Partido bueno y sin bromas en Ordizia

Jokin Altuna suma su segunda victoria en dos días al superar 22-19 con la ayuda de Julen Martija a Aitor Elordi y José Javier Zabaleta, que llegaron a ponerse por delante 18-19. Los últimos cuatro tantos subieron al casillero de la pareja colorada después de 76 minutos de un buen tute en el que dieron 767 pelotazos a buena. Faltaron 34 para alcanzar la barrera de los 800.

El arranque de Altuna III confirma que el pacto con las musas de la víspera en Ermua es para más de un día. Una volea a la pared izquierda, un gancho, otra volea, una parada al txoko, un saque bombeado y arrimado al nueve y medio... Remates encadenados hasta encontrar el definitivo El amezketarra y Martija se plantan en un 7-2 con 107 pelotazos en nueve tantos. Pocos para lo que iba a venir a continuación.

Los tres tantos siguientes necesitan 98. Zabaleta toma el mando de las operaciones. Impone el poder de su derecha y la facilidad a la hora de extender con la zurda para retrasar hacia el rebote la posición de Martija y obligar al campeón manomanista a entrar de aire desde lejos. Elordi extrae conclusiones de inmediato: esperar a que llegue la buena y defender los intentos del delantero rival de atraer el juego a su terreno.

Elordi y Zabaleta devuelven el equilibrio al electrónico 10-10, e incluso se adelantan 10-11. En el momento de cruzar el ecuador del encuentro, el número de pelotazos se eleva ya a 367. No solo doblan esa cifra al final, sino que la incrementan más.

Endurecido el juego, los cuatro siguen firmes en sus planteamientos y en la ejecución de las diferentes estrategias. El equilibrio es tal que la mayor diferencia en el marcador entre unos y otros es de dos tantos hasta el 22-19 final, producto de un derechazo de Martija atrás sin respuesta de un Zabaleta obligado a correr.

Los ocho tantos hechos con los que termina Jokin Altuna están por debajo de cifras a las que ha acostumbrado al pelotazale. Ahora bien, cobran mayor valor en el marco de un peloteo dominado en su mayor parte por Zabaleta, que conserva en sus brazos una electricidad envidiable para un pelotari de 34 años. Demuestra un poderío inmenso y no está dispuesto a dejarse arrebatar así como así la condición de número uno en la zaga.

Martija, que cayó de nalgas sobre la primera fila de la grada del rebote en el 17-17 al correr hacia atrás para intentar devolver un zambombazo de Zabaleta, es un seguro de vida en este tipo de duelos. Aitor Elordi ya lleva varios meses en los que se parece por fin al campeón manomanista de 2023. Alternó seriedad y eficacia. Apenas falló.

Más sus dos buenas actuaciones de este fin de semana que las dos victorias alivian a Jokin Altuna con vistas a los numerosos compromisos que afronta este verano. Sale reforzado de las visitas a Ermua y a la siempre recomendable de Ordizia.