El equipo que levantó una ciudad
El traslado a Oklahoma de los Thunder, que estos días disputan la final de la NBA, ha transformado una urbe que entró en decadencia tras el atentado de 1995
Aquel camión cargado con más de dos mil kilos de explosivos se llevó por delante la vida de 168 personas y hundió una ciudad. Se ... cumplen 30 años del famoso atentado que arrancó la inocencia a los estadounidenses antes de las Torres Gemelas. Una bomba de dos toneladas compuesta por nitrato de amonio destruyó el edificio de las agencias federales en Oklahoma City en 1995, causando una matanza. El autor de atentado, Timothy McVeigh, se hizo famoso. Fue ejecutado por inyección letal en 2001.
La ciudad, en el gran sur estadounidense, entró en un proceso de declive, conmocionada por el golpe. Este año se conmemora el 30 aniversario de aquel impactante ataque y Oklahoma City es una ciudad pujante, joven, en crecimiento. Estos días está en las noticias en todo el mundo porque su equipo de baloncesto, los Oklahoma City Thunder, disputan la final de NBA contra los Indiana Pacers. Muchos en la ciudad señalan precisamente a los Thunder como la razón del resurgimiento.
El equipo de baloncesto ha dotado de identidad a la comunidad local. Y la memoria ha tenido un papel central. Todos los jugadores que fichan por los Thunder tienen una obligación: antes de vestir por primera vez su camiseta deben rendir visita al memorial de las víctimas del atentado de 1995. Todos deben acudir al monumento y al museo, incluso los que firman contratos de diez días, práctica habitual en la NBA. Muchos jugadores, incluida su gran estrella, el canadiense Shai Gilgeous-Alexander, han reconocido que la visita les ha ayudado a entender dónde están y a generar un sentido de pertenencia, en un país donde echar raíces no es una prioridad.
Un 23% más de población
Los Thunder llegaron a Oklahoma en 2008. La franquicia es la sucesora de los Seattle Supersonics. Las diferencias de la propiedad con las autoridades de la ciudad y del estado de Washington acabaron con el equipo a 3.200 kilómetros al sureste. «El crecimiento de Oklahoma City está ligado a la llegada de los Thunder», explicó a AFP Joe Mussatto, editorialista del diario 'The Oklahoman', quien señala que la población de la ciudad aumentó en torno a un 23% desde 2010, hasta algo más de 700.000 habitantes.
En 2002, el presidente Bill Clinton inauguró el memorial. Tras el huracán Katrina en 2005, la capital del estado de Oklahoma acogió partidos de los New Orleans Hornets. La respuesta del público demostró a la NBA que la ciudad podía albergar una franquicia. Los Thunder llegaron en 2008.
Los resultados no fueron especialmente brillantes, pero la respuesta popular sí. No importó que el equipo frecuentara las catacumbas de la clasificación (en el deporte estadounidense no hay ascensos y descensos), porque la ciudadanía valoró por encima de todo que los Thunder le daban un equipo al que apoyar, con el que identificarse. Son el único conjunto de las grandes ligas profesionales en el estado. Estos días buscan su primer anillo de la NBA (aunque técnicamente el de los Sonics en 1979 pertenece a la franquicia). Sus rivales, los Pacers, tampoco han ganado nunca la NBA, pero en su caso sí comparten élite en la ciudad con los Indianápolis Colts de la NFL de fútbol americano. Además, el estado cuenta con uno de los grandes equipos del baloncesto universitario, los Indiana Hoosiers. En Oklahoma City nadie hace sombra a los Thunder.
La ciudad tampoco es una de las más atractivas del país, así que ha encontrado en el basket el catalizador que necesitaba. El éxito es grande y la franquicia ya está construyendo un nuevo pabellón, previsto para 2028 o 2029. En la patria del libre comercio, la aversión por lo público y el liberalismo extremo, el 95% de los 900 millones de dólares que costará el campo se cubren por las instituciones locales. A cambio, los Thunder, que ponen el 5%, se ha comprometido a permanecer en la ciudad otros 25 años. Este tipo de acuerdos son habituales y están detrás de muchos traslados de franquicias de ciudad en ciudad.
Oklahoma es una ciudad del sur. Antes de los partidos, un pastor de una iglesia local pronuncia una oración, concluida con un 'amén' colectivo que precede al himno estadounidense. La ciudad sigue creciendo gracias a la diversificación de su industria. La extracción de petróleo y gas y la agricultura intensiva en las llanuras de este estado, que votó en un 66% por Donald Trump en 2024 (49% en Oklahoma City), han sido complementadas por la industria aeronáutica. El alcalde, David Holt, de 46 años, es un republicano miembro de la tribu indígena Osage que se mantiene al margen del movimiento MAGA de Donald Trump. Aunque se encuentra a más de 2.000 kilómetros de Los Ángeles, Oklahoma City albergará dos deportes de los Juegos Olímpicos de 2028: el sófbol y el piragüismo eslalon, con lo que no sería raro que algún palista guipuzcoano compitiese en aquel canal de aguas bravas.
La serie por el título de la NBA comenzó con una victoria para cada uno de los dos equipos. Este jueves 12 de junio se disputa el tercer partido en Indianápolis, donde se jugará el cuarto el sábado. La final volverá a Oklahoma el martes 17, con una ciudad al alza volcada con el equipo que le ha dado una nueva identidad.
La serie va empatada a uno. El próximo partido se disputará este jueves en Indianápolis, que acogerá también el cuarto el sábado, antes de que la final vuelva a Oklahoma el martes 17, donde espera una afición volcada con el equipo que levantó su ciudad.
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