Medio centenar de guipuzcoanos declaran un patrimonio por encima de los 12,8 millones
La cifra de contribuyentes obligados a pagar por ese tributo crece en más de 1.200 desde 2012. Gipuzkoa se halla a dos centenares de romper su récord histórico de ciudadanos que abonan el impuesto que grava a los más favorecidos
Son los contribuyentes más poderosos de Gipuzkoa. Medio centenar de conciudadanos -54, para ser exactos- declararon en 2018 un patrimonio superior a los 12, ... 8 millones de euros. Esos ciudadanos del territorio son la cúspide de la pirámide y representan el 0,7% de todos los que abonan por este tributo -ver gráfico-. En el escalón anterior de los más favorecidos, los que declaran entre 6,4 y 12,8 millones, se hallan 140 guipuzcoanos y son casi 400 los que poseen entre 3,2 y 6,4 millones, según los datos desvelados por el diputado de la Hacienda foral, Jabier Larrañaga, en una reciente comparecencia en Juntas Generales y que corresponderían a parte de la lista de contribuyentes que abonarán por el Impuesto de Patrimonio en el ejercicio fiscal del próximo año.
El Impuesto de Patrimonio grava el patrimonio neto (valor de bienes y derechos, menos cargas y deudas) de los contribuyentes guipuzcoanos. Es un tributo que pagan los propietarios de patrimonios superiores a los 700.000 euros, sin incluir la vivienda que utilizan como residencia habitual (que tiene exenciones de hasta 300.000 euros). En el caso guipuzcoano, liquidan este impuesto aquellos que, poseyendo una vivienda habitual en propiedad, a nivel individual tengan un patrimonio total superior a un millón de euros.
En algunas comunidades autónomas el mínimo exento se ha situado por debajo de esos 300.000 euros, mientras que en Madrid, que se ha convertido en la práctica en casi un «paraíso fiscal», directamente no existe el impuesto. Este recuperado tributo en Gipuzkoa -sustituye al de la Riqueza y Grandes Fortunas, vigente entre 2013 y 2017- ha permitido a los tres territorios vascos volver a compartir la estructura básica de sus principales impuestos propios (IRPF, Sociedades y Patrimonio), lo que se denomina armonización fiscal, después de 2.500 días de especificidad guipuzcoana. Una medida que persigue, entre otras cosas, que los contribuyentes más poderosos no se marchen a otros lugares con una fiscalidad más amable.
A tenor de las cifras conocidas en los últimos años, la armonización surte su efecto porque la cifra de guipuzcoanos que pagan este impuesto ha crecido ostensiblemente desde 2012. Entonces fueron 6.648 los que pasaron por caja y, seis años después, esa cifra se eleva hasta los 7.860, lo que representa un aumento del 18%. El club de los millonarios ha 'engordado' en más de un millar en seis años -1.212-, a 200 por año, a medida que el territorio y el resto del país han dejado atrás una de las crisis económicas más graves de las últimas décadas. Tocaron techo en 2014 siendo un total de 8.093 y, tras un descenso al año siguiente, ha comenzado una remontada. En 2016 fueron 7.538 y en 2017 la cifra creció hasta los 7.767. Ahora están a poco más de dos centenares de ese dato récord. Si Gipuzkoa sigue capeando las incertidumbres económicas, quizá en un par de ejercicios se logre un nuevo techo.
En julio del año que viene se conocerá el resultado de la campaña y la aportación económica que esos 7.860 guipuzcoanos realizan a las arcas forales. Porque los últimos datos sobre el Impuesto de Patrimonio dados a conocer por el fisco en su anuario corresponden al ejercicio anterior, al de 2017. La base imponible total ascendió a 15.163 millones y la base liquidable -tras aplicar las reducciones correspondientes- fue de 9.781 millones. La cuota a ingresar de esos 7.767 guipuzcoanos fue de 75 millones, con un tipo medio de gravamen del 0,76%. El valor de esta retención varió del 0,25% del primer tramo, los que declararon entre 700.000 y 1,1 millones, y el 1,27% que se aplicó a los más favorecidos, a los que poseen más de 7 millones. Este último club compuesto por doscientos privilegiados aportó 32 millones, el 42,6% del total.
Composición
¿Cómo se compone el patrimonio de esos casi 8.000 ciudadanos? Más de la mitad, el 59,4%, corresponde a valores mobiliarios. Los bienes inmuebles, por su parte, representan el 23,5%. Le siguen en tercer lugar los depósitos en cuentas corrientes o en cuentas de ahorro, con un 11,4%. Lo que falta, apenas un 5,7%, lo conforman las actividades empresariales y profesionales y el resto de los bienes y derechos de contenido económico.
Analizando más al detalle el anuario publicado por el fisco foral, se observa que las mujeres del territorio forman un colectivo mayoritario. De las 7.767 declaraciones presentadas el año anterior, 4.079 -un 52,5%- correspondieron a las féminas frente a las 3.688 de los hombres -un 47,5%-. Su contribución económica también fue en la misma línea, puesto que aportaron 38 millones, uno más que los hombres. Es decir, Gipuzkoa tiene más ricas, aunque en el tramo de las grandes fortunas, los que declararon más de 7 millones, sigue habiendo más hombres que mujeres -113 frente a 91-. En 2016 hubo 11 contribuyentes masculinos más.
En el ojo del huracán de la próxima reforma fiscal
En los últimos meses no ha habido responsable político de calado que no se haya pronunciado públicamente sobre el futuro del Impuesto de Patrimonio. Tanto desde Lakua como desde las tres Diputaciones forales, con competencia en este asunto, sus máximos responsables han declarado que el futuro de este tributo se debatirá el año que viene en el marco de la revisión de la reforma fiscal acometida en 2017. El mensaje institucional se resume en que no tiene sentido hablar de un único impuesto, sino del entramado impositivo en su conjunto.
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