Triatlón de Zarautz
Eneko Llanos: «Será especial para mí por ser el último que disputo»Eneko Llanos participa este sábado en el triatlón de Zarautz y tras el mismo abandonará la alta competición después de una prolífica carrera
Eneko Llanos (Vitoria-Gasteiz 1996) será este sábado uno de los grandes protagonistas del triatlón de Zarautz. El gasteiztarra deja la alta competición después de ... una prolífica carrera jalonada por numerosos éxitos, tanto nacionales como internacionales. A sus 46 años, le ha llegado la hora de dejar paso a la gente joven. Lo hace convencido y satisfecho a la vez.
Echando la vista atrás, reconoce a este periódico que «de crío solía ir al monte con mis padres. También jugaba a pelota, de delantero, practicaba natación y judo. Y de adolescente, escalada. Pero fue mi hermano Héctor quien me metió el gusanillo en el cuerpo. Fue nadador hasta los 18 años y luego empezó con el triatlón. El primero en que tomó parte fue en 1991, precisamente en Zarautz. Fui a verle, decidí probar y hasta hoy».
Recuerda con cariño su debut. «Fue en Suances, en 1993, pero no me viene a la cabeza en qué puesto quedé. Sé que fue en junio, pero poco más. Me enganchó desde el principio. En aquellos tiempos era un deporte desconocido, novedoso. En Gasteiz formábamos parte del Club Natación Judizmendi, éramos una sección, muy poquitos...».
Tras el Bachillerato comenzó a estudiar IVEF «pero no llegué a acabar la carrera porque comencé a competir a nivel internacional. Participé en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Atenas 2004 y la carrera se quedó a medio terminar».
Antes llegaron los primeros triunfos. «Siendo júnior gané en 1995 el Campeonato de España Universitario en Murcia y en categoría absoluta el primer triatlón que gané fue el Memorial Onditz en Donostia, hace 30 años. El último ha sido el Vihalf, en Gasteiz, en enero de 2022».
Duda a la hora de elegir el que más ilusión le ha hecho. «No sé, me pones ahora en un aprieto. Han sido muchos y es complicado quedarse con uno solo. Todos han sido especiales. Quizás los que he ganado en casa, el Iron Man de Vitoria en 2019 y los de Zarautz».
Los hermanos Llanos han sido los abanderados del triatlón en Euskadi, «pero antes que nosotros ya había gente practicándolo y que competía a nivel internacional. Nosotros tuvimos suerte de que se nos diera bien, pero también tuvimos que currárnoslo. Hace años, el triatlón era un deporte minoritario y estamos orgullosos de haber aportado un granito de arena en su difusión. Simplemente hemos intentado que tenga más visibilidad».
Eneko Llanos considera que «hay relevo por detrás. Hay muchas escuelas de triatlón y el nivel está subiendo. Veo a muchos chicos y chicas practicándolo. Hay una buena cantera, hay varios clubes en Euskadi y dentro de unos años ese trabajo de base acabará dando sus frutos. Es un deporte muy completo».
Quiere dejar claro que «poco a poco estamos intentando borrar el estereotipo de que el triatlón es un deporte muy exigente. Hay diferentes distancias, distintas categorías comenzando desde la iniciación. Es un deporte popular, abierto, al alcance de todos».
A su entender, lo primero que ha de tener un triatleta es «afición, tiene que gustarte. El primer contacto se produce a través del juego. Luego, si tienes condiciones, pasas a competir. Tienes que estar dispuesto a sufrir, debe gustarte entrenar, sacrificarte. Muchas más de lo que parece desde fuera. Cuando compites es muy bonito, pero hay cosas que no se ven. Son muchas horas entrenando en invierno, pasando frío, con lluvia...».
Bombero en Gasteiz
Es bombero en Gasteiz y en sus ratos libres es entrenador de triatlón. «Trabajo por turnos y tengo buenos horarios. Saco horas de donde puedo para entrenar y dar clases».
Una vez concluida su carrera en activo, lo primero que quiere hacer es «descansar y estar tranquilo. He dado muchas vueltas en mi vida y ya es hora de relajarse. ¿Aburrirme? No creo, tengo ganas de hacer otras cosas. Saldré a andar en bici, iré a correr, pero más relajado, sin presión. No tengo miedo a la retirada, pero sí respeto. El triatlón ha sido mi vida durante 30 años. Para separarse de eso de repente se necesita saber gestionarlo». Su futuro seguirá ligado al deporte ya que dirige una escuela de triatlón en Gasteiz y disfruta con sus alumnos.
Eneko Llanos es un asiduo a la prueba zarauztarra. «He participado un montón de veces y he ganado diez txapelas. Las guardo en casa de los aitas. Mi hermano vive ahora en Zarautz y yo estuve un año residiendo allí, por lo que mi relación con Zarautz es especial». Su mujer, Ruth Brito, también es triatleta. «Ahora me toca seguirle a ella –bromea–. Tiene ganas de seguir compitiendo. Me ha apoyado muchos años y ahora me toca a mí hacerlo», apunta. Tienen dos hijos. Jon, de nueve años, y Mara, de dos. «¿Si serán triatletas en el futuro? Eso nunca se sabe. Son muy pequeños todavía, ya decidirán en su día, pero si quieren probar les animaré a hacerlo. Lo importante es que hagan deporte, que adquieran ese habito»
Desconoce si la organización del triatlón le tiene preparada alguna sorpresa en su despedida. «Con participar me doy por satisfecho. Mi intención es disfrutar, sentirme a gusto. No voy a salir a ganar, competí la semana pasada. Es un día especial para mí. Espero no emocionarme...».
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