El alza generalizada de los precios llena las arcas de las haciendas vascas
Las diputaciones forales han incrementado un 18,39% sus ingresos por impuestos hasta finales de abril
Los ingresos por impuestos de las haciendas forales rebosan y muy por encima de las previsiones que se habían hecho a finales del pasado ejercicio ... e incluso a contracorriente de la sensación de debilidad de la economía, fruto de la invasión de Ucrania que ha ralentizado la recuperación tras la pandemia. Los ingresos por impuestos de las diputaciones forales hasta finales de abril han alcanzado la cifra de 4.946 millones de euros, lo que supone un aumento de 78,4% en comparación con lo recaudado en los cuatro primeros meses de 2021.
En términos relativos, la escalada es realmente importante porque supone un aumento de 18,39% para este periodo. Una tasa que se aleja mucho, por el lado positivo, del 4,6% de aumento de ingresos fiscales que habían estimado los responsables institucionales de las diputaciones y el Gobierno vasco en el Consejo Vasco de Finanzas.
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¡Qué barbaridad!
Hay varias razones que explican esta escalada, pero una parte fundamental hay que achacarla al meteórico aumento de la recaudación por impuestos indirectos, que en su mayor parte están ligados al consumo y en especial del IVA. Y es que el aumento de la inflación que se inició con los precios de la energía y se ha generalizado tras la invasión de Ucrania -el IPC alcanzó 8,3% en España el pasado mes de abril-, beneficia siempre a las arcas públicas, al menos en el corto plazo.
Recaudación en Euskadi en el primer cuatrimestre de 2022:
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Gipuzkoa: 1.234,2 millones de euros, un 20,4% más.
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Bizkaia: 3.104 millones, un 17,91% más.
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Álava: 608,2 millones, un 16,94% más.
Un aumento de precios lleva incorporada una elevación de ingresos, ya que el IVA aplica tipos proporcionales entre el 4% y el 21%. A medio y largo plazo, sin embargo, la inflación genera efectos perversos en la economía y si se mantiene provocará una ralentización de la economía y numerosas tensiones que, a su vez, se pueden traducir en una desaceleración o incluso en un retroceso de esa recaudación.
Récord recaudatorio
Pese a todo, la actual evolución de los ingresos por impuestos y las previsiones de crecimiento de la economía para este año realizadas por el Gobierno vasco -aumento del PIB del 4,5%-, permiten pensar que, de nuevo, Euskadi batirá en 2022 su récord histórico de recaudación fiscal. Todo ello en un momento en que las autoridades han anunciado un «análisis» sobre la situación de las diferentes figuras tributarias, que debería dar lugar a propuestas de modificaciones de cara a finales de año y al inicio de 2023.
Los diferentes ritmos de devoluciones, sin embargo, hacen que la fotografía no sea idéntica en los tres territorios. Así, Bizkaia y Gipuzkoa presentan aumentos extraordinarios en los impuestos ligados al consumo -del 34,6% y 20,2%, respectivamente-, mientras que Álava ha cerrado su contabilidad con una tasa más modesta, del 8,6%.
Junto a ese impacto de la espiral inflacionista, la caja del fisco vasco también se ha beneficiado de la aceleración de la economía que, pese a las incertidumbres, tiene una velocidad de crucero más dinámica que en el primer semestre de 2021, cuando los efectos de la pandemia aún eran palpables en la actividad de las empresas y en la movilidad de los ciudadanos. En los próximos meses, además, la comparación entre lo que se recaude y lo que sucedió el pasado año será más complicada -habrá con toda seguridad una moderación de los porcentajes-, ya que a mediados del pasado ejercicio Bizkaia tuvo un ingreso extraordinario. Una cantidad elevada, 430 millones, procedentes de un viejo litigio con la Administración del Estado sobre los impuestos indirectos de un distribuidor de carburantes que tiene su sede en el Puerto de Bilbao.
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