra. La dos realizarán práctica en Bruselas, en la Fundación Finnova, que apoya la financiación de la I+D en empresas, regiones y municipios.
Oiartza explica que ha optado por pedir la beca en lugar de buscar trabajo porque quiere adquirir experiencia. «Me parece muy interesante estar fuera seis meses. Espero encontrar trabajo a la vuelta, pero tampoco me importaría quedarme en el extranjero».
Montse trabajaba en una fundación radicada en Madrid. «Tenía un sueldo mediocre y si la beca me da la oportunidad de mejorar mis condiciones laborales en el extranjero no volvería, aunque reconozco que en España se vive muy bien. Ir a Bruselas me motiva especialmente, porque estoy muy interesada en conocer las instituciones».
Alain Sopelana se ha licenciado en Ingeniería en Mondragon Unibertsitatea. También ha decidido salir antes que buscar un puesto de trabajo. «Cuando acabé la carrera no tenía muy claro qué hacer. Me hablaron de la beca y consideré que es una buena oportunidad para aprender más y adquirir experiencia». Alain realizará las prácticas en una empresa de Austria y espera que cuando termine este periodo pueda colocarse en Euskadi.
Estas son la motivaciones y las expectativas de cuatro becarios que en breve marcharán a sus destinos. Otros ya han vuelto. ¿Cómo valoran su estancia en el extranjero? Paula Nogués, licenciada en Administración, Dirección de Empresas y Derecho por la Universidad de Deusto acaba de finalizar su beca. «He crecido personal y profesionalmente», resume su experiencia. Realizó las prácticas en la Asociación Europea de Equipamiento Marítimo y Astilleros, en Bruselas. «Cumplí las expectativas. He adquirido unos conceptos básicos que quizá pueda aplicar aquí», afirma Paula.
Perder el miedo
En cuanto a los consejos, subraya que hay que perder el miedo. «Es primordial observar y adaptarse. Hay que advertir que el Global Training no se parece en nada al Erasmus. Esta beca exige un alto grado de responsabilidad. Hay que ir con ganas, porque seis meses aquí pueden ser rutinarios, pero trabajando fuera dan mucho de sí. Salir de la zona de confort -asegura Paula- es enriquecedor».
Quien también aporta un buen bagaje de consejos es Jokin Pérez, directivo de Ternua. Afirma que empresas como la suya, con vocación internacional, buscan profesionales que sepan trabajar en el extranjero y en equipo, «porque los problemas complejos no los soluciona una persona sola. Las empresas guipuzcoanas compiten de tú a tú en otros países con otras compañías. Por eso, es un activo contar con personas capaces de desenvolverse en esos entornos. Ese activo -les animó el directivo- es el que vosotros vais a traer».
La firma de Arrasate especializada en equipamiento deportivo es receptora de becarios. Pérez subrayó que en los jóvenes que realizan prácticas «valoramos tanto su formación como la actitud. Las empresas se basan en gente proactiva y con ganas de trabajar».
Respecto al desaprovechamiento de la capacidad de los becarios, una crítica que suele surgir cuando se aborda esta cuestión, Pérez aseguró que «a ninguna empresa le interesa que se dediquen a hacer fotocopias o a traer el café. No le aporta valor al becario, pero tampoco a la compañía».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.