«Respondimos mal a las circunstancias que se dieron el domingo en el Astelena»

–¿Dejó dudas su derrota el domingo en el Astelena ante quienes serán sus rivales en la final?

–No. Mala señal si nos dejara dudas. Hemos tenido partidos buenos y malos a lo largo del Campeonato, y cuando acaban empieza una nueva historia. He tenido semifinales en las que he jugado bien y luego me han salido mal las finales. El encuentro del domingo está olvidado por mi parte y por la de Julen.

–No fue la mejor manera de perder.

–Peor habría sido que Elezkano y Zabaleta cayeran el sábado, nosotros perdiéramos el domingo e irnos a la calle. No quieres un 22-6 en contra, es cierto. Fuimos a Eibar con la intención de ganar, y nos encontramos con que ellos salieron a tope. Llevábamos dieciséis semanas con tensión, clasificarnos gracias al resultado del sábado hizo que, sin querer, nos relajáramos un poco. Creo que no nos afectará nada para el día de la final.

–Tras el partido habló de que no es fácil mantener la tensión en esa situación. ¿Tanto influyó?

–Para mí, sí. Planteamos la semana pensando que Irribarria y Rezusta ganarían su partido y de repente te encuentras con lo contrario. Su derrota nos clasificó y sentí una alegría tremenda porque estaba en mi primera final del Parejas. Eso hace que vivas de otra manera el día de tu partido, con mayor tranquilidad. Vas al frontón, recibes felicitaciones... El domingo fue un día diferente. Y no es excusa. Laso e Imaz jugaron muchísimo más que nosotros, mucho mejor.

–Había gente en el Astelena crítica con su actuación. ¿Le ha llegado la onda de ese malestar?

–Algún amigo me dijo que había escuchado en la radio comentarios en ese sentido. Si hubiéramos ganado 22-15 o con mayor ventaja, algunos habrían dicho que queríamos como rivales a Elezkano y Zabaleta. Perdimos 22-6 y dirán que fuimos a pasar la tarde. Eso no es así. Respondimos mal a las circunstancias que se dieron. No jugamos mal por esas circunstancias, sino que no supimos responder bien. Pero es agua pasada.

–¿Qué comentó con su zaguero?

–Nada más entrar al vestuario le dije a Julen que no iba a estar triste ni un minuto. 'Ayer estábamos súper contentos y ahora por qué vamos a estar hundidos', le insistí. Hay que relativizar. No es ganar o perder, te da pena jugar mal. Nos barrieron. También debemos analizar qué hicieron bien ellos y qué debemos mejorar.

–Su primera final del Parejas. ¿Le obsesionaba?

–Si me hubiera obsesionado, no habría llegado a la final.

–La posibilidad del triplete Manomanista-Cuatro y Medio-Parejas está presente.

–Sería algo histórico, pero no pienso en ello. Si el día de la final nos ponemos por detrás en el marcador, no debo pensar que se me escapa una oportunidad, sino ser agradecido y valorar las ocasiones que he tenido para vivir muchas cosas y jugar finales. Esta es la décima, algo que ni habría imaginado cuando empecé. Espero jugar más finales del Parejas.

–Si tuviera que elegir entre ganar la primera txapela del Parejas o el próximo Manomanista...

–Las dos.

–¿Y si le forzaran a elegir una de las dos?

–Es que... Los pelotaris de antes me dirán que coja la del Manomanista. Ni siquiera sé si llegaré a la final del mano a mano. O sea que a por todas en esta.

–¿Tan largo se hace el Parejas?

–Para Martija, por ejemplo, es su único campeonato de la temporada. Se le hace largo al pelotari porque encadenas verano, Cuatro y Medio, Parejas, seguido llegará el Manomanista. Además, vaya Manomanista viene. De nuevo el verano. No hay tregua. El bajón llega en un momento puntual, pero no por esa competición en concreto, sino por la acumulación. En ediciones anteriores del Parejas llegué más justo al último tramo. Esta vez he llegado bien, pero no porque hayamos hecho nada diferente.

–Cuando dice vaya Manomanista nos viene se refiere...

–Al sistema. Creo que habrá tres partidos en la liguilla de cuartos y quien pase a semifinales no dispondrá de dos semanas de margen. Cada vez hay mayor exigencia y menos descanso. Lo entiendes porque queremos que haya buenos encuentros, que los favoritos no se vayan a la calle a la primera. Ahora bien, el calendario actual es muy duro para el pelotari. Es posible que el verano sea más intenso. El bajón llega cuando menos lo esperas.

–¿Cree que les han pillado el truquillo a los mejores zagueros?

–Truquillo.... Tanto Laso-Imaz como nosotros hemos funcionado como pareja. Elezkano y Zabaleta quizá llegaron con dudas al momento clave. Irribarria y Rezusta han cuajado un gran campeonato y no olvidemos que estuvieron a un tanto de la final contra nosotros en el Labrit. Aquel tanto con 21 iguales ha sido clave.

–¿Qué le da Martija?

–Mucha seguridad. Empezamos bien y luego pasamos dificultades. Nos tocó sufrir en varios partidos. Lo hicimos. Después, Julen ha dominado más y yo he entrado más a terminar.

–¿Hablan mucho?

–Por el móvil, a través de audios. Esta semana vamos a hacer físico juntos dos días, dos sesiones de frontón. Compartimos preparador físico. También alguna manía...

–Cuente, cuente.

–En su día acordamos comer ambos lo mismo. Nos había funcionado... hasta el partido del pasado domingo en Eibar. Rompió todos los registros. Vaya desastre.