Todos mis males

Marino Oscoz es responsable de las llegadas. Ojalá algún día alguno de estos canales que crean contenido le invite y que nos cuente cómo es desde el momento boceto hasta la disputa de la etapa una planificación de una llegada. Desde que se piensa en qué localidad o terreno perteneciente a no sé qué termino, visitar, croquis, puzle de necesidades, planes de seguridad... Un verdadero rompecabezas donde él es el responsable. Ahora que están de moda las llegadas inéditas, ¿cuántos de vosotros habéis pensado y por qué no llega la etapa aquí o allí? En muchas ocasiones porque no hay garantías suficientes de poder meter todo lo necesario y en otras porque técnicamente no es posible. Ojalá alguna vez alguien autorizado cuente con propiedad cómo fue el 'backstage' del Grand Départ. Estoy seguro que muchos de vosotros comprenderíais muchas cosas.

De lo ocurrido ayer en Caravaca de la Cruz, la verdad es que no puedo opinar mucho ya que no me llega un porqué lo suficientemente sólido como para posicionarme. Durante la etapa, lo primero que me vino a la cabeza fue que la organización se curó en salud. Los restos de lo ocurrido en Barcelona aún divagan por la galaxia ciclista. Decisiones que no se pueden tomar a última hora y que tras lo ocurrido con la lluvia, visto cómo estaba la pista, tuvieron que optar por la prudencia. Con la llegada de Kämma no me pareció en absoluto peligroso el tramo final. La carrera por detrás venía lanzada y esos metros podían haber sido determinantes en la disputa de algunos segundos. No muchos, pero sí algunos.

Se divirtieron con el viento lejos de meta, tensión acumulada que podía pasar factura. Podemos decir que, pese a la aceleración de Roglic, el resto lo dejamos en tablas y visto para una sentencia contra el crono. Hoy descanso. Un día siempre complicado. Al desplazamiento debemos sumarle la fase de activación, no siempre la acertada. El cuerpo necesita aire, pero a su vez actividad para no romper la cadena de acción de la primera semana. Si a eso le sumamos que mañana no es etapa sino crono, los que van a disputar tienen ajuste doble. Activar y puesta a punto para mañana. Quien dispute mañana entrenará sí o sí con la cabra. Me imagino que habréis visto al término de alguna etapa en línea cómo algún corredor ya ha utilizado la cabra para hacer un poco de rodillo. El cuerpo tiene efecto memoria y de vez en cuando hay que darle un recordatorio. Os pongo un ejemplo que os habrá pasado a quienes montáis en bici. Pincháis, paráis, reparáis y al arrancar durante los primeros metros seguís teniendo la sensación de ir pinchados y no es así. Nuestro cerebro no perdona.

Estoy convencido que un 50% de la Vuelta se juega mañana. No digo que quien gane o se ponga líder será rojo en Madrid. Me refiero a que alguno perderá toda opción y otros en cambio llevarán la carrera a su terreno. Jugar en casa es muy importante en una edición donde su última semana es dura, nada que ver con la del año pasado. Es posible que Evenepoel rompa el crono, muy posible, ¿pero lo suficiente como para dejar la carrera encaminada? Creo que no. 25 kilómetros son muchos y pocos a su vez. La jornada de mañana será determinante en el primer parcial. Coger ritmo y tener una primera referencia son parte de esa composición psicológica tan necesaria.

Nosotros lo esperamos con los brazos abiertos. Cuanto más jaleo, mejor va a llegar la carrera a Iruña. Ya tengo ganas. Mi subconsciente me empuja a querer que pasen las etapas y ver cómo está de verdad cada uno de los protagonistas. Mucho lirili y poco lerele dice la obra. Veremos si en este caso se cumplen los actos y vemos una maravillosa función.