Los arrantzales confían en que la cuota de anchoa siga igual y que no baje en la merluza
En vísperas de la reunión de ministros de Pesca europeos, descuentan que el recorte del verdel será del 20%, mientras el bonito se mantendrá en 33.600 toneladas
Los arrantzales vascos no esperan grandes sobresaltos de la reunión del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea que se inicia hoy en ... Bruselas, donde el ministro español Luis Planas y sus colegas tienen previsto abordar las posibilidades de pesca de la flota comunitaria a lo largo de 2019. Con la cuota de verdel o caballa ya decidida, al igual que la del bonito, los barcos confían en aliviar el recorte del 14% que la Comisión Europea ha planteado para la merluza Sur, la que se pesca en el Cantábrico.
En principio, para la anchoa, la segunda especie más importante tras el bonito, se espera que el total autorizado de capturas vuelva a estar en las 33.000 toneladas, de las que 29.700 serán para los arrantzales, en base al buen estado de salud de la especie que han certificado los científicos en los últimos meses.
Propuesta sobre la mesa
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Aumentos Para 27 poblaciones, como la de cigala y la de solla en el Skagerrak/Kattegat, la de merluza del norte, la del jurel del oeste y del sur, la de bacalao, la de lenguado y la de solla en el mar de Irlanda, y las de lenguado y gallo del norte en el Golfo de Vizcaya, la Comisión propone aumentar el total admisible de capturas.
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Poblaciones que han de capturarse a los niveles de 2018 Se mantienen 35 poblaciones.
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Disminuciones Se proponen para 22 poblaciones, de las que 12 tendrán una reducción inferior al 20 %.Con respecto a 5 de estas poblaciones, a saber, el bacalao en el oeste de Escocia y el bacalao en el mar Céltico y el golfo de Vizcaya y las aguas ibéricas; el merlán en el oeste de Escocia y en el mar de Irlanda; y la solla en el mar Céltico sur y el sudoeste de Irlanda, los científicos han recomendado la fijación de una cuota cero (total admisible de capturas) en 2019. Por lo tanto, la Comisión propone dejar de permitir la captura de dichas poblaciones. A la flota vasca le afectará si finalmente se aprueba una reducción del 20% para el verdel.
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Nuevos niveles de capturas accesorias En el caso de cinco poblaciones capturadas de forma incidental, se propone una cuota de capturas accesorias a un nivel bajo para reducir la presión pesquera, sujeta a una serie de condiciones, incluida la plena documentación de las capturas. Estas poblaciones son capturadas en las pesquerías combinadas de especies de pescado blanco.
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Lubina del norte Se propone una serie de medidas, expresadas en límites de capturas (no TAC), siguiendo los dictámenes científicos más recientes. Estas medidas permitirían mayores capturas para pesca con anzuelos y líneas de 7 toneladas/buque (frente a 5 toneladas/buque en 2018) y un límite de capturas para la pesca recreativa de 1 pez/día durante 7 meses, lo que supone un aumento frente a los tres meses tan solo de 2018.
En el último estudio Juvena, los expertos apostaron por una buena campaña de la anchoa para 2019. El informe de seguimiento anual de biomasa de juveniles de la especie, realizado por el centro tecnológico Azti, estableció que unas 490.000 toneladas de anchoas menores de un año habitan hoy en las aguas del golfo de Bizkaia. Esta cantidad es superior a la media histórica de la campaña, lo que sustenta el optimismo.
Hay que recordar que en la pasada primavera, los 145 barcos de cerco del Cantábrico y Noroeste agotaron la cuota asignada para el primer semestre de 24.500 tonelas. Esta fue la primera ocasión en el que la flota acabó en tan poco tiempo la cantidad permitida, con lo que supuso la mejor campaña de la historia. Un trabajo que, sin embargo, se vio algo empañado por los bajos precios, consecuencia de la amplia oferta.
No obstante, la primera campaña del año de los arrantzales será en marzo del 2019, con el verdel, especia para la que se ha decidido una reducción del 20%. A la flota que faena bajo pabellón español le corresponde un 7,63% del total, lo que supone 24.618 toneladas para el próximo año, que constrastan con las 38.432 que se asignaron en 2017.
Se espera que la anchoa se sitúe en 33.000 toneladas, dado el buen estado de su biomasa
A partir de 2019 todas las especies tendrán que ser descargadas en los puertos de pesca
Esta cantidad se reparte posteriormente entre las tres flotas del Cantábrico que faenan a la pesca de verdel: arrastre de litoral, red de cerco y líneas de anzuelos. Además, la flota del Estado está obligada a reducir de su cuota una cantidad anual para hacer frente a la sanción impuesta por la Comisión Europea tras la sobrepesca realizada en 2009 y 2010. En definitiva, la cuota de verdel disponible para 2019 será más pequeña, con lo que se supone que quedará agotada en apenas unos días. Por lo que respecta, al bonito, el TAC permitido está fijado, para el 2019, en 33.600 toneladas, el mismo de 2018.
Más recortes
En cuanto al resto de cuotas para la flota de altura de Ondarroa, la propuesta del Ejecutivo comunitario también incluye recortes para el rape del Golfo de Vizcaya (del 7%) y del Gran Sol (2%). Y, además, pide mantener cerrada la pesquería de cigala en el Cantábrico.
Sin embargo, Bruselas aboga por incrementos de la cuota de merluza del norte (2%), jurel del Gran Sol, del Cantábrico, de aguas portuguesas y del Golfo de Cádiz (20%, 18% y 69%, respectivamente) y de gallo de aguas ibéricas y del Golfo de Vizcaya (35% y 40%, respectivamente).
Revolución
Un aspecto que va a revolucionar la pesca va a ser la obligación del desembarque en puerto, medida de obligado cumplimiento a partir del año que viene. La nueva imposición de la Unión Europea trata de poner fin a las devoluciones al mar de pescado comercializable.
A partir de ahora quedarán prohibidos los descartes que se solían producir cuando los pescadores capturaban accidentalmente pescado para el que no tenían cuota, pescado dañado, menos rentable o unidades por debajo de la talla reglamentaria y que no podían vender. La tarea del Gobierno se centra en garantizar la flexibilidad suficiente para que los buques españoles no tengan que cesar su actividad como consecuencia de esa obligación. El problema que se avecina es que las capturas al ser desembarcadas en los puertos puede provocar problemas cerrándose las campañas a los buques que tienen poca o ninguna cuota de algunas especies que pueden caer en sus redes.
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