Irribarria tiene en sus manos igualar la mayor racha de txapelas de Aspe

Jokin Altuna inició con su triunfo en el Campeonato del Cuatro y Medio de 2017 una hegemonía amenazada en estos momentos por Mikel Urrutikoetxea, representante de Baiko en la final del Manomanista que se disputará el domingo en el transcurso del festival que el frontón Bizkaia albergará a partir de las 17.30 horas. Siguieron a ese éxito el Parejas de 2018 a cargo de Ezkurdia-Zabaleta, el Manomanista de ese mismo año gracias al propio Altuna III, la victoria de Ezkurdia en el Cuatro y Medio que puso fin a ese año y, dentro ya en 2019, la conquista del cetro del Parejas a cargo de Elezkano II-Rezusta. Además, los manistas de Aspe coparon tres de esas finales. La presencia de Asegarce en los choques por el título se ha limitado durante este intervalo a Urrutikoetxea en el Cuatro y Medio de 2017 –repite en la capital vizcaína– y Olaizola II en el Manomanista de 2018.

Cinco componentes del cuadro de Aspe protagonizan de momento este periodo dorado al que tiene la oportunidad de sumarse Iker Irribarria. Sería la sexta punta de una horca que de momento luce cinco: Altuna III y Ezkurdia, con dos entorchados cada uno, Zabaleta, Elezkano II y Rezusta. Son la base de este predominio. El zurdo de Arama quiere ampliar el quinteto a sexteto.

La plantilla de Asegarce antes y la de Baiko ahora, en realidad la misma, persigue una txapela que se le resiste desde la consecución del Manomanista a cargo de Oinatz Bengoetxea en 2017. Nadie más de sus integrantes ha subido después a la cima del podio.

También cinco pelotaris estuvieron detrás de la consecución de seis txapelas seguidas a cargo de la propia Aspe en 2009 y 2010. Ninguno de los cinco sigue actualmente en el seno de la plantilla. Asegarce no mojó en ninguno de esos dos años.

Irujo y Goñi III iniciaron la racha en el Campeonato de Parejas de 2009. Les siguió en el Manomanista Martínez de Irujo, que repitió en el Cuatro y Medio. Xala y Zubieta tomaron el relevo en el palmarés del Parejas de 2010. El de Ibero revalidó la txapela del Manomanista unos meses después y vio detenido su huracán personal por un compañero de promotora, Sebastian Gonzalez, en aquella recordada final del Atano III, la última de esta disciplina que ha acogido el histórico frontón donostiarra.

Curiosamente, los discípulos de Jokin Etxaniz coparon cuatro de aquellas seis finales, en concreto las cuatro más tardías:las dos del Cuatro y Medio (Irujo-Barriola y Gonzalez-Irujo), la del Parejas de 2010 (Xala y Zubieta derrotaron a Gonzalez y Laskurain) y la del Manomanista de ese mismo año entre el omnipresente Irujo y Xala.

Asegarce unió en el Campeonato de Parejas de 2011 a Aimar Olaizola y Aritz Begino para quebrar una racha preocupante para sus intereses. En la final del Bizkaia doblegaron a Xala y Beroiz, recambio de última hora del lesionado Barriola, zaguero que había sellado la clasificación junto al zurdo de Lekuine.

El de seis txapelas de 2009-10 y el de cinco actual son los ciclos más extensos en esta rivalidad Aspe-Asegarce (Baiko), un elemento añadido para el interés del pelotazale en las competiciones. Hay quienes toman incluso partido por una u otra empresa, empujados por sus preferencias, y llegan a declararse seguidores de Aspe o de Baiko.

Aspe se ha impuesto en cuatro seguidas en otras dos ocasiones, entre el Parejas de 2000 y el de 2001 y desde el Parejas de 2006 a esa misma competición en 2007.

Asegarce, por su parte, luce dos rachas de cuatro: la primera entre los Manomanistas de 2002 y 2003 y la segunda, más reciente, va desde el Parejas de 2015 al de 2016. Precisamente durante ese intervalo los pelotaris de la promotora bilbaína monopolizaron dos de las cuatro finales: la del Parejas de 2015, ganada por Bengoetxea VI y Untoria a Berasaluze II y Zubieta, cedido puntualmente por Aspe para esa competición, y la del Manomanista de ese mismo curso, en la que Urrutikoetxea, recambio del lesionado Bengoetxea VI, sorprendió a Olaizola II. Los tres eran compañeros en las filas de Asegarce.

En concreto esa es la última vez en la que Aspe no incluyó a ninguno de sus representantes en una final. Alguno de ellos ha estado presente en las nueve siguientes. De hecho, los de la empresa de Eibar se han impuesto en siete de ellas desde el Manomanista de 2016. El relevo generacional entre los Titín III, Martínez de Irujo, Barriola, Xala, Goñi III, Gonzalez, Eulate y Zubieta, figuras de aquel tiempo, y el grupo de Altuna III, Irribarria, Ezkurdia, Rezusta, Zabaleta, Elezkano II y demás se ha producido con total naturalidad y sin merma alguna en los resultados.

El balance de los 58 campeonatos organizados desde inicios de 2000 entre las dos empresas es favorable a Aspe por 33-25. La diferencia está fundamentada en la superioridad de la promotora de Eibar en el Campeonato de Parejas, con un 15-5 inapelable. Las tres últimas ediciones han caído de su lado. La situación es más pareja en los torneos individuales. De hecho, Asegarce manda ligeramente 9-10 tanto en el Manomanista como en el Cuatro y Medio. Aimar Olaizola, con siete txapelas dentro de la jaula y cuatro mano a mano en toda la cancha, tiene mucho que ver en esos números.

También es mayor la cifra de finales acaparadas por Aspe, 12, que por Asegarce, 7. Estos datos parten de 2000. Sin embargo, las disputadas entre ambas son el doble, 39, muestra inequívoca del pique sobre el que se sostiene la pelota a mano profesional del siglo XXI.