Que nadie se equivoque

Han cambiado las cosas respecto a los dos primeros días y cincuenta segundos son un buen botín, pero no reflejan la diferencia entre los dos. Esta vez, Pogacar pudo aprovechar su chispa, como ha hecho otras veces, exprimió esa arrancada que nadie más que él tiene, y luego supo interpretar bien la bajada. Hay que darle la enhorabuena. Esto hace el Tour más bonito. Mucha gente esperaba que Vingegaard reventase ayer y ahora piensa que el Tour está solucionado, pero creo que él puede estar muy satisfecho de la etapa realizada en el Galibier. Ahora toca ir día a día. Repito que cincuenta segundos son una renta muy buena, pero son ficticios. No es esa la diferencia real.

Esta vez he fallado en mi pronóstico.Pensaba que Vingegaard iba a aguantar hasta el final, pero sigo creyendo que el Tour está al 50%. Me aventuro con una predicción. A Pogacar le puede pasar lo que hizo él con Roglic hace cuatro años en la crono del último día. Esta vez, puede ser el danés quien se lo haga a él.

Además del líder, el UAE dio un golpe de efecto como equipo. Es el conjunto más potente hasta el momento. Matxin dio un abrazo a Ayuso en meta, después de que este llegase con el grupo de Vingegaard, Roglic, Rodríguez y Evenepoel, en una acción que seguro que no hizo demasiada gracia a Adam Yates o Almeida. Le tocará al mánager del equipo explicar bien las cosas a todos sus gallitos, pero creo que fue una actuación correcta. No había por qué reventar a Ayuso ayer. Si no hay necesidad, mejor llevarle ahí. Eso sí, debe quedar claro que el líder único es Pogacar, porque en este Tour llegarán situaciones en las que sí vayan a necesitar exprimir todos sus recursos y es mejor que nadie tenga dudas.

Evenepoel estuvo de chapeau. Asistimos a su mejor actuación en la alta montaña. Va a tener que seguir progresando, pero veremos de qué es capaz en la contrarreloj del viernes, que es el siguiente test importante de este Tour. El belga está en una situación muy bonita. Tengo dudas de que pueda colocarse a la altura de los dos grandes, porque su punto fuerte no es la regularidad y el Tour es muy largo.

Le costó bajar, es un asunto importante. Muchos corredores trabajan los descensos con entrenadores especializados o con ciclistas de otras modalidades. En el ciclismo moderno hay que trabajarlo todo. Los 50 segundos de Vingegaard en meta son otra prueba de ello. Se pueden sacar diferencias en todas las circunstancias y hay que estar preparado.

Carlos Rodríguez hizo una gran etapa y vuelve a estar ahí. Creo que tiene motivos para pensar que este puede ser su Tour. También Ayuso puede ir a más. Tanto uno como otro están capacitados para ir soñando con estar cerca de los dos líderes de la carrera o con cosas incluso mejores.

Muy bonita primera etapa de alta montaña del Tour, en la que me quedo con la explosividad de Pogacar y con los ocho segundos de diferencia en la cima del Galibier. Que nadie se equivoque. El Tour está al 50%. Mucha gente va a pensar que ya está decidido tras lo visto ayer, pero es una equivocación.