
Xabier Mikel Azparren
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Xabier Mikel Azparren
«Estamos aquí perdidos, en un pueblo de Albania. Estas son las oportunidades que te da el ciclismo, poder llegar a sitios así, charlar con ... la gente de aquí, en el contexto del deporte profesional». Xabier Mikel Azparren cuenta las horas que faltan para el inicio del Giro de Italia, que disputará en las filas del equipo Q36.5 de Tom Pidcock, una de las grandes figuras de la prueba. El donostiarra, de 26 años, se estrena en la corsa rosa.
- ¿Se nota el ambiente de Giro en Albania?
- Cuando llegamos a Tirana sí vimos que toda la ciudad está decorada para la ocasión, pero nuestro hotel está en un pueblito apartado y aquí la vida sigue su curso, aunque la gente te pregunta.
- ¿Cómo afronta la carrera?
- Es uno de los mayores objetivos del año. Llego en buen momento, después de una primera parte de la temporada en la que las cosas han salido bien y he disputado un calendario importante. ¿El Giro? Está claro que no acudimos con la presión que pueden tener equipos como el UAE o los que tienen a un favorito claro. Nosotros, en principio, no estamos tan obligados aunque Tom Pidcock es uno de los grandes nombres de la carrera.
- ¿Eso le puede dar más margen para buscar opciones individuales?
- Sé que voy a tener mis días, eso es lo bueno de una gran vuelta, que con tantas etapas siempre aparecen oportunidades. Habrá que andar fino, buscar la ocasión y aprovecharla, porque las habrá, aunque no muchas. Pero mi rol es otro y lo tengo claro.
- ¿Le veremos ya en fuga el primer día?
- Seguro que no. Es la primera etapa del Giro, en un país donde no estamos habituados a correr, y tenemos que estar centrados al cien por cien en llevar a Pidcock a salvo. La colocación va a ser muy importante, porque tampoco es una etapa con opciones claras para los sprinters y va a tocar quemar energías en llevarle protegido a Tom. Lo tengo muy claro.
- ¿Cómo llega él?
- Bien. Llevo toda la temporada corriendo con él y ahora hemos hecho juntos las clásicas de las Ardenas, donde ha demostrado cómo está. Todo el año en general ha rayado a un nivel muy, muy alto. Ha ayudado mucho a la dinámica de seguir creciendo que persigue el equipo.
- Pidcock no ha sido nunca un ciclista de clasificaciones generales. ¿Con qué intención acude al Giro?
- Vamos a ir día a día, pero él sale con la intención de disputar la general. Habrá que ver, porque prácticamente todo se va a decidir en la última semana. La contrarreloj de la segunda semana se ajusta peor a sus características, y ahí corredores como Roglic o Ayuso pueden salir favorecidos. Por el contrario, en la etapa del sterrato de Siena Pidcock es el mejor corredor del pelotón del Giro. Se disputarán los últimos cien kilómetros de la Strade Bianche y habrá que ver cómo sale la carrera de ahí.
- La exigencia para estar junto a Pidcock es alta.
- Así es, pero llego muy bien de forma, aunque quizá no sea algo fácil de apreciar en los resultados, en las clasificaciones. Estoy muy contento con el paso adelante que he dado este año, la consideración que siento dentro del equipo y la calidad del calendario que he disputado.
- ¿Entrar en la alineación del Giro en un equipo como el Q36.5 es algo que hay que valorar?
- No es fácil estar en el ocho, es significativo de que están contentos contigo. Tenemos un equipo muy bueno, como se está viendo a lo largo de la temporada, estamos haciendo las cosas bien y es importante que estén contentos con tu trabajo. Aunque disputar el Giro era algo que estaba hablado desde el principio de año, es un equipo en que las cosas han salido bien y le doy importancia a estar en el ocho.
- ¿Dar el salto a un equipo de este tipo era lo que necesitaba su carrera?
