La crisis de los chips tiene en lista de espera para un coche a más de 5.000 guipuzcoanos

En esta misma situación se encuentran cerca de 5.000 conductores guipuzcoanos, que aguardan la llegada de su nuevo vehículo tras meses y meses de espera. Esta cifra es aproximativa, pero hasta cinco concesionarios del territorio confirman esta tesis. Son los casos del Grupo Gorla (Opel, Mercedes, Peugeot, Ford, Toyota y Citroën) y Gaursa (Nissan, Renault y Dacia), que registran una demanda embalsada de 1.000 vehículos cada uno. En Easo Motor (Ford, Citroën, Hyundai, Mazda, Jaguar y Land Rover), la cifra se reduce a 700 turismos, y en Vasa y Lurauto, ronda los 400. En el resto de concesionarios la situación se supone similar. Desde este mismo sector no se espera que la situación se regularice hasta el segundo trimestre del año siguiente.

El motivo de la demora se encuentra en la crisis de abastecimiento de microchips. Y es que la escasez de semiconductores –esos pequeños chips de silicio vitales para el funcionamiento de los complejos sistemas que controlan los vehículos actuales–, está llevando por el camino de la amargura a las diferentes plantas automovilísticas del Estado y, por ende, también a los concesionarios. La falta de estas piezas ha provocado cierres en las diferentes factorías y ha disparado hasta los doce meses los plazos de entrega de algunos modelos y marcas tanto en el territorio como en el resto del Estado.

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en Gipuzkoa apenas alcanzaron en noviembre las 585 operaciones, lo que supone un 25% menos que en el mismo mes de 2020. Si ponemos el foco en el acumulado del año, la cifra tampoco es nada halagüeña. Durante los once primeros meses se han matriculado en el territorio 6.855 coches, un 18,3% menos que el año pasado (8.397), según los datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam). Conviene, sin embargo, retrotraernos hasta 2019, cuando la población vivía ajena a la pandemia para realizar una comparación más fiable. Así, hace dos años, se registraron 11.848 operaciones, un 42,1% más que en el presente ejercicio.

El parón en la fabricación de vehículos que afecta a casi todas las marcas y la consiguiente demora en la entrega de un coche nuevo ha llevado a los compradores a acudir al mercado de segunda mano, donde se registran subidas de precios de hasta 4.000 euros durante el último semestre. Transcurridos los once primeros meses del año, el territorio registra 21.434 transferencias de vehículos de ocasión. Una cifra que triplica el número de matriculaciones de nuevos.

El desplome en las ventas de coches recién salidos de fábrica llevó al Gobierno central a congelar en julio la subida del impuesto de matriculación hasta final de año –el 1 de enero de 2022 volverá a reactivarse– después de que el propio Ejecutivo diese luz verde el primer día del año a la entrada en vigor de la nueva norma de emisiones WLTP, mucho más exigente y que elevaba un 5% de media el precio de casi la mitad de los coches nuevos.

Los 5.000 guipuzcoanos que esperan desde hace meses la llegada de sus nuevos vehículos podrían tener que hacer frente a partir del próximo 1 de enero a un nuevo contratiempo; el encarecimiento de sus coches, ya que, pese a haber sido comprados este año –con el impuesto congelado– se matricularán en 2022 y se verán afectados por el cambio en el impuesto. Los vehículos se van a encarecer entre 800 y 1.000 euros, según calcula Faconauto.

Hacienda –el tratamiento es idéntico en territorio foral o en el común– fija cuatro tramos para el citado tributo: los coches que emiten hasta 120 gramos de CO2 están exentos. Entre 120 y 160 gramos, se paga un 4,75%; entre 160 y 200 gramos el gravamen es del 9,75% y, si emiten más de 200 gramos, deben pagar el 14,75%. El WLTP homologa emisiones más elevadas que la norma anterior para los mismos coches, lo que les hace saltar de tramo impositivo y por tanto los encarece.

Así, desde este próximo 1 de enero, el mismo vehículo pasa de estar exento del Impuesto de Matriculación a pagar un 4,75%. Esto se explica porque se produce un salto al considerar que nominalmente ese coche pasa a emitir un 20% más por el nuevo baremo, aunque en la realidad emite lo mismo. Las patronales advierten de que ese cambio afecta al 50% del mercado, lo que provoca una subida de al menos el 5% en el precio a esos coches.

Desde la asociación de concesionarios Faconauto explican que han trabajado activamente en los últimos meses para exigir una segunda prórroga del Impuesto de Matriculación mientras se regulariza el mercado, para no penalizar injustamente a esos miles de compradores.