María Vicente, entre lágrimas después de que le arruinaran el concurso

La pupila de Ramón Cid afrontó la prueba dispuesta a sentenciarla por la vía rápida, antes de que el esfuerzo del viernes pasara factura. De hecho, su primer salto fue larguísimo, por encima de los 6,50 metros, parecían asegurar un título que nunca llegó. Porque pese a ser válido, los encargados de borrar las huellas de las saltadoras en la arena lo hicieron antes de la medición, pensando que era nulo, ante el desconcierto de la saltadora y de su entrenador, que no daban crédito a lo que acababa de suceder.

A partir de ahí, María Vicente no fue capaz de superar el golpe. En su cabeza pesaba ese salto tan largo y por mucho que Ramón Cid tiró de experiencia y conocimientos para tranquilizar a la atleta, Vicente ya nunca estuvo cómoda en la competición, que salto a salto se le fue escapando a la joven de 19 años en favor de Fatima Diame. Al final se colgó un bronce que la dejó hundida animicamente. Un bronce agridulce que celebró con lágrimas en los ojos.

«No hay explicación a lo que ha pasado. La jueza de la tabla lo ha visto válido, pero en el foso han entendido que era nulo y lo han borrado. Estoy así porque yo quería hacerlo lo mejor posible y esto me ha sacado de la competición. Esperaba mucho del campeonato», lamentó la atleta de Hospitalet.