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J. F.
San Sebastián
Sábado, 25 de enero 2025, 07:05
Ladys, un vasco de 57 años, regresaba esta semana al programa First Dates en busca del amor por segunda vez, aunque esta vez su historia tuvo final feliz y la suerte estuvo de su lado. El soltero, que ya había intentado encontrar pareja en el programa anteriormente, tuvo una cita con Carmen, una mujer de 54 años que también anhelaba encontrar a alguien especial. Él se presentaba como soltero eterno y sin hijos, mientras que ella decíaa divertida que «tengo de todo, hijos casi más mayores que yo».
El programa arrancaba con un divertido error, al ubicar al protagonista, Eladio, como proveniente de «Sestao, Gipuzkoa». Este albañil que prefiere que le llamen Ladys, quedó impresionado con Carmen nada más verle cruzar la puerta. Así, la describió como «un bellezón». Sin embargo, Carmen admitió que esperaba «un melenudo», aunque esto no impidió que ambos se dieran una oportunidad. La conexión fue evidente desde el principio, y pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común. «Se te ve buena persona», le espetó ella.
Durante la cena, Ladys sorprendió a Carmen al revelar que tiene cuatro discos y compone música, lo cual la entusiasmó. La conversación fluyó de manera natural, y ambos compartieron sus gustos y aficiones. Ladys, muy expresivo, comentó que «lo importante es tener buen corazón, buen rollo». Carmen, por su parte, coincidió en que a ella le gustaba «reírse por todo».
Ladys confesó una de sus mayores aficiones, salir de marcha con su cuadrilla por Sestao todos los días y a veces por Bilbao, «cuando me dan las 8 o las 10 de la mañana». Este soltero vasco confesó que se llevaría de marcha con sus amigos sin problema a su cita, «y también me iría con su cuadrilla, cómo no». Carmen, respondiendo a su entusiasmo, dijo: «menos mal que es de mi rollo y no un pijo».
El feeling entre ambos era palpable. Ladys, visiblemente encantado, le dijo a Carmen: «Te he visto y he dicho, esta tía es de armas tomar, eres maravillosa, esta viene rodada, cuidadito con Carmen». A lo que ella respondió bromeando: «he traído el látigo (risas)». La cena se convirtió en una velada divertida que culminó con ambos cantando en el karaoke del restaurante.
Al final de la noche, tanto Ladys como Carmen coincidieron en querer una segunda cita. Ladys explicó su decisión diciendo: «Lo primero porque es natural, lo segundo porque es afín a mí y lo tercero porque no hay duda». Carmen también estuvo de acuerdo, añadiendo: «Por qué no, tenemos el mismo rollo, así me enseña más Bilbao. Que viva el rock». Final feliz.
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