Laboral Kutxa subraya su solidez tras lograr un beneficio de 108,8 millones

Laboral Kutxa sigue la buena senda del sector de bancos y cajas pese a la pandemia y anunció ayer que ha concluido el ejercicio 2021 con un beneficio consolidado de 108,8 millones de euros después de impuestos, lo que supone un crecimiento del 24,4% respecto al año 2020. Un buen resultado que, como destaca la entidad de Mondragon Corporación, supone vencer un escenario general de «astenia» o cansancio del negocio típico bancario. La menor aportación de ingresos motivada por los tipos de interés negativos se ha visto compensada por una «vigorosa» actividad en el apartado de la inversión crediticia, con un crecimiento neto acumulado del 4,8%. También, por el «impulso» en el asesoramiento a los clientes en materia de inversiones a través de las figuras fuera de balance, que han crecido un 14,4% en su conjunto, y por el aumento en un 15% de los ingresos por la prestación de servicios.

La entidad destaca que la marca se mantiene como la entidad más solvente dentro de su mercado, con una ratio CET1 del 21,81%. Otro dato relevante que aporta es el descenso de la morosidad, que baja hasta el 2,8%, muy por debajo del 4,2% que refleja la media del sector. Laboral Kutxa también ha refrendado su vocación de asesoramiento con mayor valor para sus clientes: los fondos de inversión crecen un 21,7% y los planes de previsión un 7,1%, destaca la entidad que preside Txomin García, que avaló los datos junto al director general, Xabier Egibar.

No obstante, Laboral Kutxa ha decidido reforzar sus provisiones por un importe de 55 millones a lo largo del año, con lo que la provisión registrada para hacer frente a la crisis Covid-19 durante los dos últimos ejercicios alcanza los 120 millones.

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