Gipuzkoa lidera el crecimiento del PIB en Euskadi, con un alza del 1,9% en 2023
El año pasado se crearon en el territorio 5.355 puestos de trabajo, según el Eustat.
El Producto Interior Bruto (PIB) guipuzcoano creció el año pasado un 1,9% sobre el de 2022, por encima del respunte del 1,7% experimentado ... en Bizkaia y en línea con el alavés, aunque este último es de menor entidad al ser muy inferior en volumen. De esta forma, se puede decir que el territorio lideró el crecimiento de la economía en Euskadi en 2023, según los datos publicados hoy por el Instituto Vasco de Estadística.
La economía vasca, explicó el Eustat, avanzó un 1,8%, con una creación de empleo (medida en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) de 16.508 a lo largo del ejercicio. De esa cantidad, 5.355 se generaron en Gipuzkoa; otros 8.584, en Bizkaia y los 2.569 restantes, en Álava. Los datos de 2023 son sólo relativamente buenos si se tiene en cuenta que en 2022 la economía vasca creció un 5,4% y se crearon más de 30.000 empleos. De todos modos, no es menos cierto que la geopolítica y la macroeconomía, con unos tipos de interés por las nubes, no han ayudado demasiado, con lo que el 1,8% vasco tiene su mérito.
En el cuatro trimestre del año pasado, detalló el Eustat, el PIB de la comunidad autónoma creció un 1,7% interanual, de nuevo con Gipuzkoa a la cabeza (nuestra economía creció un 1,8%, el mejor comportamiento de Euskadi) mientras remontó un 0,5% sobre el periodo julio-septiembre.
El crecimiento interanual estimado para el cuarto trimestre del año pasado es «significativamente superior que en la zona Euro y en el conjunto de la Unión Europea, y se sitúa tres décimas por debajo del estimado para la economía española», resaltó el Eustat. La estimación más reciente del crecimiento de la economía de Estados Unidos, recordó, alcanza el 3,1%.
Pesan los tipos
Desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores excepto el sector primario presentaron incrementos interanuales positivos, tanto en el cuarto trimestre del año como en el conjunto de 2023. El agro, que estos días protesta con vehemencia por la mejora de sus condiciones, sufrió un descenso interanual del valor añadido en términos reales del 2,6% y del 11,7% con respecto al tercer trimestre. En el conjunto del año, la contracción del valor añadido (su aportación al PIB vasco) se estima en un 3%.
El valor añadido de la Industria presenta una variación interanual del 0,1% con respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que supone un crecimiento con respecto al trimestre precedente del 1,9%. En el conjunto del año, el valor añadido ha ascendido un 0,3%, lo que llama la atención (para mal), puesto que un año antes esa cifra fue muchísimo más alta. En concreto, del 4,7%.
La Industria manufacturera creció en 2023 a un ritmo «ligeramente mayor», según el Eustat, en términos interanuales. En concreto, un 0,5%«, aunque no se nos puede olvidar que en 2022 ese segmento, importantísimo para Gipuzkoa, mejoró un 4,4% sobre 2021.
El valor añadido en el sector de la construcción se expandió un 1,5% con respecto al último trimestre de 2022, tras un crecimiento del 0,4% en relación al tercer trimestre del año. A lo largo del año 2023, el crecimiento del sector fue del 2,1%, frente al 6,7% de 2022.
La actividad global del sector Servicios creció el año pasado un 2.4%, lejos del 5,9% de un año antes. La rama de comercio, hosteñería y transporte avanzó un 3,7%, que compara con un 14,6% de 2022.
Sector público
Sólo la Administración pública, la educación, la sanidad y los servicios sociales, con una tasa de crecimiento interanual del 2,3%, presentó mejor cara.
El comportamiento de los agregados sectoriales del cuarto trimestre de 2023 ha dado lugar a una evolución positiva del Valor Añadido, tanto en términos interanuales, crecimiento del 1,6%, como en términos intertrimestrales, ascenso del 0,7%. En el conjunto del año el incremento ha sido del 1,8%.
El gasto en consumo final sólo avanzó un 1,5% (en 2022 fue un 6%), con las adminstraciones tirando de ese carro y presentando avances del 1,8% frente al 0,7% del ejercicio precedente. Los altos tipos de interés y la incertidumbre reinante frenaron mucho a las familias, cuyo gasto avanzó solo un 1,5%, muy por debajo del 7,7% de 2022.
Esos mismos tipos y esa misma incertidumbre pesaron en el capítulo de la inversión, que solo pudo crecer un 2,1%, cuando un año antes lo hizo en un 7,1%.
Fruto de todo esto, la demanda interna apenas avanzó un 1,7%, por un 6,7% en 2022
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