Auge y caída del último vasco en llegar a la lista Forbes

El 13 de abril, las acciones de EIDF Solar subían un 3% desde los 28,86 euros con que habían arrancado la sesión en la Bolsa cuando la CNMV decidió suspender su cotización en el BME Growth, el índice de valores dedicado a las pymes en expansión. Toda una sorpresa para un mercado que tenía en la empresa un referente de éxito y en su máximo responsable, el errenteriarra Fernando Romero, un ejemplo de hombre hecho a sí mismo capaz de llegar por sus propios medios a la lista Forbes.

Este lunes, cuatro meses después, en su vuelta al parqué, la capitalización de firma sufrió un desplome de casi el 70% (de los 1.721 millones de euros a los 516) en una jornada intensísima para muchos accionistas, que en algunos momentos no encontraban comprador para sus títulos.

En la Bolsa no hay nada peor que la desconfianza, y eso es lo que el mercado siente ahora hacia esta compañía especializada en instalaciones de autoconsumo solar que preparaba su salto al mercado continuo. Después de que la CNMV suspendiera su cotización por no entregar las cuentas correspondientes al ejercicio 2022, se supo que meses antes había cambiado a su auditora habitual, Crowe Auditores, por PwC y que ésta se había negado a firmar sus cuentas.

Para solucionar las «discrepancias» con PwC, encargó un informe 'forensic' a Deloitte del que, en primera instancia, se negó a ofrecer los resultados, lo que hizo sospechar que había falseado sus cuentas. Tras acusar a la CNMV de entrometerse más allá de su deber y replantear las cuentas de los dos últimos años para lograr el visto bueno un tanto precario de PwC (que no descarta que el informa contenga errores), los presentó el pasado día 16; el resultado consolidado de 2022 arrojaba unas pérdidas de 2,71 millones de euros frente a las ganancias de 1,11 millones de 2021.

Todo un varapalo para la empresa y el propio Romero, su mayor accionista y hasta ahora consejero delegado, aunque ya se ha anunciado que pronto dejará este cargo tras haber logrado el despegue fulgurante de la compañía. Un despegue que llevó el año pasado a este renteriano de 41 años afincado en Galicia desde niño al puesto 34 de la lista de los 100 españoles más ricos de Forbes. Entonces, como dueño del 77% de EIDF, la revista estimó su patrimonio en los 850 millones de euros.

Romero estudió Derecho entre las universidades de Santiago y Deusto, formación que según consta en su perfil en LinkedIn, completó en la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra. Sus primeros trabajos fueron como camarero y repartidor de Telepizza y su primer contacto con el sector energético le llegó cuando ya trabajaba en la banca privada como gestor de inversiones.

En 2008 creó en Pontevedra EIDF (Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico), que sin embargo no puso en marcha su primera instalación de autoconsumo hasta en 2011, en una empresa avícola gallega. Pero su verdadero despegue llegó en 2018 con la supresión del llamado 'impuesto al sol', que debían pagar quienes instalaran sus propios sistemas de autoconsumo solar. En julio de 2021 empezó a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (o BME Growth) con un precio de 4,2 euros por acción. Su 600% de revalorización desde entonces la ponía por encima de empresas como NH Hoteles, Almirall, Meliá, Metrovacesa o Prosegur Cash, y le daba alas para intentar entrar en el mercado continuo. Hasta ahora.

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