Urrutikoetxea: «Llego con la ilusión de siempre, como si fuera mi primera final»

– ¿Su opinión del material?

– He dudado porque muchas pelotas eran bastante parecidas, pero estoy contento con las dos que he escogido. En realidad, las diez que había en el cestaño del seleccionador eran similares. Alguna tenía algo más de salida y otras se paraban algo más en el frontis, pero dentro de una línea.

– Irribarria dice que las elegidas por usted andan más por abajo que las suyas.

– Puede ser. De todas maneras, habrá que esperar la respuesta del material el día del partido. Siempre cambian un poco desde el día de la elección al del partido.

– ¿Cómo llega a la final?

– Bien. Con la ilusión de siempre, como si fuera mi primera final. Alcanzar las finales es una tarea exigente. Trabajamos mucho a lo largo del año para lograr ese objetivo. La del Manomanista es la final con mayor prestigio e historia.

– ¿Por dónde discurrirá el partido?

– Complicado preverlo. Pienso que será como los dos anteriores que he disputado. Todo los contrarios juegan a un nivel alto. Tanto este año como los anteriores, Irribarria ha demostrado ser completo y dominar esta disciplina.

– ¿Posee una estrategia definida?

– Si la tuviera, tampoco la diría delante de todo el mundo. Me he entrenado bien y lo importante es que llego en buenas condiciones. El domingo puede suceder cualquier cosa, puedes ganar o puedes perder. Pero me presento a la final con la tranquilidad de que he hecho bien mis deberes.

– ¿El estado de la mano izquierda le ha obligado a cambiar la planificación inicial?

– A nadie le gusta tener que pedir un aplazamiento por respeto al espectador, a la prensa y al pelotari contrario. Existía esa opción, la mano estaba bastante inflamada y decidimos recurrir a ello. La primera semana después de medirme a Ezkurdia estuve mal. La mano mejoró con el paso de los días. Luego, la hinchazón remitió y, quieras o no, me dejaba ensayar. En algunos entrenamientos no he podido utilizar la zurda como me habría gustado. He actuado con precaución porque notaba un poco de dolor. Durante la última semana me he sentido mejor, únicamente con pequeñas molestias. La mano no va a ser excusa. Llegaré al cien por cien.

– ¿Nota nerviosismo?

– Estoy con ganas, pero a la vez tranquilo. La tarde del sábado o el domingo por la mañana aparecerá ese cosquilleo que he sentido en otras finales. Señal de que esto, en realidad, te importa.

– ¿Beneficia el Bizkaia a alguno de los dos?

– Ambos hemos sido campeones y hemos jugado grandes partidos en este frontón. El Bizkaia es ideal para este tipo de finales. Me parece un buen frontón para ambos.

– ¿Se siente mejor pelotari que cuando disputó la final de 2016?

– Pienso que ambos lo somos. Aprendes, te preparas para ello los doce meses del año, intentas mejorar aquello en lo que peor te sientes como pelotari. Durante estos tres años hemos cambiado tanto Iker como yo. Somos más completos. Los años dan experiencia. Sabemos qué significa jugar una final como esta, llevar esa tensión durante varias semanas... La persona, a fin de cuentas, cambia con el paso de los años.

– Habitualmente, los rivales de Irribarria se ven obligados a defender de aire con frecuencia.

– No sé si me tocará... Tampoco me obsesiono con ello. Cuando toque defender lo haré, y además a gusto. Mis manos están bien y eso no supone ningún quebradero de cabeza para mí. Y cuando tenga que darle, lo haré. Durante el partido habrá distintas fases, unas de ataque y otras de defensa. Ahí es cuando se ve quién es el pelotari más completo, tanto a nivel psicológico como técnico.

– ¿Le preocupa algún aspecto concreto del juego de Irribarria?

– Me preocupa todo. Insisto. Iker es un pelotari muy completo. Por algo ha sido campeón y por algo vuelve a estar en la final. Posee numerosos recursos. Acaba bien el tanto y defiende mucho.

– ¿Qué juego le conviene para neutralizar a un pegador de tal calibre?

– Nunca se sabe. Puedo decir ahora una cosa y verme obligado a cambiar durante el encuentro. Hay que intentar jugar de diferentes maneras y, una vez sobre la cancha, ver dónde se le puede hacer más daño.

– Mantenerse concentrado pesa en las finales.

– También Iker intentará sacarme del partido y querrá que me sienta incómodo. No llevar botilleros te obliga a preparar bien el partido, a saber cómo actuar en los momentos complicados.

– ¿Hay favorito?

– Las finales están al cincuenta por ciento. En la del Campeonato de Parejas se decía que iban a ganar Irribarria y Zabaleta. Sin embargo, las txapelas fueron para Elezkano y Rezusta. Ambos jugaron mucho. Aparecen los nervios y la tensión propia de una final. Tienes que estar al cien por cien a esa hora y en ese momento. Veo nuestra final abierta. Puede pasar cualquier cosa.

– ¿Qué significa volver a una final?

– Algo muy especial. Después de lo que viví el año pasado en estas fechas, después de un verano sin poder jugar... Sé que me espera un compromiso complicado. Si consigo el tanto 22, empezaré e pensar en lo que supone la txapela.

– ¿Le preocupa jugar contra un zurdo?

– Varía la dirección de la pelota o cómo sale de la pared, pero no me preocupa. Si aciertas a colocar el saque en la pared izquierda, restar resulta complicado tanto para el zurdo como para los diestros. Tampoco es el único tipo de saque posible.

– ¿Está contento por cómo le ha funcionado el saque en este Manomanista?

– No. Por ponerle un pero a mi juego, es algo en lo que no he andado muy fino. He tenido momentos en los que he acertado y otros en los que no. Puedo mejorar el saque y en eso estamos.

