El 'caso Vinicius' altera la paz del Real Madrid

A pesar de que Xabi Alonso trató de restar importancia a la nueva suplencia de Vinicius atribuyéndola a la necesidad de contar con todos y recalcando que «nadie tiene que sentirse ofendido por no jugar», es obvio que algo pasa para que un futbolista que un año atrás rozó el Balón de Oro haya perdido su condición de indiscutible y se vea inmerso en una competencia que casi nadie vio venir con Rodrygo.

La petición que el paulista hizo a Xabi Alonso para que le diese carrete en el flanco izquierdo, hasta entonces latifundio particular de Vinicius, explica solo una parte de lo que ocurre, pero la cuestión va más allá de esa pugna que debería sacar a relucir los mejores registros de los dos extremos brasileños.

Porque si bien Rodrygo está ofreciendo rayos de esperanza, causando sin ir más lejos el primer penalti del Marsella y recordando por momentos a aquel futbolista deslumbrante que reservaba sus mejores noches para la Champions, pesa mucho más el bajón anímico y de rendimiento de Vinicius, que no ha vuelto a ser el mismo desde que vio cómo se le escapaba aquel Balón de Oro que dio por hecho.

Desde entonces, Vinicius ha marcado 16 goles y repartido 12 asistencias en 48 partidos con el Real Madrid. Unos registros considerables sin duda, pero que palidecen en términos comparativos con los de Mbappé. En ese mismo periodo de tiempo, el crack de Bondy ha anotado 42 dianas y repartido cuatro pases de gol. Mientras el antes '9' y ahora '10' del Real Madrid se agigantaba, el '7' se empequeñecía.

Más allá de los números, que dicen mucho pero ni mucho menos lo explican todo, Vinicius ha perdido el duende, la chispa y hasta ese carácter infatigable que le permitía destrozar rivales a su paso. Cabe reconocerle que ha dado un paso adelante en términos de esfuerzo defensivo, pero a la vez necesita volver a ser ese elemento desequilibrante que tanto necesita el Real Madrid para que Mbappé no tenga que hacerlo todo en ataque.

Seguramente tampoco ayuda su situación contractual, con una renovación que parecía prácticamente atada hace unos meses pero que ahora se encuentra enquistada mientras se aproxima el 30 de junio de 2026, cuando el fluminense entrará en su último año de contrato. Hay quien sostiene que el '7' quiere acercarse a los emolumentos que percibe Mbappé, un disparate hoy en día teniendo en cuenta el dispar rendimiento que están ofreciendo uno y otro.

Sea como fuere, recuperar a ese Vinicius machacón que hastiaba a sus marcadores buscándoles una y otra vez las vueltas se presenta como uno de los principales retos para Xabi Alonso, que salió satisfecho a medias del estreno europeo. El Real Madrid se aproximó durante el primer tercio de partido a lo que quiere ver el tolosarra, con mucho ritmo y una presión elevada que provocó una avalancha de ocasiones, pero le faltó puntería y el Marsella pulsó sus grietas defensivas para obligar a los blancos a una remontada.

Con todo, la peor noticia que dejó al Real Madrid la primera jornada de la Champions fue la lesión de Trent Alexander-Arnold. El británico tuvo que abandonar el campo en el minuto 5 y este miércoles fue sometido a pruebas que confirmaron que sufre una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. La previsión es que estará entre seis y ocho semanas de baja, lo que complica los planes de Xabi Alonso, quien tampoco dispondrá de Carvajal para el duelo con el Kairat Almaty en la segunda jornada de la máxima competición continental tras la roja que vio ante el Marsella. Con Mendy aún sin fecha de vuelta y Rüdiger también en el dique seco, al guipuzcoano se le va reduciendo el margen de acción a la hora de confeccionar la retaguardia.

Máxime teniendo en cuenta que Huijsen ha sido sancionado con un partido tras la polémica expulsión que sufrió el pasado sábado en Anoeta, toda vez que el Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (FEF) no ha atendido las alegaciones que presentó el Real Madrid pese a que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) reconoció el martes que Gil Manzano debió mostrarle solo una amarilla por agarrar a Oyarzabal. El central se perderá, por lo tanto, el choque liguero del sábado frente al Espanyol, a menos que prospere el recurso que presentará el Real Madrid ante el Comité de Apelación.