Danel Elezkano y José Javier Zabaleta ganan a Aimar Olaizola y Jon Ander Albisu con autoridad en Irun (14-22)

No hay motivo para la preocupación. Dan fe de ello los 220 pelotazales reunidos en el Uranzu de Irun. Acudieron al frontón con la esperanza de ver un estelar reñido y espectacular. Regresaron a casa con la satisfacción que suponen los derechazos del zaguero de Etxarren y la evidencia de que la actual pareja campeona funciona.

Elezkano II y Zabaleta superaron con autoridad 14-22 a Olaizola II y Albisu, cuya resistencia inicial se desmoronó con el paso de los minutos. Llevaban 261 pelotazos a buena en el 6-7, más de la mitad del total de 503 que acumularon al final del estelar. Los tantos se acortaron.

Empezó a medio gas Zabaleta. Gozaba más de zurda que de derecha. Nada que no hayamos visto antes. El de Etxarren podía cambiar de velocidad en cualquier momento. Sucedió a partir del citado 6-7. Los tres siguientes tantos acabaron de sendos derechazos suyos: uno arrimado al diez (6-8), otro al pasillo que conduce al vestuario, uno poco más lejos que el anterior (6-9) y el tercero habría acabado en la segunda fila de la grada del rebote de no mediar el infructuoso intento de botivolea de Albisu (6-9).

Zabaleta acababa de mandar una señal. Nadie cambió los códigos. Jon Ander Albisu empezó a ver la espalda de su rival de posición en mayor medida de la deseable. El ataundarra comenzó a fallar más que al principio. Danel Elezkano, como acostumbra, sumó más que restó. Incluso buscó devoluciones apuradas de Aimar Olaizola para dejar pelota servida a su compañero. O se lució en una dos paredes de zurda y en una volea cerca del final.

Olaizola II, que comenzó reñido con la chapa, no acabó de encontrar oportunidades de remate claras. Tampoco posee en estos momentos capacidad para contrarrestar el dominio de un zaguero de la talla del que tenía enfrente, que los últimos años le ha amargado más de una tarde y de una noche.

Queda la duda de si el delantero de Goizueta regresará o no el año próximo al Uranzu con ocasión del festival del 1 de julio. Sería el decimocuarto. De momento sigue embarcado en batallas de primer orden, en combinaciones exigentes. Este verano va a resultar clave para un futuro pendiente de lo que él decida.

¿Mucha pelota? El material se ha convertido es la cantinela de la mayoría de veces que Zabaleta salta a la cancha. Algunas voces apuntan que bajarlo es la única manera de devolver equilibrio a las combinaciones de las que forma parte el número uno de la zaga. Otros responden que amortiguar ese brazo supondría tergiversar la realidad. Opiniones.