... y Stevie Van Zandt reapareció en San Siro

Los acontecimientos en torno a la salud de Van Zandt se precipitaron el lunes de la semana pasada, cuando la promotora donostiarra Get In anunció su ausencia en el concierto en Anoeta del día siguiente debido a un problema de salud ya bajo control. En medio de una intensa rumorología, el propio guitarrista confirmó la noticia en las redes sociales y concretó la información sobre el motivo de su baja:«Tuve un dolor agudo en el estómago», señalaba, antes de explicar lo que en un principio atribuyó a l principio «pensé que era una intoxicación alimentaria, pero resultó ser apendicitis», de la que fue intervenido en un «hospital excepcional en San Sebastián», en referencia a la Policlínica en la que realizó la convalecencia hasta que el jueves recibió el alta. La operación, continuaba el mensaje, «fue todo un éxito y espero volver a subirme al escenario al menos para uno de los conciertos en Milán».

Lo hizo en la noche del lunes y, sorprendentemente, subiendo al escenario de San Siro junto a Bruce Springsteen, quien suele hacerlo en último lugar y en solitario. La reaparición sorpresa de Van Zandt fue saludada por los 55.000 asistentes al concierto con una fuerte ovación. Y de seguido, comenzó el concierto con 'No Surrender' y un repertorio que no varió mucho respecto a los de dos 'bolos' donostiarras y al que ha mantenido durante toda la gira europea. Tampoco lo hicieron las alocuciones anti-Trump con las que Bruce ha salpicado sus actuaciones.

Tras firmar la víspera ejemplares de su autobiografía para los cerca de 300 fans que se acercaron a la Fnac donostiarras, el guitarrista del pañuelo pirata e indumentaria zíngara cumplió el sábado con sus tres horas de concierto en Anoeta, en donde acometió los solos en los temas que le corresponden e hizo las segundas voces de Springsteen en varias canciones. Sin embargo, el diagnóstico y la posterior intervención quirúrgica le obligaron a perderse el segundo concierto en Donostia el martes y el del viernes en Gelsenkirchen.

Aunque viajó junto a Springsteen y otros miembros de la comitiva de Donostia a Milán, la participación de Stevie en el concierto del lunes estuvo rodeada de incertidumbre. «Será una decisión del último minuto», había adelantado el músico en una entrevista con el Corriere della Sera, en la que también afirma que San Siro «es el estadio más grande del mundo, tiene personalidad, corazón y alma».