Borrar
Karmele Soler, en su estudio de Donostia, con el Goya que ganó en 2012 y el Zinemira que recibió en 2015. USOZ

Karmele Soler: «Había tanta emoción rodando que no podías parar a retocar»

La donostiarra Karmele Soler opta a su segundo Goya por el trabajo de maquillaje realizado en 'Maixabel'

Martes, 8 de febrero 2022, 07:50

Comenta

Karmele Soler ya sabe lo que es ganar un Goya. Lo consiguió en 2012 con 'La piel que habito', de Pedro Almodóvar. El sábado puede repetir galardón, esta vez por su trabajo como maquilladora en 'Maixabel', junto a Sergio Pérez Berbel, el responsable de la peluquería. Lo logre o no, nadie le quita que la de ahora es su octava nominación a los premios que concede de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. Con cada una de ellas ha vivido una experiencia distinta, pero reconoce que «esta es especial por la propia película. El tema me toca muy de cerca porque refleja una época muy dura que yo, como donostiarra, he vivido. Es una película muy importante y lo que pasaba ahí , con el derroche de talento, hacía que quisieras que hubiera más tomas durante el rodaje».

Pero hay otras razones para que este trabajo sea especial y es que en la dirección está su amiga Iciar Bollaín, con la que ha trabajado en siete ocasiones –«desde que ella era actriz»–, con la que se entiende muy bien y a la que admira. A esto se añade que la gala de entrega de los Goya se celebra en Valencia donde tiene a prácticamente toda su familia paterna y «eso supondrá, en caso de ganarlo, una doble emoción».

El reto de este trabajo que ha terminado en nominación era saber captar la esencia de un persona actual, con una trayectoria conocida y con una documentación, en cuanto a su imagen, «a la que queríamos ser fieles. Maixabel tiene unas características que se podían utilizar. Ha llevado muchos tipos de pelos y había que elegir». Las gafas y el labio rojo también ayudaron a perfilar el personaje. «Lo más dificultoso fueron las primeras épocas, cuando era más joven. Los pasos del tiempo no eran muy drásticos, pero su imagen era la que tenía que marcar el avance de la historia», explica Soler.

«Emoción» es la palabra que refleja sus sensaciones respecto a 'Maixabel' desde que le involucraron en el proyecto. «Todos estábamos muy preocupados por cómo se iba a aceptar la película y ha sido tan sorprendente. Tanta gente con maneras de pensar diferentes la han entendido muy bien y se han provocado conversaciones muy necesarias. Sentimos que hemos hecho una película muy importante, que traspasa lo cinematográfico».

Llorar en el set

Respecto a su colaboración con Bollaín comenta que «es una directora muy cómoda, delega mucho y espera a que le propongas cosas una vez que te ha descrito muy bien los personajes y sus vivencias. Ha sabido darle equilibrio a la historia, pero hemos tenido que dar muchas vueltas a las distintas opciones porque es muy exigente, y más en 'Maixabel' donde existía una responsabilidad enorme, sin lugar a errores ni a adornos». En este sentido cuenta cómo la tensión y la emoción que se vivía en el rodaje hacía casi imposible cortar las escenas para retocar el maquillaje: «Si veías que no estaba bien te tenías que aguantar. Menos mal que no hubo grandes desastres. En algún caso no quería ni subir al set porque sabía que me iba a 'jartar' de llorar». También hubo momentos divertidos como cuando Maixabel Lasa «nos ofreció llevar a Blanca Portillo a su peluquería para que le cortaran el pelo igual. Así es ella».

Su madre 'esteticien' –«de quien aprendí muchas cosas pero no referentes al cine»– fue la que le inspiró para dedicarse a esta profesión. Le costó. Entonces no había escuelas de maquillaje sino que se aprendía 'in situ' con Juan Pedro Hernández que rodaba entonces 'El Lute'. «Antes aprendíamos el oficio de los profesionales. Ahora hay más escuelas, la gente viene muy preparada», pero «sin conocer el día a día de un plató con todo lo que hay que improvisar o con cuestiones de carácter práctico. Creo que se está perdiendo un poco el aprendizaje del oficio, es aspecto artesano que se logra siendo meritorio». Por eso ella, junto a su hermana, ofrece «cursos casi particulares cuando no estamos rodando. Enseñamos, entre otras cosas, cómo comportarse en un set, enseñamos experiencia».

«A las dos primeras galas de los Goya fui con el mismo traje»

La cuestión estética en las galas de los Goya ha cambiado mucho en las dos últimas décadas y ahora se cuida más. Karmel Soler ha vivido esa evolución. Recuerda que a las dos primeras galas que acudió como nominada, en 2003 por 'Noviembre' y al año siguiente por 'Inconscientes', «fui con el mismo traje».

Para la ceremonia del próximo sábado ha elegido una chaqueta entallada con escote y unos pantalones palazzo, todo en negro. «El color va en los complementos, unos pendientes grandes que me han prestado en Atlantis». Ella misma se maquillará y, sin dar nombres, comenta que «alguna actriz nominada también me lo ha pedido».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Karmele Soler: «Había tanta emoción rodando que no podías parar a retocar»

Karmele Soler: «Había tanta emoción rodando que no podías parar a retocar»