- Me hacía falta un gran líder al lado. Estar con grandes corredores es lo que te permite a ti entrar en un nivel mayor, en sacar tu mejor versión y ser más valorado por tu trabajo. Aunque tengas las mismas aptitudes y capacidades, si no hay alguien que remate, tu trabajo luce menos. El año pasado fue más de evolución, tanto individual como del equipo, y este ha sido el de la explosión. Estoy muy contento de la decisión que tomé de fichar por el Q36.5.
- La llegada de Pidcock ha modificado la estructura del equipo.
- Un fichaje así conduce a una reestructuración. Al principio, era un equipo enfocado a las carreras belgas y ahora, con él, disputamos carreras de una semana o el calendario de las clásicas más duras. Y ahora, las grandes vueltas. Además de al Giro, también nos han invitado a la Vuelta a España. Aparte de Pidcock, tenemos a Moschetti para los sprints, un velocista que puede ganar a cualquiera. Ya ha demostrado que puede batir a gente como Groenewegen.
- Usted ya ha disputado la Vuelta a España. ¿El Giro es diferente?
- Cada grande es especial, pero desde que era pequeño he tenido predilección por el Giro, me parecía que le envolvía una aura distinta. Es una carrera que me ilusiona.
- Decía antes que espera tener alguna oportunidad individual. ¿Se ha marcado alguna etapa?
- Sí, una o dos. Espero poder buscar una ocasión personal, pero lo principal es el objetivo global. Lo tengo muy claro y si un día que pueda tener mi oportunidad personal hay que sacrificarla por lo colectivo lo voy a hacer sin ningún problema. Uno tiene que saber cuál es su sitio en el equipo y ser solvente.
- ¿Le gusta alguna jornada en particular?
- Hay etapas bonitas en la segunda semana. Me gusta la 14ª, después de un bloque de etapas de montaña, en la que me parece que la escapada tendrá su oportunidad porque los equipos de los sprinters estarán mermados. Puede ser una bonita opción. Y luego está la 18ª, la última ocasión, porque no me veo para estar en la disputa de una victoria en las grandes jornadas de montaña.
- ¿Cuál es su pronóstico para la general?
- Analizando las cosas en frío, Roglic y Ayuso son los grandes favoritos. En segunda línea veo a corredores como Pidcock, Tiberi, Bernal y esta gente, pero creo que el duelo principal será el mismo que vimos en la Volta a Cataluña. Pero sí pueden aparacer oportunidades si no están tan lejos de los demás como suelen estar Pogacar o Vingegaard en el Tour. Se puede quedar una carrera más abierta que dé opciones a otros corredores. En el Giro siempre pasan cosas. El recorrido es propicio y la meteorología puede jugar un papel importante, al revés que en el Tour. También en la Vuelta influye, aunque por el motivo opuesto, por el exceso de calor. De esta situación de mayor igualdad veo que podría sacar partido Pello Bilbao, un corredorazo. Siempre está en carrera y aunque de primeras no sea su idea, como vea su oportunidad la aprovechará.
- ¿En la tercera semana empieza un nuevo Giro?
- Sí, suele ser clave, son etapas durísimas, nada que ver con las anteriores. En la tercera semana, el que puede salir beneficiado es Mikel Landa. Desde que fichó por el Soudal se está quitando el sambenito de que no anda contrarreloj y en la tercera semana, cuando empieza una carrera completamente distinta. Un ataque puede permitir darle la vuelta por completo a la carrera.
- Parte importante del Giro son sus puertos míticos. ¿Le ilusiona alguno?
- El que más ilusión me hace es el Colle delle Finestre, en la penúltima etapa, pero me temo que no se va a subir.
- ¿Les han comunicado algo al respecto?
- Ahora mismo debe de haber dos metros y medio de nieve, así que mucho va a tener que calentar estos días para que se derrita todo eso. Es la Cima Coppi de este año y ojalá podamos subir. También me ilusiona el Mortirolo. Mítico. Sería una gran ilusión atravesar ese puerto en el Giro, aunque sea pasando miseria.
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