San Sebastián, a la cabeza del empleo en I+D
La fundación Cotec sitúa a la ciudad como líderdel sector en España, mientras Gipuzkoa ocupa también el primer puesto en cuanto a afiliados en sectores tecnológicos
Ha sido un proceso silencioso pero constante, fruto del trabajo de empresas privadas e instituciones públicas durante los últimos años del que los donostiarras y ... los guipuzcoanos no siempre hemos sido plenamente conscientes. Sólo ahora, cuando instituciones de referencia internacional como la Fundación Cotec para la Innovación nos ponen bajo los focos, apreciamos la verdadera dimensión del recorrido del territorio en la labor de desarrollar aquí todo un ecosistema científico, tecnológico y empresarial que sienta las bases de nuestro futuro.
Y es que, señala Cotec en su último estudio, San Sebastián es la capital española con mayor peso del empleo ligado a la I+D, con un 2,34% del total, lo que supone 2.280 profesionales en el municipio dedicados a investigación y desarrollo. Esa proporción sobre el conjunto de los trabajadores era de un 1,57% en el año 2016, lo que da también una idea del progreso en este ámbito y también de la velocidad del mismo en los últimos tiempos.
Las buenas noticias no acaban en la capital, ya que, según el mismo trabajo de Cotec, Gipuzkoa se consolida en idéntica primera posición del ránking estatal cuando lo que se mide es la relación de los afiliados tecnológicos (de todo tipo, no sólo de I+D) sobre el conjunto de ocupados; porcentaje que se eleva al 12%, por delante de Madrid, Zaragoza o Barcelona, que ocupan también posiciones de liderazgo en el empleo tecnológico.
Euskadi en general exhibe posiciones muy solventes (Bizkaia muestra un 8% de empleo tecnológico sobre el total, por un 10% de Álava), lo que hace que el País Vasco en su conjunto aparezca en la tercera posición en la clasificación autonómica, tras Madrid y Navarra.
Orgullo
La presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, no oculta su «orgullo» como donostiarra ante los datos, y subraya su «agradecimiento» a instituciones que, como Fomento de San Sebastián, «trabajan para situar a la ciudad como una capital de la ciencia». «Como parte del sistema de I+D donostiarra, además de orgullosa estoy agradecida por esos esfuerzos», apunta la también presidenta de Ysios Capital, una gestora de fondos de inversión de la ciudad especializada en apoyar a empresas de ciencias de la vida.
Garmendia recordó que las ramas más tecnológicas crecen en empleo a mayor velocidad: «En la última década acumulan un crecimiento del 48% en volumen de afiliados, frente al 27% del conjunto de la economía». «Los datos nos dicen que es un proceso muy urbano y muy concentrado a nivel territorial», señaló.
El decorado empresarial guipuzcoano y donostiarra se ha modernizado de manera notable en los últimos tiempos. Así, por ejemplo, en la capital han surgido nuevos ámbitos, nuevos sectores de actividad muy alejados de lo que venía siendo tradicional y con enormes perspectivas de futuro. Han sido muchos los pilares sobre los que se ha asentado esta realidad; desde el notable corpus de centros tecnológicos e investigación que hay en la capital (y también en el territorio) a instituciones como las tres principales universidades (UPV/EHU, Deusto y Mondragon), el BIC Gipuzkoa o el Donostia International Physics Center (DIPC), y a personalidades como Pedro Miguel Etxenike.
2.880
son los afiliados en labores de Investigación y Desarrollo (I+D) registrados en la capital de Gipuzkoa, según Cotec.
En los últimos años, San Sebastián (más bien toda la zona de Donostialdea) se ha erigido en un indiscutible polo de referencia en biociencias, cuántica o movilidad sostenible, entre otros muchos ámbitos de futuro.
De nuevo nombres propios como Mubil, Viralgen, VIVEBiotech, Multiverse Computing y tantos y tantos otros han tomado el testigo armados de batas blancas, probetas y ordenadores.
La modernización del tejido empresarial donostiarra es tan potente como pueda demostrar una lista de los habitantes del parque empresarial de Miramon.
Desde el propio Fomento de San Sebastián destacan «la intensidad» que ha demostrado el avance de este empleo de alto valor añadido, puesto que si en 2013 el número de afiliados tecnológicos en el municipio de Donostia era de 5.997, el año pasado esa cifra había trepado a 8.895, lo que comporta un aumento de 2.898 personas, un 48,3% más. Sólo en el capítulo de I+D, el plantel ha aumentado en 1.330 profesionales.
Esa posición de la ciudad, incide Fomento, «se debe a una apuesta decidida por la ciencia en los últimos 25 años», a lo que añade que la inversión en I+D del municipio en los últimos cinco años ha crecido «a un ritmo próximo al 23%».
La fortaleza de Gipuzkoa se apoya en el enorme salto innovador que ha vivido la industria tradicional
El acelerón en los últimos ejercicios es evidente. Sobre todo desde la pandemia. Eso se aprecia, por ejemplo, en el porcentaje de empleo en I+D de Donostia desde 2021, pues ha pasado del 1,95% al citado 2,34%, mientras, por ejemplo, en Euskadi crecía 'solo' del 0,97% al 1,05% y en España lo hacía del 0,51% al 0,57%, movimientos muchísimo menos intensos que el de Donostia.
«Apostamos por ser un hub de innovación y emprendimiento, y por el impulso de la ciudad como plataforma de ciencia e innovación como vectores clave de la competitividad de San Sebastián a medio y largo plazo», añaden fuentes de Fomento.
Pelea por el talento
Si giramos la lupa hacia los datos del conjunto de Gipuzkoa, donde la industria tradicional ha dado un salto de gigante en su tecnificación y sectores como la máquina-herramienta, las ingenierías o la fabricación de trenes o componentes de motor han viajado al siglo XXI a toda velocidad, llama la atención que (siempre con datos de Cotec) el empleo tecnológico en el territorio sea tan alto. De hecho, en el último decenio ha crecido casi un 18%, hasta superar los 40.000 afiliados; eso es 6.000 más que en 2013.
Nadie esconde que aunque Gipuzkoa y San Sebastián sean un reconocido punto de atracción de este tipo de talento, también de profesionales extranjeros, empieza a haber ciertas apreturas para poder acompasar el crecimiento que experimentan los negocios con la incorporación de personal.
Y es que, sobre todo en el entorno más cercano, las carreras de corte científico-tecnológico no logran incorporar a un número de estudiantes suficiente para alimentar las necesidades del tejido productivo. La ley de la oferta y la demanda está encareciendo el 'producto' mientras las empresas empiezan a buscar profesionales allí donde pueden.
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