El revólver cargado para frenar al cowboy
Gipuzkoa Basket busca hoy en casa su primera victoria de la temporada ante el Obradoiro de Alex Barcello, que tampoco sabe lo que es ganar hasta el momento
Nadie sabe lo que hubiera pasado aquel 31 de mayo de 2024 en El Plantío burgalés. A Alex Barcello se le escapó un balón con ... tres abajo y segundos por jugarse y ahí acabó un cuento que llevaba escribiendo el GBC ocho meses. No había fuerzas ni para saludar y felicitar al rival, el Tizona, que se coló en la final four de ascenso a la ACB. El balón en la mano del cowboy y su mirada en el aro solo podía significar una cosa, que había opción al empate, pero la épica se esfumó de entre sus dedos.
Barcello pisará hoy por primera vez la madera del Amenabar Arena después de dos años sin hacerlo. Su Obradoiro es el rival que le toca al Inveready Gipuzkoa Basket (20.30 horas, LaLiga Sports), un rival diseñado para ascender pero que ha empezado con dos derrotas, al igual que el cuadro donostiarra. Podría entrar dentro de lo lógica que le ocurriera al equipo de Sergio García pero lo que le ha sucedido a los santiagueses es una sorpresa. Las lesiones de otro exGBC, Goran Huskic, y de Olle Lundquist han acortado su rotación y parece que por ahí llegan los problemas.
El revólver de los jugadores del Gipuzkoa Basket debe estar cargado para hacer frente a Barcello y el resto de grandes jugadores del Obradoiro. El cowboy viene de hacer en estos dos partidos 13 y 25 puntos siendo el máximo anotador de su equipo por delante de Barrueta, Westermann, Dos Anjos y Quintela. Sin enfocarse solo en Barcello, la defensa sobre el escolta deberá ser firme y ahí aparecen jugadores como Mikel Motos, Lance Terry o Manex Ansorregi.
Barcello llegó en el verano de 2023 en plena era post-Jaworsky y enseguida levantó a la gente de sus asientos. Especialmente el día que se encumbró con 50 créditos de valoración ante el Hestia Menorca: 36 puntos, tres rebotes, tres asistencias, dos robos y once faltas recibidas. «Los compañeros me vacilaron y me dijeron que había hecho quince (fifteen en inglés) de valoración cuando fueron (fifty) cincuenta», contaba en estas mismas páginas después de su hito.
Aquella temporada donde acabó siendo el máximo anotador de la competición con 19,7 puntos de media y una valoración de 23,4, le valió para firmar en Heidelberg, en la primera división alemana. A mitad de la temporada pasada, le llegó una tentadora oferta desde Santiago de Compostela, done quedó eliminado en los playoff –como el GBC ante el Estudiantes– pero demostró que su muñeca seguía engrasada; 14,7 puntos de media en 17 partidos.
Llega un viejo amigo pero el objetivo no cambia para el GBC: intentar subir el primer triunfo al casillero. Ante Coruña y Estudiantes no ha estado tan lejos. La primera jornada tuvo un día horrible en el tiro y en el segundo le penalizó una nefasta salida. A poco que los detalles se vayan puliendo el triunfo estará más cerca.
El entrenador Sergio García dijo ayer que están ante «una oportunidad de mejorar como equipo» ante un «equipazo muy bien entrenado. Vendrán exigidos (las dos derrotas que arrastran) y eso nos va a marcar también el nivel de partido. Si estamos en el nivel de concentración e intensidad que hemos ofrecido por momentos, podremos competir».
Su homólogo Diego Epifanio animó a sus jugadores a «superar los miedos y las incertidumbres. No estamos moralmente en nuestro mejor momento, pero el nivel de concentración y esfuerzo en los entrenamientos sí es bueno».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión