Carapaz, el tapado de Movistar

El ciclista ecuatoriano estuvo un año en el equipo Lizarte, dirigido por Juanjo Oroz, con el que ganó una etapa ,y la Vuelta a Navarra en 2016, además de ser segundo en el Memorial Valenciaga al caerse en una curva en la bajada de Ixua cuando iba escapado. Le acabó pasando José Manuel Díaz Gallego.

Richard Carapaz finalizó cuarto el año pasado en la 'corsa rosa', donde ganó una etapa y lleva camino de ser uno de esos escaladores capaces de hace diferencias en la montaña.

«No estaba planificado hacer la Vuelta a San Juan, pero finalmente he venido a esta carrera. Tuve unos problemas en la rodilla derecha debido a la posición en la bicicleta durante el mes de diciembre, pero ya los he solucionado. Hubo una semana que apenas pude entrenar. Luego, he podido entrenar bien», explica de forma pausada este ciclista que vive en el norte de Ecuador, en Tulcán, a 3.000 metros de altura. Es una localidad que se encuentra a cuatro kilómetros de Quito.

«Normalmente termino entrenando a 3.500 o 4.000 metros. Desde que era pequeño he vivido en Tulcán, y allí sigo viviendo, salvo cuando estoy en Europa». Su última carrera de 2018 fue la Vuelta a España. Comenzó su preparación para esta temporada de forma tranquila, «con gimnasio, bicicleta de montaña, luego ruta. He ido haciendo kilómetros de forma progresiva».

Después de la Vuelta a San Juan correrá en Colombia: «Luego volveré a casa antes de ir a la París-Niza, que será mi primer objetivo del año. Más tarde haré algunas clásicas y volveré de nuevo a Ecuador para preparar el Giro. Es un calendario muy parecido al del año pasado. No me preocupa estar con Valverde y Landa. La carretera pondrá a cada uno en su sitio».

Tanto Eusebio Unzue como el propio corredor manejan la misma idea: «Quiero hacer una buena general. El año pasado lo hice bien y quiero ver hasta donde puedo llegar, además de intentar levantar los brazos si es posible».

Desde que lleva en Movistar va progresando temporada a temporada. El año pasado resultó positivo para su carrera. Es otro de esos ciclistas que tiene bastante ordenados sus objetivos, sus ilusiones. «¿El Tour? Cuando vaya al Tour quiero ir a buscar una buena clasificación general, no ir por ir, para presentarme en la salida. La idea que tengo es que es una carrera en la que se necesita más preparación«.

A sus 25 años, Richard Carapaz recuerda su largo periplo vital para ser ciclista: «A los 15 años me fui de casa a Bogotá, para correr en un equipo de cadetes llamado Canapro. Irme a esa edad de casa no fue fácil. Era un sueño y mis padres me apoyaron».

Estuvo dos años en ese equipo. En una Vuelta al Porvenir ganó una etapa y terminó haciendo una buena general. «No me fue posible pasar a categoría sub 23. En mi país no había equipos para poder dar el salto».

Se aficionó al ciclismo viendo carreras en Colombia por televisión: «Al vivir cerca de la frontera con Colombia podía ver la Vuelta a Colombia, el RCN. Mi primer contacto con el ciclismo fue en la escuela, cuando un excorredor ecuatoriano fue a darnos unas charlas sobre este deporte. Allí me apunté a andar en bicicleta. En mi familia no había ninguna tradición».

Recuerda con cariño las personas que la acogieron en Colombia: «Me encontré con buenas personas y me acogieron muy bien. No podía hablar con mi familia».

Desgrana su pasado hasta llegar a Movistar de forma muy gráfica: «Cuando me llamó Eusebio Unzue durante una Vuelta a Colombia pensaba que era una broma que hacían en una radio de mi país, que te llamaban para comentarte algún tema que te ilusiona y ellos ya conocían. ¡No me lo creía! Perdone por la expresión, pero he tenido que comer mucha mierda (pasar calamidades) . He pasado de todo. Si me pongo a recordar y echo la mirada atrás veo ese camino y me parece algo increíble. Por eso le daré a Movistar todo lo que tengo».

También recuerda la llamada de Juanjo Oroz, que «me llevó a Europa. Ése era mi objetivo y el de otros muchos. Cuando me llamó Oroz iba con mi hijo de cuatro años y llevaba una lechera en la mano. Se me cayó», afirma riéndose.

Tuvo buenos resultados con Lizarte y el vivero de Movistar encontró un proyecto de corredor interesante: «Allí se corre de forma muy diferente a la de Sudamérica. Aquí se va siempre al ataque, hay poca estrategia».

Vive en un piso en Pamplona y no usa coche: «Hay muy buen transporte público. Voy en autobús a todos los sitios. Es un buen sitio para vivir».

Terminar cuarto en el Giro le convirtió en un ídolo: «Ecuador es un país de fútbol y retransmitían la carrera como si fuesen partidos. Fue una locura, algo grande. En 2015 no veías un cicloturista en Ecuador y ahora ves muchos grupos. Es algo positivo para la juventud. Lo que he conseguido es porque lo he querido y lo he buscado».

Tendrá grabada mientras viva la cara de su madre cuando se marchó a Colombia: «Fue duro, muy duro. Me dijo, tienes que ir a Colombia a buscar tu sueño». Y el sueño se va cumpliendo.

Sabe que vivir y entrenar en altitud le da una cierta ventaja para competir en Europa: «Me preparo en mi país y vuelo a Europa para competir. Movistar me apoya y me ha dado confianza».

Le gustan el frío y la lluvia para competir: «Todo el mundo piensa que en Ecuador hace mucho calor, y es verdad. Pero en Tulcán, donde vivo, llueve mucho, hace frío y cuando llueve, las gotas de agua son muy grandes».

Richard Carapaz es uno de esos ciclistas en los que Eusebio Unzue ve posibilidades de hacer algo grande en poco tiempo.