Gobierno Vasco y la alcaldía de Azpeitia ven positivo el proyecto para la antigua Corrugados

El proyecto de la empresa eibarresa Hierros Servando para instalar una planta de recliclaje y tratamiento de hierro y otros materiales para las acerías en una de las instalaciones que tenía la antigua Corrugados en Azpeitia, en concreto en el pabellón de Trukutxo, ha concitado el respaldo tanto del Gobierno Vasco como del consistorio de la localidad.

La noticia, que fue dada a conocer ayer por este periódico, ha sido recibida por ambas administraciones de forma positiva, en la medida, señalan, en que se trata de una inversión industrial que genera actividad económica y empleo, remarcan.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, coinciden en este caso en la bondad del proyecto, eso sí, a falta de conocer los detalles del mismo de forma oficial.

La empresa eibarresa está esperando a que se dirima el conflicto judicial que deberá decidir quién es el propietario del pabellón antes de iniciar los trámites administrativos pertinentes para la puesta en marcha de la iniciativa.

El fondo norteamericano KKR se hizo con las propiedades del Grupo Gallardo en 2019, entre ellas las instalaciones que tenía en Azpeitia, es decir, las plantas de Amue y Lasao, esta última todavía activa, además del pabellón de Trukutxo. Posteriormente, en julio de 2020, el fondo vendió dichos activos al Grupo C L (Cristian Lay), con sede en Badajoz.

Pero Hierros Servando defiende que la empresa había llegado a un acuerdo con el fondo KKR para la adquisición del pabellón de Trukutxo antes de la venta de todos los activos al Grupo CL. Un acuerdo que «estaba firmado, aunque no llegó a escriturarse», apunta su director general, José Antonio Fernández. Pero la empresa eibarresa considera que es vinculante, por lo que llevó a los tribunales al grupo de badajoz.

El juzgado de Azpeitia ha dado la razón en primera instancia a Hierros Servando en una sentencia que se dio a conocer en Semana Santa. Pero el fallo ha sido recurrido por el Grupo CL ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Con todas las cautelas por la falta de conocimiento del proyecto, ambas instituciones muestran de entrada su respaldo al mismo. El Departamento de Arantxa Tapia destaca además que al tratarse de una infraestructura de valorización de residuos industriales «adquiere mayor importancia en la medida en que va alineada con la apuesta que está realizando Euskadi en esta materia, que es muy necesaria, y también con la demanda de la industria vasca».

La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, se pronuncia en términos parecidos. «Solo el hecho de que exista la posibilidad de que haya actividad en dicha planta es positivo. Se trata de una muy buena noticia, más allá de que nos faltan detalles del proyecto, pese a que ya nos hemos puesto en contacto con los responsables de la empresa eibarresa».

Y destaca también que se puedan crear entre 50 y 70 empleos, una cifra nada desdeñable, apunta, aunque recuerda que la situación económica de la localidad dista mucho de la había cuando se produjo en 2013 el cierre de la planta de Corrugados Azpeitia, la situada en Amue, en el centro de la localidad, y que dejó en la calle a más de 200 personas, en un momento en que se estaba saliendo de la recesión. «Y es que detrás de cada empleo hay una persona», subraya Nagore Alkorta.

Ambas responsables institucionales coinciden, asimismo, a la hora de poner en valor el hecho de que el proyecto esté impulsado por una empresa industrial guipuzcoana, con todo lo que significa de cercanía en la toma de decisiones. Y la consejera va incluso más allá al apuntar que es una muestra más del dinamismo inversor de las empresas vascas, algo que está constatando su Departamento incluso en un momento de máxima incertidumbre como el actual.

La puesta en marcha de la planta de Trukutxo le permitiría a la eibarresa Hierros Servando duplicar su producción actual, que es de algo más de 700.000 toneladas al año.

El pabellón cuenta con 150.000 metros cuadrados y se sumaría a las cinco plantas que ya tiene la firma familiar, además de los almacenes en diversos puertos, como el de Pasaia, Bilbao o Santander. Hierros Servando, con setenta años de historia, se dedica a la recogida, gestión, clasificación y tratamiento de metales férricos y no férricos, y compra y distribuye material por medio mundo.

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