Incomodidad absoluta a orillas del Sar
El Acunsa GBC no puede frenar la anotación colectiva del Obradoiro y sucumbe sin opción en un encuentro donde nunca se sintió cómodo
Qué mal sienta ese sofá con los cojines tan duros. No mola nada sentarse ahí. Te deja con mal cuerpo. Y tiene buena pinta, queda guay en el salón, pero... Nada. No me acostumbro. Pega con la decoración, para la foto sí vale, pero cuando quiero sentarme a ver la tele, mejor me cojo una banqueta. Algo así le sucedió al Acunsa GBC en su visita al Obradoiro. No se sintió cómodo en ningún momento. Parecía el invitado forzado a una fiesta. Puede que mediatizado por un horrible inicio, 15-3 en los primeros cinco minutos. Después tuvo que ir a remolque pero no pudo ponerle el aliento en la nuca al equipo gallego. De hecho alcanzó 18 de ventaja, 62-44 (min. 27) y no le dejó opción al conjunto guipuzcoano de pelear el partido.
Echenique no fue el de otros días, nadie brilló en lo individual -Span volvió a estar desaparecido- y no se pudo apoyar en ninguna racha para poder voltear el marcador. El rebote fue una rémora. Solo capturó 20, seis de ellos para Viny Okouo. No hubo color bajo aro porque el Obradoiro pescó 17 bolas más bajo el tablero, ocho de ellos ofensivos, que en el tercer cuarto abrieron una brecha imposible de rebajar.
Además, el Obradoiro encontró al jugador fetiche en el momento perfecto. Birutis y Beliauskas al inicio, Alex Suárez desde fuera, Czerapowicz en el tercer cuarto y Robertson al final. Entre los cinco 67 de los 85 puntos que anotó el cuadro santiagués. Ellos sí que estuvieron confortables.
Gélida puesta en escena
El martes hay otro partido, el que debe recuperar el Acunsa GBC ante el Barcelona en el Palau tras los positivos por coronavirus. Un reto enorme, y el Fuenlabrada, que volvió a perder este sábado, como visitante de Illunbe el sábado que viene. Varios aspectos definen el inicio de partido de los guipuzcoanos. Cuatro pérdidas de balón en dos minutos y medio, dos faltas de Echenique que le enviaron al banco y una sensación de equipo deslavazado. El colombiano no jugó hasta el segundo cuarto. Por ello, el Obradoiro se estiró hasta un preocupante, para el Acunsa GBC, 15-3 (min. 5). La conexión lituana, Birutis y sobre todo Beliauskas, lideró el ataque gallego con trece puntos entre ambos en el primer cuarto. El GBC vivió de un triple de Span en los primeros minutos aunque el esloveno no estuvo sólido en la dirección. Dos tiros libres de Oroz, un mate de Okouo y una bandeja de Dee dejaron el 22-12 al final del primer acto.
Revulsivo Oroz
Nicola probaba de todo, le faltaba una bata de químico. Dio con la tecla al colocar a Oroz. El azkoitiarra cambió el ritmo e hizo cuatro puntos, robó un par de balones y acercó al Acunsa, 27-21 (min. 13). Sin embargo Muñoz no perdonó en el siguiente ataque y clavó un triple para que el Obradoiro gozara de una renta de nueve tantos. Así ocurrió durante varios tramos del cuarto.
El Acunsa vio aro con facilidad, pero su defensa no fue suficiente para echarle el guante a los de Moncho Fernández. Se volvió a poner a seis tras la primera canasta de Echenique, 33-27, pero Birutis castigó con un rebote en ataque. Se le escaparon muchos al cuadro guipuzcoano (cinco en este periodo) y el Obradoiro no perdonó. Con todo, un dos más uno de Faggiano, un tiro de Magarity y un triple de Radoncic volvieron a acercar al Acunsa GBC, 41-35, pero en la última posesión los colegiados señalaron una técnica bastante discutible a Pere Tomàs, que derivó en el 42-35 con el que se llegó al descanso.
Se dice que el Obradoiro ficha a los jugadores con los apellidos más raros de pronunciar. Uno de ello, Chris Czerapowicz, hundió las esperanzas de triunfo del Acunsa GBC. Hizo diez puntos tras la reanudación y cogió cuatro rebotes, dos de ellos en ataque que valieron el partido. Poco a poco las ventajas se fueron ampliando para los locales, 51-40 (min. 23) hasta llegar al 62-44 (min. 27) que encendió todas las alarmas en el equipo de Nicola. El de Rafaela seguía probando cosas y cambiando quintetos pero nadie estaba a gusto en la pista. No se conseguía hacer un parcial y se tiró a la desesperada. Un arreón de Pere Tomàs con cinco puntos dejó la diferencia en catorce, 69-53 al terminar el cuarto.
A la vuelta, un 2-6 de parcial hizo soñar con la remontada pero entre el omnipresente Layrunas Birutis (20 puntos, 6 rebotes y 3 tapones) y Robertson, 16 puntos, finiquitaron el partido sin que el Acunsa GBC pudiera apretarle.
Radoncic, Okouo y Francis en la parte final del choque acortaron la diferencia que incluso bajo de los diez puntos pero ya era tarde. El sofá se lo habían llevado pero el siguiente tardará en llegar. Que sea más mullido para que el Gipuzkoa Basket se sienta más cómodo. Falta hará.
«No hemos estado agresivos en defensa al inicio del partido»
Nicola valoró el partido ante el Obradoiro diciendo que «no hemos estado nada agresivos en defensa al inicio del partido y en el principio del tercer cuarto y eso nos ha marcado todo el partido porque hemos dejado al Obradoiro coger diferencia en el marcador y nos ha costado mucho recuperar. Hemos entrado en partido en el segundo cuarto, y en el tercero hemos permitido que nos metieran 27 puntos y hemos perdido siete balones. Después hemos seguido trabajando, incluso hemos bajado de los diez puntos pero estábamos con el agua al cuello y nos ha faltado energía al final porque ellos han respondido con algunas canastas».