Brizuela se convierte en el primer guipuzcoano con medalla
Ninguno de los cuatro anteriores había logrado subirse al podio con la selección y el canterano del Easo lo logra siendo protagonista del éxito
Darío Brizuela ya es historia del deporte guipuzcoano al ser el primer jugador de baloncesto en colgarse una medalla de un gran torneo. Ni Moncho Monsalve, ni Santi Zabaleta, ni Luis María Prada y José Luis Galilea lo habían conseguido anteriormente en sus respectivas participaciones con la selección. El éxito de este grupo es total no solo por el oro, sino por quiénes y cómo se ha logrado. El donostiarra de 27 años ha sido uno de los siete jugadores que han debutado en un campeonato principal y solo tres de los que lograron el Mundial en 2019 en China continuaban en la plantilla: Rudy Fernández y los hermanos Hernangómez.
El escolta que milita en el Unicaja de Málaga ha sido un complemento más en el engranaje de Scariolo. Junto a Rudy ha tenido el rol de ser el sexto hombre y la responsabilidad de salir desde el banquillo para aportar puntos y lanzamientos exteriores. No ha sido clave en ningún final de partido, pero sí una pieza fundamental –como lo han sido todos– en el transcurso de estas dos últimas semanas y media. Queda lejos, pero el donostiarra fue el partícipe del despegue del equipo en el partido que les enfrentó a Montenegro en la fase de grupos justo después de perder en un encuentro horroroso contra Bélgica. Metió dieciséis puntos en la primera parte para despejar los fantasmas que podía haber. Ese partido lo terminó con 18 tantos, su máxima en todo el Eurobasket.
En los dos primeros contra Bulgaria y Georgia metió siete, contra Bélgica seis y en el último contra Turquía, otra vez seis. Ya en las eliminatorias, en octavos contra Lituania jugó quince minutos en los que hizo cinco puntos y dos asistencias; en cuartos de final ante Finlandia se fue hasta los catorce puntos en dieciocho minutos y en semifinales contra Alemania anotó cinco puntos en catorce minutos, dejando para el recuerdo un muy bonito triple en el que efectuó un gran juego de pies para dar un paso atrás y encestar superando los largos brazos de Voigtmann. Tuvo algún error en el bote y en los once minutos que estuvo sobre la pista del Mercedes Benz Arena ante 13.042 espectadores metió un triple y repartió dos asistencias para aportar su granito en el histórico oro de esta selección.