Gipuzkoa Basket se merece otra suerte

La ACB será en unos días un recuerdo. El tiempo se terminó. No quiere decir que el futuro tenga que ser peor de lo que ... ha sido. Sencillamente entramos en una nueva era y los dirigentes de Gipuzkoa Basket tienen por delante un reto que va más allá de una clasificación, de una categoría u otra. Lo que de verdad está en juego es la continuidad del proyecto. Hay mucho trabajo por hacer en todos los aspectos. El económico, por supuesto. El balance deportivo se acaba rápido. Sin tiempo y sin dinero se armó un equipo demasiado débil, demasiado pobre, demasiado triste y, demasiado ambiguo. La tentación en este momento es de hacer profesión de fe para mirar hacia el futuro en vez de analizar lo que ha pasado. Lo que pasa es que después de tanto sufrir no es necesario hacer exhibiciones de fe, sino capacidad de análisis para evitar que lo que ha pasado se vuelva a repetir.