Confebask pide un plan «urgente» para atraer talento y cubrir 140.000 puestos esta década
La nueva presidenta de la patronal vasca, Tamara Yagüe, sitúa el desafío demográfico como un «reto de país» y reclama una reforma fiscal que «incentive» la economía
Euskadi se queda, literalmente, sin trabajadores. Una realidad derivada de una pirámide poblacional famélica y en la que no hay niños ni jóvenes y que ... coincide con la 'gran jubilación' de toda la generación del 'baby boom', que empieza ya a ser una realidad. En ese diabólico escenario, y cuando Euskadi afronta grandes transiciones como la energética o la digital que requieren perfiles muy determinados, Tamara Yagüe, que este miércoles ha sido designada como nueva presidenta de Confebask, ha puesto en primera línea de los «retos de país» que afronta el País Vasco la puesta en marcha «urgente» de un plan con el que «entre todos» se logre traer y retener el talento que nos va a hacer falta en muy breve.
Para ilustrar la gravedad de este problema, la nueva responsable de la patronal -que sustituye en el cargo a la donostiarra Isabel Busto- ha explicado que «en esta década (de 2020 a 2030) necesitaremos 140.000 personas sólo para cubrir el relevo generacional en nuestras empresas».
Junto a esto, la también presidenta de la Confederación Vizcaína de Empresas del Metal expuso otras preocupaciones de la patronal, como la caída de los márgenes, el absentismo o la subida de los tipos de interés. Y ha abogado -ahora que Euskadi trabaja en una reforma fiscal- por un marco tributario que «incentive y estimule el crecimiento económico y la creación de riqueza».
«Hay que pasar del diagnóstico conocido a las soluciones para abordar el reto demográfico», ha advertido Yagüe, quien al tiempo ha aplaudido las medidas puestas en marcha para favorecer la natalidad por el Gobierno Vasco «con el que compartimos» la preocupación por la falta de trabajadores. En ese punto, ha urgido a las instituciones a buscar de manera «conjunta y consensuada» una respuesta ágil. Y ha insistido en la necesidad de lanzar «una estrategia coordinada de atracción de personas para trabajar». «No se trata de cerrar la puerta a quienes buscan refugio en nuestro país, ni mucho menos. Todo lo contrario. De lo que se trata es de abrir una nueva», ha afirmado.
Vocaciones
Ligado a lo anterior, la presidenta de Confebask ha apuntado la necesidad de «fomentar las vocaciones empresariales e industriales» entre los jóvenes. Y es que Yagüe puso sobre la mesa la peligrosa realidad de que el 25% de los grados de FP y el 55% de los estudios elegidos en la Universidad por los jóvenes vascos están muy lejos de las actuales y futuras necesidades del tejido productivo vasco, «a pesar de que se ofrecen unas condiciones laborales y salariales mejores que la media». «Sistema educativo, familias y empresas debemos trabajar juntos para mejorar este ámbito, puesto que, además, cada vez hay menos jóvenes en Euskadi, unos 15.000 menos en los últimos 15 años», ha dicho.
Al referirse de nuevo a esa fiscalidad que reclama Confebask, su presidenta ha explicado que «no se trata de aportar menos, sino de aportar mejor». «Proponemos aprovechar las competencias fiscales que nos ofrece el Concierto Económico para reforzar la competitividad empresarial y el atractivo de Euskadi para trabajar, invertir y crear nuevas empresas». Un llamamiento velado para, entre otras cosas, reconsiderar el papel del Impuesto sobre el Patrimonio, que las organizaciones empresariales vascas siempre han expuesto como un freno a ese capacidad de atracción de actividad.
Tras subrayar la apuesta de las patronales vascas por la Nueva Cultura de Empresa -citando entre otros el proyecto Fabrika de Adegi-, celebrar la buena salud y los logros del diálogo social y lamentar el elevado absentismo en la comunidad autónoma, Yagüe ha repasado el escenario económico.
Aquí, ha planteado una doble realidad. Por un lado ha señalado que en lo que llevamos de año la economía vasca se ha comportado «mejor de lo esperado» y, a renglón seguido, ha expuesto que las perspectivas para el otoño pasan por una clara desaceleración, sobre todo en el plano industrial. Sin embargo, alejó con contundencia cualquier atisbo de recesión. Yagüe pidió reconocimiento a la figura del empresario ante las críticas desde parte del «discurso político».
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