La zona de Arcelor en Urretxu recuperará la actividad en septiembre tras diez años

En un momento en el que la industria vasca está sufriendo por la competencia china, la inestabilidad internacional, la política proteccionista de Estados Unidos en forma de aranceles y hasta los costes regulatorios o el exceso de burocracia, la reanudación de la actividad de esta planta una década después es una excelente noticia para Urretxu y la comarca de Alto Urola, pero también para el conjunto de la economía de Gipuzkoa en general, y de la metalurgia y del sector del acero en particular.

Y es que la decisión de ArcelorMittal de poner fin en 2016 a la actividad en la zona, justificada por la crisis que sacudía con fuerza al sector del acero por la competencia china, supuso un mazazo para la localidad y para buena parte de la comarca. No en vano la antigua Orbegozo empleaba a 325 trabajadores de forma directa y, sumados los empleos indirectos, superaba el medio millar.

Con todo, la transición hacia la sostenibilidad de los nuevos tiempos ha permitido que algunas industrias puedan resurgir con fuerza. En definitiva, el proceso de descarbonización genera nuevas oportunidades de negocio. Es el caso que nos ocupa, en el que tanto el ayuntamiento de Urretxu como el departamento de Industria del Gobierno Vasco y la propia Calcinor se han dejado la piel para redoblar esfuerzos por el futuro de la compañía.

De esta forma se pronuncian desde el Gobierno Vasco al calificar la noticia como excelente tanto «desde el punto de vista económico como medioambiental. Además, el retorno de la actividad proporciona robustez, una salida estable para el acero y seguridad, como por ejemplo para la empresa que ArcelorMittal tiene en Olaberria».

Las mismas fuentes agregan que este tipo de instalaciones que basan su actividad en la valorización de residuos son «prioritarias» para el Gobierno Vasco, que considera a la industria como la clave de bóveda de la economía del País Vasco al contar con los empleos más estables. Y aunque no se atreve a concretar el número de puestos de trabajo que Calcinor creará, nadie duda de que es «una gran noticia, sobre todo para Urretxu».

En los mismos términos se manifiesta el alcalde de la localidad guipuzcoana, el peneuvista Jon Luqui, que explica que la empresa ha realizado un exhaustivo trabajo de rehabilitación en las antiguas instalaciones: «Calcinor tiene todas las autorizaciones relativas a la actividad, incluyendo controles periódicos medioambientales. El único trámite pendiente es el relacionado con la licencia de obras que pretenden acometer para adecuar la nave». Un proceso, según cuenta, en fase avanzada.

Esta buena noticia se suma a la conocida recientemente en los terrenos de Arcelor, pero en este caso los que ocupa sobre Zumarraga. Y es que la empresa Bidasoa Metal 78, dedicada al reciclaje de catalizadores de coches, iniciará su actividad tras la inversión de 12 millones de euros. La nueva planta se asentará en 6.000 de los 90.000 metros cuadrados de Arcelor. Abarcará un pabellón, donde las obras de adecuación para el desarrollo de su actividad ya han dado comienzo. La empresa prevé estar a pleno rendimiento para principios de 2026 y generará 40 empleos.