– ¿Volverá al Bizkaia antes del domingo?

– No. El de hoy ha sido mi último contacto con el frontón. Intentaré desconectar y pensar en otras cosas que no sean la pelota.

Iker Irribarria ensayó este jueves aspectos técnicos con Jokin Etxaniz, director técnico de Aspe, durante aproximadamente media hora antes de separar las dos pelotas en las que ha depositado buena parte de sus esperanzas en el intento de recuperar el título que en 2016, hace tres ediciones, le convirtió en el campeón manomanista más joven de la historia a sus 19 años.

– ¿Qué le ha parecido el material?

– Ningún problema. Cada finalista tenía su material. Quizá las separadas por Urrutikoetxea andan más por el suelo. Pero todas eran parecidas y buenas. Etxaniz y Apezetxea me han ayudado. Me voy contento con lo que he encontrado.

– ¿Cómo marcha la semana?

– Todo según lo previsto. Las sensaciones son buenas. No me duele nada. Estoy con ganas de que llegue la final.

– ¿Se hace larga la espera?

– Sí. Cuando estás bien, dos semanas ya son largas. Y no te digo ya si tienes que esperar otra más. Estaba concienciado desde que hace dos semanas se confirmó el aplazamiento y, aunque el paréntesis se me haya hecho largo, la preparación marcha bien, sin contratiempo alguno. Estoy deseoso de jugar el partido.

– ¿Qué tipo de final presume?

– Dura. Mikel ha tenido el problema de la mano izquierda, pero entiendo que si va a jugar es porque está a tope, al cien por cien. Lo hará bien y le soltará con todo a la pelota, también de zurda. Ha demostrado encontrarse con chispa en las dos eliminatorias anteriores. Pone muy larga la pelota y sé que estoy ante un compromiso exigente. Falla poco. La pelota le sale bien de la mano. Cuando alguien tan completo juega de esa manera, resulta complicado superarle.

– ¿Cambia algo respecto a finales suyas anteriores del Manomanista?

– Cambia todo. Vamos mejorando poco a poco a base de entrenamientos. Ese es nuestro objetivo, progresar y disfrutar sobre la cancha. Han transcurrido dos años desde mi última final del Manomanista. Aunque a algunos se les haya hecho largo este paréntesis, es algo normal.

– ¿Qué necesita mejorar para ser el pelotari perfecto?

– Muchas cosas. Desde el punto de vista físico tengo margen de progresión. Por parejas observo trabajo por delante. Necesito entrenar el remate con los técnicos. También me gustaría confiar en mis posibilidades y progresar dentro del cuatro y medio.

– ¿El Manomanista es su competición preferida?

– Se trata de la disciplina que mejor se adecúa a mis cualidades. Es donde más cómodo me siento, aunque soy consciente de que se trata de un campeonato difícil porque te puedes ir a casa si te sale mal un partido. Entraña su riesgo.

– ¿Le gusta el Bizkaia?

– Es un buen frontón para mí. Aunque no sea el más bonito de todos debido a que sus grandes dimensiones te hacen perder sensaciones y la pelota no suena igual, me siento a gusto en esta cancha. Entiendo, además, que los pegadores hacen daño en este frontón. Intentaremos aprovecharlo.

– Si domina el peloteo, dispondrá de oportunidades de remate.

– Lo segundo es consecuencia de lo primero. Si gozas y coges altura cuando pillas la pelota en el cuadro tres o cuatro, haces daño al contrario. Creo que es algo que he conseguido en mis dos compromisos anteriores. Además, tendré que esmerarme a la hora de acabar el tanto. Contra Urrutikoetxea no puedes esperar a que falle. Hay que intentar tenerlo lo más lejos posible del frontis y, si se presenta la ocasión, rematar.

– Tomar la decisión oportuna en una final...

– Es difícil. El frontón lleno, una final... Dispones de poco tiempo para decidir. Es importante traer las ideas claras de casa.

– ¿Cuál puede ser la clave?

– Por mi parte, aprovechar las pelotas que me deje adelante. Si coges altura, normalmente haces daño. Desde atrás no se hacen milagros.

– Acertó con el saque en la semifinal contra Elezkano II.

– Todos los días no sacas igual. Cambia el frontón, es una final... Intentaré sacar como lo hice frente a Danel. La referencia es esa, pero sé que será difícil repetir.

– Le dan favorito en las apuestas.

– Todos los pelotaris juegan. Urrutikoetxea ha alcanzado la final después de ganar a Bengoetxea VI y Ezkurdia. Atraviesa un muy buen momento de forma y tiene las mismas opciones de victoria que yo. Todavía tengo 22 años y mucho tiempo para progresar. Si la txapela llega este año, mejor. Pero prefiero eludir la condición de favorito.

– ¿Guardará Urrutikoetxea algún as bajo la manga?

– Nos conocemos bien porque nos enfrentamos a menudo. Los milagros no existen en la pelota. Puede variar pequeños detalles, pero conozco a Mikel. Normalmente, sé cómo jugará.

– ¿Jugará Mikel al contraataque?

– Puede ser. Intentará aprovechar las pelotas que yo no goce. Cuando coja pelota en condiciones con la zurda intentará atacarme a la derecha y desplazarme. Tengo claro que le interesa moverme adelante. Mi misión consistirá en que Urrutikoetxea no pueda jugar ni al ataque ni al contraataque.

– ¿Qué supone volver a una final?

– Una alegría tremenda. Tampoco pienso en eso, sino en disfrutar y jugar bien el domingo. Cuesta jugar una final, pero cuesta más ganarla. Lo intentaremos.

– ¿Se disfruta de una final?

– Dentro de la cancha es difícil... Existe mucha tensión, está en juego algo importante... Disfrutas de la final antes y después del partido.