Gipuzkoa, a la espera de que se concrete el nuevo impuesto a los ricos para dirimir su impacto
En el caso de que tenga afección en Euskadi se tendría que convocar la Comisión Mixta del Concierto Económico
Imanol Lizasoain y j. m. camarero
San Sebastián
Martes, 27 de septiembre 2022, 06:17
El anuncio ayer de la ministra de Hacienda, María Jesus Montero, de que concertará el nuevo impuesto a las grandes fortunas abre la puerta a que una posible afección en Euskadi tenga que negociarse en la Comisión Mixta del Concierto Económico. No obstante, fuentes de la diputación de Gipuzkoa sostienen que, a falta de conocer más en detalle este nuevo tributo, a día de hoy «no hay nada encima de la mesa» ni tampoco «se ha abordado esta posibilidad» de convocar la Comisión Mixta. Además, cualquier posible acuerdo deberá ser ratificado por el Congreso de los Diputados. Sería en ese momento cuando Euskadi decidiría si pelea por su capacidad normativa propia en caso de que tenga un impacto o acepta la nueva tasa. Este nuevo gravamen podría frenar la huida de grandes fortunas, una tendencia que no se ha producido en Gipuzkoa a tenor de los últimos datos ofrecidos por la Hacienda foral, que ha ganado 1.100 contribuyentes del Impuesto de Patrimonio en los últimos seis años.
La filosofía del impuesto pasa indirectamente por una armonización en torno al gravamen que abonan los millonarios españoles, un 'rara havis' en Europa, donde casi ya no existe.
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1.100 contribuyentes ha ganado Gipuzkoa por el Impuesto de Patrimonio desde 2015
Se trataría de compensar lo que pagan los ricos en unas comunidades –la mayoría, con sus propias diferencias– con lo que no tributan en otras –básicamente Madrid y ahora Andalucía–. Es decir, la nueva figura impositiva tendrá carácter estatal y de obligado cumplimiento en todos los territorios (caso aparte aquí en Euskadi y Navarra, con régimen foral propio) aunque con unos tipos y una estructura idéntica.
Sin embargo, el texto que apruebe el Consejo de Ministros incluirá una diferencia: en las comunidades autónomas donde se encuentre bonificado el Impuesto de Patrimonio en su totalidad, el nuevo impuesto deberá ser abonado por el contribuyente; y en las que no exista tal bonificación del Patrimonio, las grandes fortunas no se verán tan impactadas con el nuevo impuesto. Precisamente la Diputación está a la espera de conocer este posible impacto para determinar los pasos a dar.
De esta forma, el tributo compensará lo que pagan las riquezas en unas comunidades (las que menos gravan este patrimonio) con respecto a otras (las que sí obligan a tributar) para que el resultado final en términos de recaudación sea el mismo con ambos impuestos, que si solo existiera una sola figura fiscal.
«No hay nada encima de la mesa y tampoco se ha abordado convocar la Comisión Mixta»
El Ejecutivo quiere tener cerrado el texto sin dudas acerca de la constitucionalidad del nuevo gravamen, e incluso de que se le pueda acusar de una doble imposición: la del Patrimonio, ya en vigor, y al mismo tiempo la del impuesto a las grandes fortunas. Por eso, se servirá de un sistema de deducciones fiscales (una especie de vasos comunicantes entre ambas figuras) para evitar que se pague dos veces por el mismo hecho imponible; y que, a la vez, todas las grandes fortunas aporten al sistema.
Subida selectiva de impuestos
El Gobierno no solo tiene el foco puesto en el impuesto sobre las grandes riquezas, también prepara un paquete fiscal más amplio que tendrá su reflejo en los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Las exigencias de Podemos en materia fiscal dan una pista del contenido que puede acabar teniendo el nuevo paquete anunciado por Montero. Reclaman que el tipo efectivo de Sociedades pase del 3,8% al 15%, que se graven más a las rentas del capital en el IRPF frente a las rentas de los trabajadores, introducir un recargo del 10% en Sociedades a las grandes empresas de distribución con el objetivo de financiar un cheque para la cesta de la compra, y la rebaja del IVA de los productos de higiene femenina.
