Gesta de Iñigo Llopis: plata en los 100 metros espalda en categoría S8

Llopis encaraba a la final con argumentos más que suficientes para soñar con un metal: lo hacía como vigente campeón de Europa y, además, con muy buenas sensaciones. Buena muestra de ello había dado horas antes en la primera semifinal, donde se había impuesto a sus rivales con una gran solvencia.

El guipuzcoano se ha mostrado «muy contento» tras la medalla de plata aunque la marca que ha conseguido «no me ha gustado mucho. Lo que contaba era ganarles porque el segundo puesto era lo máximo a lo que podíamos aspirar». Sobre la estrategia que ha llevado a cabo, Llopis sabía que «tengo buena vuelta y he seguido a lo mío». Ahora solo tiene un deseo: «Quiero llamar a mi entrenador, a mi familia y a la familia y darles un abrazo».

La final de los 100 metros comenzó según lo previsto. Tras unos primeros metros de igualdad, el gran favorito al oro, el americano Robert Grisworld, tomó el mando y abrió brecha. Por detrás, Iñigo Llopis estaba en un segundo plano, emparejado con el chino Liu Fengqi e intentando no perder su estela. Pasados los primeros 50 metros el donostiarra mantenía todas sus opciones de medalla: marcaba el tercer mejor registro (32.27), a nueve centésimas de Liu Fengqi. Tocaba remontar. Por delante, Grisworld, a un mundo, era inalcanzable: con casi dos segundos de desventaja, pensar en el oro era ya una quimera.

Aún quedaba el segundo largo. Era el momento de apretar. E Iñigo Llopis lo hizo. Aumentó el ritmo, de menos a más, como viene siendo habitual en él, alcanzó al chino Liu y lo superó. Los últimos metros fueron muy ajustados, con ambos nadadores protagonizando un bonito duelo que al final cayó del lado del guipuzcoano. Iñigo Llopis consiguió su objetivo: la medalla de plata. Con un crono de 1:06.82, no consiguió romper el récord de España, pero eso era lo de menos.

La felicitación de su padre:

Lo de Robert Griswold, a la postre ganador de la prueba, fue estratosférico. El americano, que partía como el gran favorito, no dio margen a la sorpresa y se hizo con el oro con una gran suficiencia y batiendo el récord del mundo (1:02.55).

A pesar del éxito conseguido, Iñigo Llopis tendrá poco margen para celebrar su medalla de plata en los 100 metros espalda en categoría S8. Y es que en apenas tres días el nadador donostiarra tiene intención de volver a la competición en los Juegos Paralímpicos de Tokio. El proximo lunes, 30 de agosto, disputará los 4x100 metros estilo libre, mientras que al día siguiente hará lo propio en los 400 metros estilo libre. Por último, el 3 de septiembre le esperan los 4x100 metros estilos.