La hora de Vingegaard
Ausente Pogacar, el clarísimo favorito para ganar la Vuelta a España es Vingegaard. No solo eso, sino que la ganará salvo que ocurra algo extraño. ... Veo a sus rivales a un escalón inferior, lo cual no significa que la carrera carezca de interés. Al contrario, mantengo la curiosidad por ciertas cuestiones.
Almeida ha alcanzado su madurez como ciclista esta temporada y, a nada que se haya recuperado bien de la caída en el Tour, será un digno rival. A su compañero de equipo Ayuso le toca confirmar las expectativas que él mismo ha creado. Pasa un examen importante después de lo sucedido en el Tour de 2024 y en el Giro de este año. Posee calidad y una carrera nerviosa con etapas cortas puede jugar a favor de su juventud y de sus cualidades. Si UAE acierta a gestionar y a conjugar la madurez de Almeida y la necesidad de demostrar de Ayuso, puede poner en aprietos al gran candidato al triunfo. Derrotarle es otra historia, entraña una dificultad mayor.
Va a ser bonita asimismo la pugna Philipsen-Pedersen en las llegadas. La presencia de dos sprinters de esa talla da valor a la prueba y añade interés a las pocas etapas propicias para los sprinters.
El guion del recorrido parece claro: inicio nervioso en Italia, crono por equipos idónea para que Visma distancie al resto, primera montaña seria en Andorra, el viento siempre aparece en Zaragoza –terreno idóneo para buscar las cosquillas a un Vingegaard superior al resto en la montaña–, una clásica en Bilbao para disfrute de la afición vasca y dureza en Asturias con un ojo puesto en los partes meteorológicos.
Movistar, tras un Tour tan flojo, se juega mucho. Carecer de alguien para la general debe ayudarle a la hora de elegir el planteamiento correcto. Y solo participan tres vascos, motivo para la reflexión como lo fue en la ronda gala. Uno de los tres, Mikel Landa, inicia con mucho que ganar y poco que perder una prueba que le va como anillo al dedo.
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