Jennifer Lawrence: valiente, joven y contenida
La actriz estadounidense hizo «un Jolie» al llegar y agradeció su Donostia con 'serenidad profesional' en una gala sin efusividades. Hoy se desvela un palmarés que el jurado decidió rápido. ¿Es eso bueno?
La llegada de Jennifer Lawrence hizo temer lo peor: la actriz practicó lo que ya se denomina en el Festival 'un Angelina Jolie'. Entró al ... María Cristina por la puerta de servicio, como la otra estrella de esta 73 edición, y no se dejó ver hasta la hora del photocall. Entonces sí apareció rutilante, firmó algunos autógrafos y protagonizó una rueda de prensa en la que, según remarcó la moderadora, las preguntas debían atenerse «a su carrera y a la película que presenta». Pero al final Lawrence denunció valiente «el genocidio de Gaza» y mostró su compromiso «con un mundo mejor».
Elogio al Festival
Pero el gran momento llegaba por la tarde, con la entrega del Premio Donostia. Muchos seguidores esperaban a la actriz en la alfombra roja y ella se acercó otra vez a los fans, en los momentos más cálidos de su paso por el Festival. Posó rodeada de su equipo de estilistas y entró a una ceremonia que resultó algo fría, por resumirlo de alguna forma.
No ayudaba el hecho de que había demasiadas butacas libres, quizás por la dificultad de la organización a la hora de gestionar la formalidad de los invitados. El actor donostiarra Iñigo Gastesi presentó la gala y Juan Antonio Bayona, presidente del jurado, fue el encargado de la entrega. Ella apareció rutilante y pronunció un agradecimiento cargado de hermosas palabras para el Zinemaldia y Donostia, «sitios que aman el cine y la cultura», pero leído en un teleprompter, lo que restaba espontaneidad al acto comparado con la emoción de otras ocasiones. Y la actriz dejó al público con la proyección de la película que protagoniza y produce, 'Die My Love', que fue recibida también con frialdad, por seguir con la palabra.
Jennifer Lawrence es el premio más joven en la historia del Donostia, con solo 35 años, pero una carrera que bien lo merece. A cambio la ceremonia del galardón resultó en opinión extendida entre entre los festivaleros una de las más sobrias de los últimos años, lo que no resta méritos al brillo de contar en este tramo final con una estrella internacional con Oscar.
El jurado y las quinielas
Mientras tanto los jurados hacían sus deberes. Y con prontitud. El jurado de la Sección Oficial ya tenía completo su palmarés cuando se sentó a comer en Arzak, para felicidad de la organización, que así tiene más tiempo para gestionar la presencia de los premiados en la gala de hoy, y para tranquilidad de Bayona, que a media tarde debía entregar el premio a Lawrence. Los otros jurados también tenían ya avanzado su trabajo mientras se repartían en los diferentes espacios del restaurante del Alto de Miracruz.
Las quinielas siguen contando con los mismos favoritos: 'Los domingos', 'Historias del buen valle', 'Maspalomas' y la argentina 'Las corrientes'. Pero ya sabemos que el fallo del jurado casi siempre encierra sorpresas.
Dos estupendas series
La Sección Oficial estuvo dedicada ayer a dos estupendas series presentadas fuera de concurso. 'Anatomía de un instante', la serie de Alberto Rodríguez para Movistar basada en el libro de Javier Cercas, es un portentoso thriller con la Transición y el 23-F como telón de fondo. En noviembre llega a pantalla y será uno de los fenómenos de la temporada.
'Zeru ahoak', la serie de Koldo Almandoz que mañana mismo estrena ETB1, es otro eficaz relato negro 'a la vasca' con otra muestra del talento de Nagore Aranburu, la actriz que se ha convertido en una especie de Premio Donostia a la sombra en esta edición con sus cuatro trabajos presentados. Todos buenos.
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