El rompecabezas de Brailsford

Ver a Froome en la etapa pirenaica de la Ruta de Occitania tirar en cabeza del grupo principal con Tao Geoghegan, Sivakov y Bernal a su rueda ha originado más de un comentario. «Encantado de ayudarles», manifestó. Sorprendió a sus rivales su buen estado de forma.

Ahora bien, ¿aceptaría ese mismo papel en el Tour? Hay quien se pregunta si esa disposición en favor del equipo será la condición que le impongan para formar parte del ocho que Ineos presentará en la ronda gala.

Un repaso a la plantilla del conjunto inglés basta para darse cuenta de que algún hombre importante se quedará fuera. Porque Brailsford necesita gente dispuesta a sacrificarse en distintos terrenos. Equilibrar el equipo es fundamental para su buen rendimiento.

Egan Bernal, último ganador, es fijo. También Geraint Thomas, vencedor de 2018 y segundo en 2019. Otro tanto puede pensarse de Froome, que ha subido cuatro veces a lo más alto en el podio de los Campos Elíseos. De hecho, los tres coincidieron el año pasado bajo los mismos colores, pero esta vez varía el punto de partida.

Requieren rodearse de especialistas. Luke Rowe, Jonathan Castroviejo y Dylan van Baarle son indiscutibles para proteger a los líderes en las jornadas llanas. No hay contrarreloj por equipos en el recorrido. Si los unimos a Bernal y Thomas, ya son cinco. Kwiatkowski, escudero de lujo desde 2017 y adaptado a distintos terrenos, entra también en las quinielas. Seis.

Los aspirantes a las otras dos plazas, incluido Froome, complican el rompecabezas de Brailsford. Apunten: Sivakov, segundo en la Ruta de Occitania detrás de Bernal, un buen escalador llamado Tao Geoghegan, un todoterreno de la talla de Amador y un rodador excepcional como Moscon. Sobran tres. Y eso sin contar con Rohan Dennis, que lo tiene casi imposible por la ausencia de una contrarreloj individual que se adapte a sus condiciones. Carapaz y Sosa preparan el Giro de Italia.