Servicios avanzados e industria, una frontera cada vez más difusa

Han transcurrido cerca de tres años con todo nuestro esfuerzo centrado en la reactivación económica y en la consolidación de un nuevo modelo de competitividad para el futuro de Euskadi. Analizada la evolución de estos años, los indicadores macroeconómicos se tornan en positivo, y las necesidades de las empresas vascas han ido, de alguna manera modulándose, si bien tenemos todavía necesidades y retos que atender, principalmente el de la creación de empleo.

Una vez que hemos sido capaces de superar lo peor de la crisis, ahora toca incidir y reforzar las bases del futuro de nuestra industria, ya que ésta sigue siendo el motor de nuestra economía. Reactivada la industria, confiamos en que los sectores de servicios y el consumo sigan sus pasos. La industria aporta un 23,6% del crecimiento económico, y seguimos trabajando para que la industria manufacturera, unida a los servicios tecnológicos más avanzados, aumente su peso en Euskadi y se sostenga en porcentaje y en calidad.

Sobre cómo avanzar hacia esa industria competitiva y de calidad, Euskadi ha hecho las tareas y nos hemos posicionado en Europa y ante Bruselas con una estrategia de Especialización Inteligente RIS que nos posicione en lo que mejor sabemos hacer. Con un Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación revisado y ajustado al horizonte 2020, y una reordenación de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación que pretende dar respuesta a las que eran nuestras debilidades, es decir, la necesidad de mejorar la transferencia de conocimiento al tejido empresarial y un mayor atracción de inversión privada a través de los recursos públicos que destinamos.

Desde el Gobierno vasco hemos impulsado una estrategia denominada 'Basque Industry 4.0' a la que recientemente se han adherido entidades, clústeres, plataformas tecnológicas y universidades, contexto en el que constituimos un grupo de pilotaje cuya misión será extender el desarrollo de dicha estrategia.

La denominación 'Industria 4.0' conlleva lo que denominamos la cuarta revolución industrial, en la que confluyen la industria tradicional y las políticas de innovación tecnológica más avanzadas en el diseño, sensorización, integración de internet, gestión masiva de datos en tiempo real, personalización de productos, procesos y servicios. En definitiva, constituye el nuevo paradigma de producción industrial en el que Euskadi necesita ubicarse a la vanguardia europea.

La estrategia de la 'Industria 4.0' nació internacionalizada, ya que desde el inicio Euskadi participa en el diseño de la futura industria europea a través de la Red Vanguard y formamos parte del benchmarking que realiza el Gobierno Federal de Alemania.

Atendiendo a este salto cualitativo que necesita y desea dar la industria vasca, en la que los servicios avanzados se constituyen en uno de los ejes centrales del producto o del servicio a diseñar y producir, incluso en el propio proceso industrial a través de la conectividad de las máquinas, ha llegado el momento de asumir y reconocer que los servicios avanzados forman parte de la industria vasca del presente y del futuro. La forma en la que midamos el peso que la industria tiene en nuestra economía, podría dejarnos una foto poco amable para nuestros deseos e intereses, y es que mientras parte de la industria más tradicional y madura pierde peso, existe esa nueva industria avanzada que crece en cantidad y calidad.

Es hora de dejar atrás la disección entre industria y servicios, la frontera es cada vez más difusa, y empezar a catalogar a los servicios avanzados en la casilla de la industria.